Sunday, November 26, 2023

Del lenguaje inclusivo


Hace ya unos pocos años surgió este movimiento del lenguaje inclusivo, basándose en que muchas palabras tienen una connotación machista. Por ejemplo, por qué  decimos "todos los alumnos", cuando en el grupo de personas hay hombres y mujeres? Baste que haya un solo elemento del sexo masculino (aunque el resto sea femenino), para que digamos "todos" y no "todas". Por cierto, el expresidente Fox -para incluir a ambos sexos en sus discursos- decía "chiquillos y chiquillas" (todo un adelantado a su época!). Igualmente se ha discutido eso de decir "presidente" y rechazando el "presidenta", porque de acuerdo al participio activo (derivado verbal que en español acaba en -nte y denota capacidad de realizar la acción que expresa el verbo del que deriva,  por ejemplo, cantante (no cantanta), estudiante (no estudianta), y por ende, presidente (no presidenta) (*). Por ello, en el lenguaje inclusivo se dice "todes", en donde se refiere a todos y todas. Y en un sinfín de expresiones cambian la "o" por la "e" y así se evitan estos actos machistas de esta sociedad patriarcal, nos dicen.

Pero yo pienso que esto es absurdo. La razón tiene que ver con el desarrollo de los lenguajes. Sí, probablemente en el inicio de los tiempos y los lenguajes humanos, los hombres eran poderosos y mandaban sobre las mujeres, que tenían que someterse. Pero eso ya no ocurre y es posible pensar que esto de usar "todos" tiene este legado. Pero hay un número de situaciones que nacieron por una razón y que hoy se ha olvidado esto, dejando un legado del cual nadie recuerda el origen. Desmond Morris, en "Comportamiento íntimo" indica que la razón por la cual las mujeres se pintan la boca (casi siempre de tonos rojizos), tiene que ver con dar la señal de estar excitadas, pues los órganos sexuales se enrojecen (se acumula más sangre en la excitación) y hay una similitud entre los labios vaginales y los labios de la boca. Desde luego que esto ocurrió hace muchísimos siglos y hoy nos llega este legado el cual ha perdido su significado. Es decir, hoy ningún hombre que vea a una mujer con los labios pintados podrá pensar que se le está insinuando sexualmente.

Regresando al castellano, si yo digo "todos los alumnos" refiriéndome a hombres y mujeres por igual, observo que la interpretación semántica de dicha frase habla de ellos y ellas por igual. Y así pensábamos antes de que llegara la moda del lenguaje inclusivo. Si digo "todes" es claro que la connotación semántica habla de ellos y ellas por igual. Entonces, como parece que somos incapaces de que nuestra interpretación semántica incluya a ambos sexos, nos tenemos que inventar esta palabrita. 

Curiosamente si digo esta frase, por ejemplo: "la pelota es azul", nadie en el lenguaje inclusivo dirá "le pelote es azule", pues resulta ridículo. Y entonces, podemos observar que no se trata de incluir ambos géneros en algunas expresiones sino que es un ataque al lenguaje tradicional que es machista. 

Así pues, no necesitamos la "e" para ser inclusivo. Basta cambiar la interpretación semántica de estas expresiones que tantas ronchas saca a las feministas.


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(*) La Real Academia de la Lwengua ya acepta la acepción "presidenta".