"Pues, señor..." Así comenzaban los cuentos cuando yo los escuchaba por la radio o en boca de mi abuela. Pues, señor, un buen día, allá por el mes de febrero, Kayena puso en marcha una idea que llevaba varias semanas rondándole la cabeza. Y convocó este amigo invisible llamado "Sant Jordi bloguero".
A su llamada acudimos ilusionadas varias personas de las que habitualmente paramos por esta blogosfera literaria. Llegó el día y los libros y las rosas deambularon de un lado para otro de la órbita hispana. Hasta este modesto barrio madrileño, conocido entre los íntimos por Valle del Kas, llegó ayer jueves el misterioso y deseado regalo bloguero desde el precioso y serrano Colmenar. Su remitente, Azalea Real, me envía "Vidas ajenas" de Michael Pye. Además de cariñosa, ha puesto el toque original puesto que, como veis, su flor no es una rosa, sino una hermoso ejemplar de pétalos rojizos, semblante sonriente y ojillos picarones. ¡Gracias Azalea! Disfrutaré con la lectura, sin duda.
El 23 de Abril es fecha que siempre ha estado ligada, directa o indirectamente, a la literatura y las tradiciones populares. Los caballeros catalanes que partieron hacia el Oriente no se debieron imaginar la repercusión que tendrían sus relatos sobre el culto a un santo local: Sant Jordi. Posteriormente este relato se "adaptaría" a la tradición medieval de caballeros luchando contra el mal.
La leyenda que surgió es de sobras conocida: Santo Jordi lucha contra el malvado dragón que mantiene retenida a la princesa. Finalmente, Sant Jordi vence y en el lugar donde el dragón derrama su sangre crece un rosal como signo de amor y amistad. Pero lo que, definitivamente, ha empujado a la importancia de ese día ha sido que ahora se ha considerado como "Día Internacional del libro".
Felicidades a Ana por la organización de este Sant Jordi bloguero.