lunes, 2 de diciembre de 2013

ALGUIEN LLAMA A LA PUERTA


En Adviento, alguien llama a la puerta. Es Jesús. Todo aquél que busca, que siente la necesidad de algo más que lo simplemente material, debería seguir la liturgia de Adviento. Porque esa sensación de que algo falta en nuestro interior, de que nuestra vida es incompleta, no es, sino la llamada de Jesús a nuestra puerta. Adviento podemos resumirlo en tres ciclos. 
El ciclo de Isaías, que comprende la primera semana y la segunda hasta el miércoles. Allí se nos presenta una salvación que es para todos. Una religión representada por un banquete. Un Justo, que es salud, misericordia, compasión, amor. Un Mesías que busca a los desvalidos, a los cansados, a los despreciados por la sociedad.
El ciclo de Juan Bautista comprende, desde el jueves de la segunda semana hasta el día 16 de diciembre. Allí nos vemos reflejados como buscadores, como vigías que escrutan los signos de los tiempos. Juan nos señala la venida, pero nosotros debemos actuar, buscar, prepararnos para recibir su llegada.
El ciclo de María nos lleva del 17 al 24 de diciembre. Aquí la profecía se hace historia concreta. María es el modelo de cómo debemos acoger a Jesús. No sólo le abre la puerta, sino que lo introduce en su interior., para después entergarlo (ese es el sentido profundo de la maternidad). Jesús don recibido, se hace don regalado a toda la humanidad la noche de Navidad.
¡Qué distinto es el Dios que nos presenta Adviento del que, a veces, nos han presentado algunas instituciones religiosas! Por eso el Papa Francisco nos repite que hemos de volver al Evangelio. Allí está el verdadero cristianismo. Un cristianismo, que como vemos en el evangelio de hoy, a veces, comprenden mejor, como el centurión del evangelio de hoy, aquellos que no son creyentes.
Ese Jesús que esperamos...es el que atraerá a todas las personas de oriente o de occidente. Un Jesús que llama a todas las puertas...

domingo, 1 de diciembre de 2013

¡VELAD!




"Como sucedió en tiempos de Noé, sucederá también en la venida del Hijo del hombre. Antes del diluvio, y hasta el día en que Noé entró en el arca, la gente comía, bebía y se casaba. Pero cuando menos lo esperaban, vino el diluvio y se los llevó a todos. Así será también en la venida del Hijo del hombre. En aquel momento estarán dos hombres en el campo: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán. Dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a la otra la dejarán.
Permaneced despiertos, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Entended que si el dueño de una casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, permanecería despierto y no dejaría que nadie entrara en su casa a robar. Así también, vosotros estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperéis."

Hoy empieza el tiempo de Adviento y las lecturas de la liturgia nos introducen con claridad en su espíritu. En la primera, Isaías nos invita a seguir los caminos del Señor. Un camino de paz, a la luz de Dios. Pablo, en la segunda lectura, nos dice que ya hemos dormido bastante, que es el momento de levantarse y de revestirnos de las armas de la luz. En el evangelio, Mateo, nos muestra a Jesús diciéndonos, que debemos permanecer despiertos. 
Este es el camino de Adviento. Despertarnos, vigilar, vivir conscientemente, seguir el camino del Señor. Nuestra sociedad, a pesar de que alardea de inteligente y racional, es una sociedad dormida. Una sociedad que intenta huir por todos los medios de la realidad. Buscamos mil excusas para no ver la realidad, para vivir en un mundo ficticio. No oímos los lamentos del que sufre. No sabemos ver a Dios en el hombre. No escuchamos la llamada de la justicia. Somos sonámbulos por el mundo. Por ello el día que nos despertemos, nos preguntaremos: ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, desnudo?
Adviento es ese tiempo para abrir los ojos, para mirar la realidad, primero en nuestro interior y luego a nuestro alrededor. Vivir el Adviento, es permanecer como un vigía bajo la lluvia, la nieve y la escarcha, atentos a la llegada del alba. Es aprender a vivir el presente, la realidad, que nos llevarán al futuro. Es vivir con los ojos abiertos, cada momento, cada instante. Es vivir la Presencia.

sábado, 30 de noviembre de 2013

MÚSICA DEL SÁBADO: GRACE - U2

¿Una mujer? ¿La Gracia de Dios? ¿Una forma pura de ver el mundo? Preciosa canción de U2.



Y Colors (Colores) de Manel Bender

viernes, 29 de noviembre de 2013

PARÁBOLA (9)


"Se me  mostró un pozo profundo, oscuro, en cuya boca había un cubo atado a una cuerda. Vi cómo el cubo era introducido en el pozo, y sacándolo de la oscuridad, apareció lleno a rebosar de un agua clara y pura. Y escuché estas palabras:
- En la profundidad de cada corazón se encuentra la pureza del Espíritu. Dedica tiempo a buscarla hasta que la encuentres y sácala en seguida."

jueves, 28 de noviembre de 2013

EL ANACORETA, LA ACCIÓN Y LA CONTEMPLACIÓN


El joven seguidor se preguntaba sobre qué vida era más perfecta, la contemplativa o la activa. El Anacoreta le dijo:
- Ambas están más unidas de lo que creemos. Los santos que fueron activos...empezaron por la contemplación. Es así como llegaron a aprehender lo Uno. Pero precisamente esa unión con Dios les llevó a la acción para hacer fluir la Vida a los demás. Y aquellos que empezaron por la acción, si esa acción era verdadera entrega, les llevó a buscar momentos de contemplación, para no quedar ahogados por el activismo, para alimentar su espíritu.
Miró al joven a los ojos y concluyó:
- En realidad TODA nuestra vida debe ser contemplativa. eso se consigue viviendo permanentemente en la presencia de Dios...

miércoles, 27 de noviembre de 2013

PARÁBOLA (8)


"Se me mostró un campo de trigo a punto para la cosecha. Y escuché estas palabras:
- Hay un tiempo y una estación para cada cosa. No dejes para mañana lo que sabes que tienes que hacer ahora; fluye, pero, al ritmo de toda la vida y permanece en la paz perfecta".

lunes, 25 de noviembre de 2013

HERMANO DE LOS POBRES


El mes de octubre, a la edad de 84 años, falleció el religioso capuchino Ignacio Larrañaga, fundador de los TALLERES DE ORACIÓN Y VIDA, y autor de estupendos libros de espiritualidad. En su memoria os dejo esta oración suya:

"Señor Jesús, hermano de los pobres,
frente al turbio resplandor de los poderosos
te hiciste impotencia.
Desde las alturas estelares de la divinidad
bajaste al hombre hasta tocar el fondo.
Siendo riqueza, te hiciste pobreza.
Siendo el eje del mundo
te hiciste periferia, marginación, cautividad.
Dejaste a un lado a los ricos y satisfechos
y tomaste la antorcha
de los oprimidos y olvidados,
y apostaste por ellos.

Llevando en alto la bandera de la misericordia
caminaste por las cumbres y quebradas
detrás de las ovejas heridas.
Dijiste que los ricos ya tenían su dios
y que sólo los pobres ofrecen espacios
libres al asombro;
para ellos será el sol y el Reino,
el trigal y la cosecha.
¡Bienaventurados!

Es hora de alzar las tiendas y ponernos en camino
para detener la desdicha y el sollozo,
el llanto y las lágrimas,
para romper el metal de las cadenas
y sostener la dignidad combatiente,
que viene llegando, implacable, el amanecer
de la liberación
en que las espadas serán enterradas
en la tierra germinadora.

Son muchos los pobres, Jesús; son legión.
Su clamor es sordo, creciente, impetuoso
y, en ocasiones, amenazante
como una tempestad que se acerca.

Danos, Señor Jesús, tu corazón sensible
y arriesgado;
líbranos de la indiferencia y la pasividad;
haznos capaces de comprometernos
y de apostar, también nosotros,
por los pobres y excluidos.

Es hora de recoger los estandartes
de la justicia y de la paz
y meternos hasta el fondo de las muchedumbres
entre tensiones y conflictos,
y desafiar al materialismo con
soluciones alternativas.

Danos, oh Rey de los pobres
la sabiduría para tejer una única guirnalda
con esas dos rojas flores:
contemplación y combate.
y danos la corona de la Bienaventuranza."
Amén”.

(P. Ignacio Larrañaga).