viernes, 30 de septiembre de 2016

LUZ GASTADA




Ya no queda luz.
Se gastó toda
en traspasar vitrales
de pomposas iglesias.

Fuera:
oscuridad de llantos.

Y blasfemias pintadas en los muros.



jueves, 29 de septiembre de 2016

VACACIONES EN EL PUEBLO DEL ABUELO.- Relato de los jueves.



La cafetería del céntrico barrio de Madrid, estaba a rebosar a aquella hora de la mañana.

A pesar de que Enero, empezaba a  hacer de las suyas, la temperatura dentro del local era agradable.

En una mesa, una pareja charlaban delante de unos humeantes cafés descafeinados y unas tostada integrales.

.- Javier, qué tal las vacaciones en el pueblo de los abuelos?.- preguntó la chica.

.- Bueno, ya sabes. Poca fiesta puede haber en un pequeño pueblo manchego de menos de 2.000 habitantes.

Muchos paseos, algunas visitas familiares, donde por cierto, siempre había una mesa preparada, con contundentes aperitivos y jarras de buen vino.

.- Pues no se te notan mucho los kilos.

.- Mujer siempre trato de cuidarme, aunque esta vez me ha resultado casi imposible. Eran demasiadas las tentaciones.

El día de la despedida, nos juntamos un grupo de familiares y amigos en la bodega del abuelo, para hacer un almuerzo tempranero.

Unas gachas, con torreznos, chorizos y lomo, con sus correspondientes guindillas picantes en vinagre y un “no parar” de vino de la tinaja a la mesa.

Y de postre, mostillo, “flores” y “barquillos” de la cochura de la abuela.

Cuando quisimos darnos cuenta se nos había echado encima la hora de la comida.

Avisados, y sin duda con afán de festejarme, se presentó mi tío Fernando, con la mujer y los hijos.

Venían bien pertrechados con dos tarteras de pisto, tres tortillas,  dos kilos de chuletas de cordero y cuatro piernas de cabrito recental.

Uno de mis primos, un cachondo mental, preparo como aperitivo, lo que él llamó una fuente de “Delicias del Cantábrico”, o lo que es lo mismo lomo, costillas y chorizo de orza, con el colofón ornamental de triángulos de queso manchego en aceite.

Tengo que decir, que entre las risas, las conversaciones y el trasiego del vino y que la familia es bastante numerosa, no quedaron ni huesos para los perros.

Y debo confesar que dejé el pabellón alto. No llego a entender como los parientes y amigos de mi edad, pueden conservar tan dignamente su físico, con esa comidas pantagruélicas.

Y no es eso lo malo, es que el coche de vuelta ha venido lleno de hogazas candeales, cochura, matanza, harina de guijas, quesos, “manoletes”, “miguelitos”, “almendraos”  y más cosas que ahora no recuerdo.

.- Pues ándate con cuidado que tu novia te va a tener a raya.

Una vez pagada la consumición, ambos abandonaron el local y cruzando la calle llegaron hasta una puerta con una placa al lado donde podía leerse:





Me pregunto: ¿abrirá el endocrino despacho en el pueblo del abuelo?. O mejor lo dejará como una reserva de placer, para los días vacacionales.


Más cocina de la memoria en el blog de Leonor

jueves, 22 de septiembre de 2016

EL RETO DE LOS JUEVES.- NEGRO MAR



Sin siquiera una manzana
que justifique su pecado,
abandonan su Edén
mendigando un lugar
al norte de la dicha.

Sin más aval
que el hambre de mil generaciones,
se endeudan en un viaje
con destino a la mentira.

La bíblica serpiente
que muda sus camisas en Armani,
solo tienta a los  gordos sudorosos
tachonados de medallas.
Almas de charol,
espantamoscas de oro
y mente de corsarios,
que sueñan con mármoles
donde mostrar su avaricia.

Los dioses necesarios
se esconden en la sombra,
consintiendo en silencio
el expolio y la muerte.

Un rumor de espumas
golpeando las cuadernas,
es la música de fondo
de la iniciada odisea.

Mientras la quilla
abre la interrogación de la noche,
allá lejos, en algún lugar,
donde quizás Dios dijo la primera palabra,
un puñado de penélopes negras
hilan con lágrimas de luto
el hambre de los que quedan.



A este lado del mar
donde el agua refleja colores impostados
y sonidos pretenciosos acompañan a las olas,
no alcanzamos a oír el lamento callado,
de un mundo sin futuro.

Quizás algún día,
tras una tormenta de odios,
los gritos nos disparen
con metrallas de rabia
y despertemos con miedo
de este cómodo sueño
que nos hace insensibles.


Pónganse los chubasqueros y adéntrense en mas tormentas en el blog de

jueves, 15 de septiembre de 2016

EN LA PLAYA VACÍA.- JUEVES DE SEPTIEMBRE



EN LA PLAYA VACÍA

Con el susurro del viento,
llega septiembre
y se deshace el secreto de la espuma.

Llega la tarde
cabalgando en silencios
y el mar manda la playa
besos de tristeza.

Un breve escalofrío de gaviotas,
me hablan de ausencias.

Me quedo en la orilla,
naufrago de una soledad,
que quiere ser rescatada,
en veleros de luces,
con rumbo a la esperanza.

                                                 Septiembre, 2016


Más historias en el blog Brisa de Venus



miércoles, 14 de septiembre de 2016

EVOCACION DEBIDA A JUAN ALCAIDE SANCHEZ



Ya sé que escribo con retraso, pero es lo que tienen las vacaciones, lo que nace como un borbotón, tiene que esperar por falta de medios para ver la luz.

Lo he pasado al ordenador tal como lo escribí el pasado julio. No quiero que la sinceridad de mi pluma, se pierda por afilados recovecos de seguros necesarios retoques.


Hay fechas en las que el escritor no puede evadirse de sus obligaciones, no tanto para con los demás, como para sí mismo. Y ese es mi caso en el día de hoy, 12 de julio.

Un día como hoy, hace 65 años, fallecía en Valdepeñas el hombre que tras de mis padres, fue determinante en lo que yo soy hoy como persona.

Me refiero a Juan Alcaide Sánchez, del que poco os he hablado, porque la vida manda y hay veces que hasta lo que se lleva dentro, lo que te marca termina por difuminarse.

Este poeta que no ha sido reconocido, debido a su propia modestia, ya que ocasiones tuvo para ese reconocimiento, debería estar en todas las antologías de la poesía española contemporánea.

Pues bien, este poeta, este maestro en todas las acepciones de la palabra, se fijó en mí (con 15 años), otros dos compañeros de curso y un estudiante de derecho, para crear la tertulia literaria “San Borce”, que apenas duró un año, al verse truncada por su muerte.

El propio poeta llamó a esta tertulia “elementalísima clase de sensibilidad” y que en realidad terminó por ser una clase semanal de vida, de poesía, de sentimientos.

Aquellos miércoles o jueves (¡ay! esta memoria), por la tarde que duran desde el final del verano del año 1.950, hasta su muerte en julio de 1.951, fueron para mí (y para mis compañeros) “una Enseñanza Media de la belleza”, un respirar aire puro, tras la irritante y oscura tristeza de una educación que coartaba, que ponía barreras y límites.

En esa tertulia se hablaba de poesía, de autores, de hechos cotidianos,  se leían nuestros incipientes trabajos, que eran expuestos a la crítica de los demás, siendo el maestro, quien dirigía, daba alas, cortaba vuelos, corregía sin ser ofensivo, ponía en el disparadero de la sensibilidad, a aquellos mozalbetes, que ante su presencia se sentían un poco más cerca de la belleza.

Desde el comienzo de la tertulia, cuando recitando a coro el pareado que ideó par nuestra confabulación con la poesía,  la vida y la tierra, que era:

                     “Por la pluma gota a gota,
                       Gota a gota por la bota”

hasta el momento más esperado, que era cuando el poeta nos leía sus últimas producciones, su correspondencia poética y hasta el final en el que nos prestaba algún libro de su voluminosa biblioteca, despidiéndonos siempre con una sonrisa, aunque el supiera que la muerte ya estaba acechándole, haciéndose audible en el ronco y negro rumor de su pecho.

Un jueves del mes de abril de ese aciago 1.951, al despedirnos nos dio a cada uno una pequeña cartulina, (que aún conservo), dentro de un sobre. En esa cartulina escrita en tinta roja, color sangre, en el anverso estaba escrito lo siguiente:

                       “Ahora  lo que se queda sin decir. La palabra
                         Octava, que Dios dijo… y no oyó nadie.
                         El llanto sin pañuelo.
                         El latido sin aire.
                        ¡Todo lo que se comerá después la tierra,
                         cuando dice a comer eternidades!

Juan 19.04.1951 y en el reverso una sola y triste palabra que ya entonces nos pareció como una despedida definitiva: “Adiós”.

Hubo más tertulias, aunque algún jueves nos llegaba el recado de que no habría reunión porque Juan estaba enfermo.

Hasta que un día de julio, mientras Nete, Mariano y yo jugábamos despreocupados en el patio de la bodega de un amigo común, Antoñito, el estudiante de derecho, nos vino a avisar: “Juan quiere veros”.

En la penumbra de su alcoba solo se oía el sordo rumor de la muerte, “minera de llanto”, que hacía su inexorable trabajo dentro de su pecho.

Nos cogió de la mano y nos beso uno a uno. Y no hubo más. Solo el sabor amargo de las lágrimas.

En un día como mañana, hace 65 años, aquellos cuatro amigos  volvimos a juntarnos, para coger con nuestras manos temblorosas, cuatro negras cintas que caían de su féretro.

Hoy con 80 años, sigo dándote las gracias Juan, maestro, poeta. Tú marcaste mi rumbo, ordenaste mis coordenadas y me enseñaste la singladura, rumbo a la bondad y la belleza.

Eso te debo. Me quedé con lo que soy, que seguro no es lo suficiente para tus expectativas, pero, al menos, he tratado de seguir tu rumbo.

Por eso hoy, con gratitud te recuerdo, amigo Juan, maestro Juan, poeta Juan.




domingo, 11 de septiembre de 2016

CASA DE CITAS


No se extrañen del nombre de esta nueva sección. No me he vuelto loco, ni pretendo sumarme a esa caterva de sitios en Internet, (debe ser buen negocio si tanto proliferan), que se dedican al ayuntamiento de personas solitarias o tímidas y que necesitan compañía.

Lo mío es mucho más simple, como podrán comprobar.

He tenido la costumbre, cuando he leído a los poetas, de apuntar aquellos versos que me han hecho pensar o, en la mayoría de los casos, me hubiese gustado que se le hubiesen ocurrido a mi delgado “cacumen”.

Esa “rebusca” que a lo largo del tiempo he ido haciendo de mis lecturas poéticas,  pretendo compartirlas con ustedes.

Cada domingo, os ofreceré, una visita a esa “Casa de Citas”, os recibiré, con las puertas abiertas a los comentarios… y por supuesto, no es necesario que para entrar, tengáis que dejar el número de vuestra Visa.

El voluntario precio a pagar, y mi premio, es que a través de esa cita, os enamoréis del autor y tratéis de conocerlo mas íntimamente.

Con eso me conformo. 








jueves, 8 de septiembre de 2016

PEDIDO DE LOS JUEVES.- REGALAME UN SUEÑO




 SUEÑOS


Mejor no despertar,
seguir guardando sueños en la almohada
y mañana,
cuando soles de cristal
saquen brillo al lomo de los peces,
y las ventanas,
manden recados de luz a las paredes,
me agarraré al canto de la alondra
…. ¡ y que sea lo que la vida quiera!


                                                               Septiembre, 2016



Mas sueños. ilusiones y fantasías en el blog SOLILUNA  de Maribel



domingo, 4 de septiembre de 2016

PARA Mª DEL CARMEN NAZER



Me enteré de la muerte de Mª del Carmen gracias a una comunicación del día 26 de julio, de nuestra común amiga Maite Sánchez Romero (Volarela). Escribí ese mismo día a vuela dolida- pluma estas palabras que ahora, ordenador delante, puedo haceros llegar. No he querido ni añadir ni borrar nada de lo escrito. Espero que el retraso, no le reste ni un gramo ni al dolor ni al sentimiento.


Amiga del alma: supe de tu muerte y las gaviotas desordenaron su rumbo.

Parece mentira que el milagro de la poesía sea capaz de unir latidos y sentimientos de personas perdidas en el horizonte extenso del mar y, al tiempo, una negra guadaña cercene de raíz una vida que nos enseñaba a ser mejores.

La primeras palabras que me dedicaba en su comentario Mª del Carmen, terminaban regalándome besos del alma y !!!mucha luz!!!.

Con el tiempo pude comprobar que esa era su poesía y la forma de vida que se intuía en sus escritos, besos y caricias del sentimientos y raudales de claridades azules de mar y cielo.

Su tremenda sensibilidad terminaba por abarcar la belleza, el dolor, la tristeza, el amor, todo aquello, en fin, que marca las fronteras donde se ubica la existencia.

El escrito por el que la conocí, fue una carta a los Reyes Magos escrita en 2014, gracias a Mos, antiguo vecino de esta comunidad bloguera.

Al saber de su muerte, he vuelto a releer esa carta y no me resisto a transcribir su final:

“ Hoy he vuelto a pedirles algo que nunca me trajeron, o quizás nunca me atreví a decir:
¿Podrían hacer que mi mamá venga de donde sea que esté, para que una noche, una sola, antes de dormir, me arrope y me cuente un cuento?. Un cuento de hadas y princesas. Un cuento de luces.
Porque… ¿saben… queridos Reyes?, a estas alturas, después de tantas lágrimas, ya tengo urgencias de cielo y me gustaría emprender el viaje definitivo con el deber cumplido y las cuentas a mi favor.
Me despido, como me enseñaron a hacerlo en aquellas viejas cartitas.
Saludos a ustedes muy atentamente.


Ahora que te has ido, desearía tener tu fe, para preguntarle a las espumas, si se cumplieron tus deseos, pero este mar de luto se ha quedado silencioso y me temo que sin respuestas.


¡ Que el dios de todas las ausencias, te permita encontrar a tu madre, en cualquier Olimpo, en un tiempo de abrazos, cuentos de hadas, luces y primaveras ¡

sábado, 3 de septiembre de 2016

FIN DE VACACIONES



Vuelvo donde solía.
Vengo rebozado de arena y de sol. Tengo todavía chiribitas de estrellas en los ojos y la piel curtida de salitres y besos de espuma.

Vengo con la tristeza de saber, que mientras yo disfrutaba de esa mediterránea luz que tanto sabe de vida y sentimientos, fuera nos mordía con saña esa fiera, puta y compañera, a la que llamamos muerte.

Han sido malos tiempos, unas tristes vacaciones para la lirica.

Primero y más importante la muerte de Mª del Carmen Nazer. Esa incomprensible traición de la naturaleza, todavía no he logrado entenderla.

Ahora, desde su muerte, hay menos bondad en el mundo, la amistad pierde una defensora, el jade oscurece su brillante color verde y la poesía que inundaba su corazón y nos regalaba con latidos de belleza, ha muerto también un poco.

Y malos tiempos para la lirica flamenca.

Juan Peña, El Lebrijano, profundo conocedor de todos los cantes más puros y que quiso mostrar, consiguiéndolo, las raíces árabes del flamenco, se ha ido también en este fatídico verano.

José Meneses, otro grande que hizo del flamenco, pureza y compromiso, que supo llevar con su cante, la palabra de un pueblo sojuzgado hasta los más altos cenáculos intelectuales y que supo, junto a su letrista y amigo Francisco Moreno Galván, hacer que los jóvenes supieran de los “palos” del flamenco, al tiempo que se repartían consignas y verdades.

Juan Carmona Habichuela, patriarca de una larga familia de guitarristas flamencos. Flamenco por los cuatro costados, por si le faltaba algo, le dio por nacer en Granada, en la Cuesta de la Cava, junto al Albaicín.

Ya os podéis imaginar, de que manera sonaba su guitarra con estos ingredientes.

Pero la vida sigue, los he vuelto a escuchar a todos los que se fueron y al tiempo me he encontrado con alguna sorpresa, como la del piano de la joven Ariadna Castellanos, que no conocía. Os la recomiendo aunque no seáis aficionados  al flamenco, seguro que me lo agradeceréis.

Un poco de “jazz”, esta vez con el saxo de Stan Getz y sobre todo el sonido arrullador del mar en la noche.

Naturalmente he leído, entre temblores y pena, el poemario “Gotas de Jade” de Mª Carmen Nacer.

“Orento” otro libro de poesía de Jesús Andrés Pico Rebollo, donde recoge parte de su poesía premiada y editada en su blog. Poesía autentica y que nace de dentro, sin corsés académicos, que tiene la belleza de aquello que nace del sentimiento.

Me he reído (y mucho), con la “guasa” sureña de Eduardo Cruz, (Más claro agua), en su libro “Felicidades por tanto”, que a pesar de haber nacido en Miranda de Ebro, y debido a tanta Cruzcampo, va a terminar por confundir Fontibre con Cazorla.

Después “Donde los escorpiones”, lo último de Bevilacqua y la sargento Chamorro, que son mi debilidad.

“El Reino” de Emmanuel Carreré, un provocador libro sobre el cristianismo, mezcla de ensayo, novela, libro histórico, que sin embargo se lee con facilidad a pesar de su 516 páginas.

Llevo leído una tercera parte de “Manual para mujeres de la limpieza”, de la autora estadounidense Lucía Berlín. Una colección de relatos vividos que se salen de lo que uno entiende por relato digamos, “redondo”, pero que termina por que entendamos lo que solo ella ve y que es el verdadero meollo de su historia.

Tal parece que escribe a dentelladas, pero es que su vida es un constante zafarse de esas arteras dentelladas.

También he leído la insoportable retahíla de los políticos de turno. Pero esa es otra historia, que desde luego no pasará a los anales de la cordura, ni podrá encontrase en ninguna antología. ¡Ni en verano nos hemos podido evadir de sus memeces! ¡Que castigo!

Veréis que, salvo esto último, no he perdido el tiempo. El invierno se me antoja largo y hay que hacer acopio de claridades.