Esta semana estamos arreglando nuestros huertos y sembrando patatas, debido a la falta de agua casi no se puede plantar nada más, si no llueve no se podrá regar, las fuentes están a mínimos.
Hoy mientras mi marido pasaba el multicultor he estado leyendo a la sombra de este frondoso árbol
y bajo su sombra además de leer y admirar este paisaje tan majo y ese cielo tan azul, venían a mi pensamiento los años pasados por este territorio, lo jóvenes que éramos cuando vine por primera vez y como han pasado los años. Me miro al espejo y me dice lo mayorcica que me voy haciendo, en mi bigote salen las arrugas que llaman "el código de barras" uff que rabia, las manchas que denotan el envejecimiento de la piel. por otro lado estoy contenta, pues todas estas cosas son señal de que estoy viviendo y así he conocido la dicha de tener un nieto precioso.
He leído "El talento de Nano" de Mercedes Pinto, me ha gustado un montón,no me han gustado nunca los temas que tratan de niños, pero este me ha enganchado y he sacado cosas positivas de esta lectura