lunes, 27 de octubre de 2014

Club de lectura (estrena)

Primer llibre del club de lectura de novel·la negra de la biblioteca Pare Miquel d'Esplugues.
Comencem molt bé.
Fins el proper 18 de novembre

martes, 2 de septiembre de 2014

La duda

A vegades convé rellegir-ho:

"La única forma de librarse del martirio de la duda es decidirse de una vez por todas, sin darle más vueltas. Luego sólo hay que enfrentarse a las consecuencias que, por inevitables y por ya no estar en nuestra mano, siempre son mejor que esa corrosión persistente, inacabable, que es la duda".

Pero eso no cuenta. Formas del relámpago.

jueves, 15 de mayo de 2014

Pasar al otro lado,
recorrer el túnel,
con las paredes ensangrentadas de colores.


En algún lloc d'Esplugues

sábado, 19 de abril de 2014

Ressenya de la presentació de Maldita sea

publicada a http://www.elprataldia.com/2014/04/presentacio-del-llibre-maldita-sea.HTML

El passat 8 d'abril, a la sala d'actes del Cèntric Espai Cultural, es va fer la presentació de Maldita sea, l'obra que ha guanyat el VII Concurs de narrativa Delta 2013-2014, un premi literari per a dones que organitzen conjuntament cada dos anys nou ajuntaments del Baix Llobregat. Aquell dia, cap a les 7 de la tarda, en un acte sobri però elegant, s'arribava al final d'un camí inèdit per a la guanyadora d'aquesta edició, Sonia Martín Albà, veïna de Viladecans, doctora en Dret, llicenciada en Criminologia i treballadora de l'Administració de Justícia.

És clar que tant la formació com l'activitat professional de la Sonia han estat determinants a l'hora d'escriure aquesta intensa i ben documentada novel·la negra que ha permès que el Jurat es decantés per ella de forma pràcticament unànime entre la resta d'obres participants. Perquè precisament és aquest aspecte, el tractament del procediment d'investigació d'una sèrie d'assassinats de dones en diferents escenaris de la comarca del Baix Llobregat, un dels punts forts de la novel·la que l'autora recolza en una prosa fresca, clara i atrevida, visualment cinematogràfica que permet afrontar la lectura com si estiguéssim asseguts en el pati de butaques d'una sala de cine, sense poder apartar la vista de la pantalla.

Però no només això fa de Maldita sea una lectura prou recomanable, altres aspectes a destacar que enriqueixen la trama i li donen un notable plus d'originalitat a la història són el ritme vertiginós, l'alternança de veus narratives, els continus salts al passat en el rastreig de pistes per trobar a l'assassí i la definició dels personatges principals, especialment de la Paula, l'agent dels mossos d'esquadra que protagonitza aquesta novel·la i que fa pensar que no ha acabat de separar-se de a l'autora quan s'ha arribat al final.

Tot i que es podria dir que l'escriptura i l'estil de la Sonia encara estar per acabar de madurar (no oblidem que es tracta de la seva primera obra), apunta alt i ho fa segur en aquest gènere en el que ja ha demostrat la seva habilitat sustentada en una activitat professional que segur en endavant nodrirà d'històries potents els seus arguments.

Aquell dia 8, cap a les set de la tarda, s'arribava al final d'un camí però començava un altre per a la Sonia Martín Albà, de la que segur no ha de passar massa temps per tornar a tenir notícies de noves publicacions.

martes, 8 de abril de 2014

Presentació "Maldita Sea", de Sonia Martín Albà

Aquesta tarda a la sala d'actes del Cèntric
Demà ho parlem
 

domingo, 2 de marzo de 2014

EL EJÉRCITO AZUL

http://www.agitadoras.com/marzo%202014/JORDI.htm


Se instalaron en un enorme edificio que hay justo en la entrada de la ciudad. Allí donde terminan los quilómetros de autopista y el paisaje previo de polígonos industriales y nuevas zonas residenciales se humaniza anunciando el final del viaje. Donde las indicaciones alertan de que hay que ir reduciendo la velocidad y el tráfico es espeso como el agua que se agita y se enturbia cuando se acerca a la cresta de las cataratas.
No les hacía falta seguir adelante, aunque si lo hicieran, si mantuvieran la línea recta al divisar los primeros edificios a los dos lados de la avenida, las primeras señales de vida amable en las aceras y la línea de construcciones urbanas en el horizonte, descubrirían una ciudad hospitalaria, una civilización abierta, una cultura integradora y el verdadero significado de la convivencia. Descubrirían lo que tanto se afanaban en esconder para pregonar lo contrario. Por eso prefirieron quedarse al margen porque ese era su cometido, llenar un recinto de los pocos fieles que estando apretados parecerían más numerosos, convocar a los medios para multiplicar imágenes y mensajes, repartir banderas azules que no debían estar quietas y vitorear los anuncios de futuras cruzadas que dispensarían sus líderes desde el estrado, con las primeras notas de su himno profiriéndose en la megafonía.

Así lo hicieron. Sus contactos locales, tan afines a sus criterios, les esperaban a la puertas y desviaron a la derecha los destacamentos para desplegar su centro de operaciones con la mayor parte de sus generales que habían sido movilizados para su planificada demostración de fuerza. Se quedaron a las afueras, con el territorio disidente al alcance de su fuego pero con línea directa a la salida por si de pronto había que levantarlo todo y salir huyendo, como suelen hacer los ejércitos invasores que no acaban de dar el paso todavía, pero que amenazan con hacerlo.
Era sábado por la mañana cuando pasé junto a su campamento sin recordar que estaban allí parapetados desde el día de antes (algo había oído en las noticias) en uno de esos generosos pero muy esporádicos paseos matinales que le concedo a mi perro. Pasé de largo. Recuerdo que había llovido por la noche y el suelo estaba mojado. El cielo, todavía encapotado, anunciaba un empeoramiento climático a partir del mediodía, más lluvias que aunque muy localizadas podían ser intensas. Hacía algo de frío y por eso tampoco había demasiada gente por la calle, al menos no la que solía haber por allí los fines de semana.

Horas después, mientras comíamos en casa, pusimos las noticias y vimos fragmentos de sus enardecidas arengas en pleno acto, convenientemente aclamadas cuanto más bélicas se tornaban sus proclamas, como más envenenados salían expulsados los dardos de sus cerbatanas. Sus contactos locales, representantes en el territorio, delegaciones establecidas, o como quiera que puedan llamarse, eran los que más estiraban sus cuellos cuando se disparaban los flashes de las fotos y los que más gasolina derramaban en la fogosidad de sus discursos, como suele pasar en los ejércitos invasores cuando, tras la última batalla, una previsible victoria en el arrasado campo de batalla les daría a ellos el mejor de los destinos. Los enmudecimos a todos con el mando a distancia y seguimos comiendo.

Ya de noche apagué mi portátil y crucé el comedor en dirección a la cocina. Mi perro dormía en su capazo y mi hijo, tumbado en el sofá y a oscuras, veía en el televisor una serie americana. Le pregunté que estaba viendo y me explicó en apenas un minuto el argumento. Una serie de naves extraterrestres se habían posado en el cielo sobre las principales ciudades del mundo y se presentaban ante los habitantes de la tierra como seres amigables que querían compartir su avanzada tecnología desplegando todo tipo de estrategias seductoras para engañarlos y después llevar a cabo sus verdaderas intenciones, que no eran otras que hacer de la tierra su fuente de alimento. Sólo unos pocos grupos subversivos parecían darse cuenta y se organizaban en la clandestinidad para revelarse. Porque los visitantes son malos, me dijo mi hijo sin apartar los ojos de la pantalla. Le expliqué que cuando tenía su edad ya había visto una versión antigua de esa serie. Aquella en que los atractivos seres que venían de afuera, cuando no los veía nadie, se tragaban ratones enteros o se arrancaban el disfraz para descubrir al espectador (que no a los habitantes de la tierra) su verdadero aspecto de lagarto. Me miró como si le hablara en chino, quizá en esta versión moderna su forma de mostrar su verdadera condición malvada se hubiera sofisticado.
Al día siguiente, domingo, volví a pasar por la zona del campamento y estaba vacío. Se habían marchado, habían cumplido su objetivo y se fueron por donde dos días antes habían venido. En el enorme edificio y sus inmediaciones ya no quedaba más rastro que algunas pancartas pendientes de descolgar y esas muestras de orden desatinado que dejan las fugas que se hacen con precipitación, las huidas frías que no requieren de la formalidad de las despedidas. Recuerdo que hacía sol y que si tenía que volver a llover no parecía que tuviera que hacerlo en unos días, aunque todavía quedaban charcos en el suelo. Las aceras se habían llenado otra vez de los paseantes habituales y la vida tranquila volvía a conquistar el espacio ensombrecido por los cielos grises y las amenazas de los dos días anteriores. Se habían marchado como si nunca hubieran estado allí, pero sabían el camino y en cualquier momento podían volver, como vuelven los ejércitos enemigos que se saben más poderosos que su adversario. 

miércoles, 12 de febrero de 2014

L'Afer Whitstone, del Carles Estrada

Demà dijous dia 13 presentem la primera novel·la del Carles Estrada, l'Afer Whitestone, a les 7 de la tarda a la llibreria Drac del Prat de Llobregat.

Londres, 1966. Un jove periodista surt a prendre l'aire a les sis del matí al voltant del llac Whitestone, desprès de passar una nit de desfase en la festa de cap d'any de casa d'un amic. En el seu passeig troba el cadáver d'una noia en un banc al costat del llac i se l'emporta. Un cadáver que resulta no estar tant mort. Així comença l'Afer Whitestone una novel·la de prosa directa, ágil i fresca, d'alta intensitat narrativa i sense concesions a la descripció i als mecanismes poètics, un plantejament quasi cinematogràfic en el que la trama es desdobla en dos plànols superposats, el real i el fantàstic que es barrejen constantment. Entre un bon grapat de personatges secundaris que habiten tant un com l'altre plànol, trobem a la parella protagonista, el Paul, un tipus amant de la bona vida i dels seus excesos, amb tendències masclistes i amb un taranna covard, amant del fútbol anglés i en concret del Fulham, els seu equip del cor, i la Sirke, l'enigmàtica noia que parla una llengua extranya i que arrossega al Paul a les derives fantàstiques de la trama, que seran el blanc d'una persecució que els portarà a viure un seguit d'aventures amb la sensació permanent de que tenen als seus botxins molt, molt a prop. Com a lectors, ens veiem també arrossegats a acompanyar-los en tot moment, agafats de la ma del Paul i veient pels seus ulls mentre gaudim del seu àcid sentit de l'humor i alhora que, com ell, no podem apartar la mirada de la Sirke.

 Sense dubte una proposta literaria original, innovadora i interessant.

https://www.facebook.com/groups/203373853170169/?fref=ts

miércoles, 8 de enero de 2014

......Como la respuesta a la pregunta de si locura y maldad son dos cosas distintas o si, simplemente, habremos decidido llamar locura a los casos en que no entendemos la finalidad de la destrucción. Somos capaces de entender que alguien suelte una bomba atómica sobre una ciudad llena de civiles inocentes, pero no que otros se dediquen a acuchillar prostitutas portadoras de enfermedades y de decadencia en los barrios bajos de Londres. Por eso lo primero recibe el nombre de realismo y lo segundo, el de locura....


El muñeco de nieve, Jo Nesbo

martes, 3 de diciembre de 2013

Amor extremo (microrrelato)


No me abandones, me suplicó mientras desde el filo de la ventana la empujaba al vacío.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Fallat el VII Premi Delta de narrativa escrita per dones

Desprès del procés de lectura de les 18 obres presentades, ahir es va celebrar la reunió del Jurat del VII Premi Delta de narrativa escrita per dones, just abans que acabés el termini i haver d'explicar-ho a les persones representants dels ajuntaments convocants del premi que esperaven a la sala del costat.
Tot i estar permanentment en connexió durant aquests dos mesos per mitjà de la plataforma virtual on intercanviàvem les opinions de les lectures, i que en moments ha tret fum, no s'ha arribat a un consens fins just abans d'anunciar-ho. Escollir la guanyadora ha estat més fàcil, la finalista ens ho ha posat una mica més complicat. En tot cas, tant en una com en l'altra pot haver sorpreses.
Ha estat una experiència nova la de formar part d'un jurat d'un premi literari com aquest, intensa i alhora gratificant. En qualsevol cas molt interessant.
El proper dilluns a les 7 de la tarda es farà el lliurament de premis al Cèntric Espai Cultural, del Prat de Llobregat. No ens ho perdrem.





miércoles, 26 de junio de 2013

Davig Lagmanovich: Decálogo del microrrelato

1- No existe una descripción minuciosa de las circunstancias
2- No existe la construcción de un personaje, ni individual ni colectivo. Introducir a los personajes violentamente sin morosas descripciones.
3- El truco del escritor de microrrelatos consiste en agregar todas las palabras necesarias y ninguna de las innecesarias.
4- La minificción está rodeada de silencio; no ofrece cabida a digresiones ni circunloquios.
5- No impide la existencia de una voz narrativa, por lo general omnisciente.
6- Tres momentos o puntos de inflexión: el que presenta una situación determinada; el que indica la aparición de un elemento que perturba el orden establecido; y un momento final, ya sea que éste implique una decisión a favor de una de las entidades contrastantes, o bien una neutralización de los opuestos.
7- Su entrada o comienzo: se prefiere del tipo in media res o continuación de algo.
8- Dos posibles finales: un final "de confirmación", un desenlace que mantenga el tono y la coherencia; un final "de ruptura", que no mantenga el tono y la coherencia. Además de finales "cerrados" y "abiertos".
9- La importancia del título como elemento de la construcción; el título orienta a la lectura.
10- El tema de un microrrelato aparece como núcleo nebuloso de significación: una intuición que gira alrededor de una palabra, de una noción o de un personaje.

Conclusión: un título, que se supone significativo y orientador, generalmente in media res; un desarrollo, caracterizado por las nociones de concisión, simplicidad sintáctica y velocidad; y un final, que puede ser conclusivo o abierto.  

sábado, 8 de junio de 2013

lunes, 13 de mayo de 2013

Clase de microrrelato

La escritora mexicana Ana María Shua imparte una clase magistral de microrelato en la Escuela de Escritores de Madrid

martes, 2 de abril de 2013

Aunque tú no lo sepas

 

Era la banda sonora de los trayectos en coche de casa de mis padres a la mía. Los que hacía al regresar de recoger a mi hijo para llevármelo a casa al salir del trabajo, cuando todavía no tenía edad para las guarderías. Tumbado y bien amarrado en el maxicosi que colocaba en el asiento delantero, en posición invertida como marca la normativa (la de entonces, no sé si ha cambiado ahora) le ponía en el CD esta canción. De reojo notaba como, con expresión seria, me miraba fijamente como si estuviera analizando y procesando cada uno de mis movimientos al hacer la segunda voz de Enrique Urquijo, sin desatender las peripecias del tráfico, y le arrebataba una de esas sonrisas de bebé que tanto cuestan de conseguir cuando de pronto, sin dejar de cantar, lo miraba.
Luego la voz de Enrique Urquijo se apagó y Los Secretos perdieron para siempre su capacidad de seducirme y poco a poco fui desentendiéndome de cada una de sus noticias, de sus discos nuevos. Pero cada vez que la escucho vuelvo a ponerme al volante de mi coche hace catorce años y, sin desatender las peripecias del tráfico, alargo la mano y me parece tocar la estructura de plástico del maxicosi que tengo al lado, donde tumbado y bien amarrado está el cuerpo de bebé de mi hijo que sonríe tan pronto como empiezo a cantarle aquello de aunque tú no lo sepas.
Alguien me la ha hecho recordar hoy. Nos conocemos hace un tiempo y hemos vivido momentos intensos pero hasta hoy no habíamos descubierto que compartíamos afición por Los Secretos, por Enrique Urquijo y más en concreto por esta canción.

 
 

martes, 5 de febrero de 2013

Crónica personal bcnegra primer día


Cuatro de la tarde del lunes cuatro de febrero. Primer día de bcnegra en La capella y cuando llego la sala, de capacidad para 400 personas, está más o menos a mitad del aforo (a poco de empezar la primera mesa redonda llegaría a los tres cuartos). He hecho un hueco en esa mezcla de actividades laborales, lúdicas y domésticas que estructuran mis días para reservarme esta primera tarde, hasta donde pueda, hasta donde mi conciencia y el previsible margen de horas nocturnas que deba entregar para recuperar lo que no haya hecho por la tarde me lo permita. El espacio tiene la luz y el ambiente adecuado para operaciones negrocriminales, semi oscuro, místico, tenebroso y, por suerte, no hace el frío del año pasado que congelaba los dedos de pies y manos y no nos invitaba precisamente a despojarnos de nuestras chaquetas.
En la tarima ya están tomando posiciones. Me apresuro a recoger mi aparato de traducción simultánea que compense mi limitada capacidad para los idiomas, sin distinción, y me dirijo a una silla al final de las filas ocupadas, por esa vieja costumbre escolar de la que nunca he conseguido desprenderme de sentarme en las últimas filas de las aulas.
La primera de las mesas redondas va sobre tipos de veneno y su uso en la novela negra. Paco Camarasa el comisario de bcnegra toma posiciones junto al micro fijo de la tarima para hacer esta primera presentación. El acto se hace íntegramente en castellano. Hago un paréntesis para elogiar el estilo de este personaje que en adelante aparecerá en los principios y finales de los actos y desaparecerá en los durantes. Su omnipresencia hace que todo ruede sin interrupciones ni contratiempos, que el rumbo se mantenga. Sus intervenciones son justas pero precisas, acertadas, inteligentes, bien condimentadas de ironía. En la tarima toma la palabra una tal Fátima Llambrich, periodista, que conduce bien a los dos ponentes, expertos en química y toxicología. Hago otro paréntesis para elogiar también el haber escogido tan bien a los invitados, de ésta y las mesas siguientes, y de la gran capacidad de los moderadores para conducirlas. Si a esto le sumamos una organización impecable la cosa promete y mucho. Aparte de las referencias a las novelas de Agatha Christie la mesa se desvía más bien a los tipos de veneno que existen, o mejor dicho los tipos de sustancias capaces de hacer estragos en el organismo y su uso, más que en la literatura, en la vida real poniendo como ejemplos diversos casos ocurridos. Es decir, más que hablar de qué utilizan los escritores en sus novelas negras se habla de qué han utilizado los que han matado con este procedimiento y cuáles son las tendencias actuales, para deleite, probablemente, de diversos tipos de futuros homicidas o de psicópatas que debe haber desperdigados por la sala. La ponencia invita. Gran capacidad técnica de los dos invitados con una buenas exposición y destreza para afrontar la nutrida rueda de preguntas (algunas no demasiado acertadas) de los minutos finales. Me esperaba un poco más pero no puedo decir que haya perdido el tiempo.

Siguiendo las indicaciones del comisario estiro un momento las piernas y al poco ya están desfilando por un pasillo lateral los componentes de la mesa siguiente: la taula dels debutants, según el título. Un francés, un italiano y un catalán (no es un chiste), Delplanque,  Soriga i Llort, jóvenes autores para hablar de sus primeras novelas negras. El moderador, Carlos Zanón, autor entre otras de la novela negra No llames a casa, de la que ya hice una entrada en este blog, reparte bien el juego y los tres se apuntan rápido, y lo hacen con humildad y con ganas que tanto una cosa como la otra se agradece, para hablar de sus obras respectivas en un acto que poco a poco traspasa la pauta de las intervenciones ordenadas y va adquiriendo el formato de debate con aportaciones torrenciales y cruzadas que lo enriquece. Casi un brainstorming. Interesante, muy interesante oírles hablar de sus metodologías a la hora de afrontar la escritura, de sus diferencias, de sus especificidades, y reconforta que digan que no planifican demasiado a la hora de ponerse, que un poco sí, lo suficiente para poder escribir después con libertad, para coger los caminos que se les van abriendo delante conforme avanzan. Escribir con brújula y no con mapa, como dice Zanón en un momento intenso del debate. Y más Delplanque, más tendente a la improvisación, a dejarse llevar por su personaje. Se habla de Tarantino, de Frank Zappa, de viagra. La satisfacción de haber venido va dejando paso a la euforia y por eso decido quedarme sin duda al tercer acto. Este segundo ha sido en catalán, francés e italiano, y hemos estrenado los aparatitos de la traducción simultánea aunque veo mucha gente que no lo utiliza, la mayoría de los presentes: será que entienden lo suficiente el francés y el italiano o es que no tienen excesivo interés por lo que dicen. Por cierto, el aforo a estas alturas ya tiene bastante mejor pinta.
Antes, Camarasa interviene para comunicar que el cuarto acto no se celebrará en La Capella, sino que se hará en el Arteria Paral·lel, a diez minutos andando, más de trescientas personas atravesando un barrio tan negrocriminal como es el Raval, curiosa escena que no veré. El acto va de la Corrupción y, dada la actualidad del tema, se prevé que el público desborde el aforo. Acertado cambio de escenario.

Tercer acto. Difícil superar el anterior pero así es. Muy bien moderado por el periodista Toni Puntí asistimos a un “duelo” entre una escritora novel, Dolores Redondo y su obra El guardián invisible y Andreu Martín y su Sociedad Secreta. Esto ya está en su punto álgido. Va del silencio, del silencio de los parajes boscosos de la primera novela y de las mafias chinas de la segunda. En medio de los dos la comisaria, con atuendo reglamentario, de los mossos Cristina Manresa (algún día tengo que ponerme en contacto con ella). Muy interesante sus aportaciones aunque prudente a la hora de dar detalles de las mafias chinas de Barcelona. Un poco más se estira Andreu Martín en este tema. Dan muchas ganas de leerse ya las dos obras igual que las tres de la mesa anterior, pero habrá que establecer un orden cuando todo esto acabe. Descubro cosas como que hay un club de lectura de novela negra de los mossos, que los escritores se documentan con gente de las capas altas de la policía y que hay una cierta conexión mágica entre ambos, que hay autores que cuando presentan su novela ya tienen escrita la segunda. Curiosa pregunta que hace el moderador a la comisaria hacia el final del acto: ¿aprendéis de los escritores de novela negra?

Y ya no puedo quedarme más a pesar de mis ganas de seguir. Cual cenicienta al filo de la medianoche salgo rápidamente en dirección a dónde he aparcado la moto. Mis actividades laborales y domésticas, ya no las lúdicas, ya no esperan. Mañana será otro día.
Larga vida a bcnegra.

viernes, 1 de febrero de 2013

miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA ORILLA DE LAS PALABRAS de Óscar Sotillos


“Los caminos, como la memoria, hay que transitarlos para que no desaparezcan”. La cita que subrayé con lápiz (una antigua y poco original manía que tengo cuando leo) es de uno de los cuentos del libro LA FRUTA DEL TIEMPO del escritor barcelonés Óscar Sotillos. A Óscar lo he visto sólo tres veces en mi vida, pero las tres han sido momentos especiales.
Lo conocí en una lectura de escritores canarios y catalanes organizada por la editorial Baile del Sol en una biblioteca del barri gótic, poco después de que a los dos esa editorial nos hubiera publicado con poco tiempo de diferencia, en el 2008. En esa lectura, a la que yo acudí sólo, me bastaron pocos minutos para ver que destacaba por encima de los demás. Quizá fue una cuestión de actitud, quizá la manera entregada de afrontar la lectura de sus textos con forma de regalo al que atiende más que de trámite, quizá el séquito que le seguía y le escuchaba con tanta atención como orgullo de poder acompañarlo. Esa primera vez, en la que nos intercambiamos nuestros libros al acabar la lectura, fue un punto a partir de cual nuestros caminos se separaban para volver a acercarse más tarde en varias ocasiones, como ríos que se bifurcan para seguir a partir de allí su propio cauce.

La segunda vez lo vi porque me acerqué a la presentación de su libro en una librería cerca de la Plaça Catalunya. No pude quedarme hasta el final pero se sacó de la manga una presentación atípica y emotiva, sin necesidad de rodearse de padrinos ni personajes ilustres que le cubrieran, él sólo y de pie delante del auditorio, con el único acompañamiento de los esporádicos acordes de guitarra de alguien que estaba a su lado (¿estaba también el día de la lectura?), el autor explicando directamente su obra sin ningún tipo de artificio, la desnudez absoluta en un ambiente mágico que él mismo había creado.
La tercera vez coincidimos en unas firmas del día de Sant Jordi en la rambla del Raval. Coincidimos porque él me invitó a participar y el curso de nuestros ríos volvió a estar muy cerca. Había otros escritores en la caseta, pero era fácil darse cuenta de que él era el alma de ese montaje. Tengo muy presente nuestra charla sobre nuestros proyectos y recuerdo que me habló de una novela que había terminado. Esa fue la última vez que nos hemos visto.

Después contactó conmigo y me invitó a colaborar en esa aventura que fue 7 VOCES aunque como tal aventura ya estaba viviendo sus últimos momentos, y lo encontré también en un número de la revista digital AGITADORAS, donde a veces aparecen cosas mías, con una aportación creativa magnífica, un cuento sobre el maltrato. Hemos intercambiado algunos mails, sobre todo a  partir de recibir el premio por aquella novela de la que me había hablado el día de las firmas. En uno de los mails me dijo que me enviaría un ejemplar dada la dificultad de encontrarla en librerías. No tuve que esperar demasiados días para tenerla en las manos, dedicada, y creo que aunque yo haya regalado unos cuantos libros éste es el único libro que un autor me ha regalado a mí.
Pero la intención al empezar a escribir esta entrada era hablar de ese libro, LA ORILLA DE LAS PALABRAS, y pasa que ahora ya se me acaba el espacio si pretendo que esto no se me alargue, pero tampoco quiero renunciar a lo escrito. Me gustó mucho LA FRUTA DEL TIEMPO, no se si llegué a decírselo, a veces soy así de desatento, era diferente, un original libro de cuentos que rompía los límites y eludía cualquier norma, con microcuentos de dos líneas y casi novelas de setenta y pico páginas, variado y jugoso. Ahora he tenido el placer de leer LA ORILLA DE LAS PALABRAS, un viaje por la infancia, adolescencia y juventud en la que me he reconocido en muchas de las situaciones que explica porque me ha permitido desempolvar recuerdos de esa época que yo también viví. No sé que porcentaje de autobiografía hay en la novela pero probablemente no sea poco. Coincido totalmente que es una novela hermosa y muy bien escrita, como dijo Luis Mateo Díez, pero además es una novela que va ganando conforme avanza, que lejos de tener la tentación de dejarla uno se va involucrando, se va sumergiendo hasta que no apetece mucho salir del agua, como esos días de playa en los que el agua está calentita y afuera corre un aire algo frío.

Leo en alguna entrevista sobre nuevos proyectos de Óscar, una novela juvenil, un libro de viajes, relatos, su blog de poesía visual elpixelenelojo.blogspot.com, y da la sensación que con esa facilidad de explicar y ese pulso narrativo que tiene la novela podría afrontar con éxito lo que quisiera, por diferente que fuera.

viernes, 7 de diciembre de 2012

LO IMPOSIBLE


Pues a mí no me gustó LO IMPOSIBLE.
Pero asumo que será cosa mía, que estoy totalmente equivocado porque no he encontrado a nadie que comparta mi opinión al respecto, ni sondeando amigos, conocidos y compañeros de trabajo ni buscando las críticas especializadas en internet. Así que, supongo que al decirlo, la estaré cagando, que será que no tengo ni idea. Pero ya que estoy aprovecho para decir que aparte de una buena recreación de la escena del tsunami, mucho más verosímil e intensa, eso sí, que la de MAS ALLÁ DE LA VIDA de Clint Eastwood, una vez el rugido de la naturaleza enmudece y las aguas se amansan, la película entra en una larga fase melodramática que a mi me recordó esos telefilmes de sobremesa de domingos por la tarde (ahora creo que sábados) en los que abundaban los tópicos y se buscaba la lágrima fácil, por ejemplo la escena en la que los protas se buscan cruzándose entre la gente sin encontrarse hasta que, claro, acaban encontrándose y fundiéndose en un sentido abrazo. No sé, tal como se explica la historia no se me acaba de hacer creíble, aunque dicen que está fielmente basada en la historia real de una familia que, además, vive muy cerca de mi casa. Pero ya lo he dicho, qué sabré yo, es cosa mía.

lunes, 26 de noviembre de 2012

EN LA CASA

Alguien me dijo que no me la perdiera.
EN LA CASA es una película del director francés François Ozon con un argumento simple: un profesor de literatura de instituto desencantado de sus alumnos y escritor frustrado que se quedó en la publicación de un único libro hace ya demasiado tiempo y que pasó desapercibido descubre, a partir de un ejercicio de redacción en una de sus clases, a un misterioso alumno aventajado que le va fascinando poco a poco y por el que siente una atracción especial. Este es el punto de partida de una película sobre literatura, o más bien sobre la creación literaria, sobre el acto de escribir, en la que partiendo de ese descubrimiento arranca una historia donde la realidad y la ficción transcurren en paralelo y se entrelazan cada vez más hasta que nos hace levantar los pies del suelo y dudar si lo que estamos viendo es lo se está escribiendo o lo que de verdad está pasando. Un juego de espejos donde se confunde qué es lo que se refleja en qué, si es la realidad la que ejerce su influencia en la ficción o si es todo lo contrario.
La realidad como base de la ficción, el transcurrir cotidiano de gente normal como inspiración, las personas de nuestro alrededor como protagonistas de nuestro relato, y la observación constante como motor de la historia. Ficción y realidad como dos estados que se retroalimentan, que se necesitan.
Y la escritura como escape, como fuga de la propia realidad cuando ésta nos es desagradable, cuando nos inmoviliza. La posibilidad de salir de allí y vivir otras vidas mejores, aparentemente mejores.
No es sólo una película para ver, es una película para paladear, para encontrar el gusto de cada detalle antes de su digestión.
Un buen final es aquel que tiene la capacidad de sorprender al lector pero a la vez es el que mejor encaja, algo así dice el personaje protagonista en una de las lecciones particulares medio improvisadas en los pasillos del instituto. Porque EN LA CASA no es sólo una película genial en su sencillez sinó que es una verdadera lección de escritura creativa en apenas hora y media.
Una película mágica que a la vez pone sobre la mesa diversas taras de las relaciones humanas actuales, la ambición, la frustación, la insatisfacción, los problemas de pareja, el desmoronamiento del modelo vital en el que a veces se sustenta la clase media. Todo narrado sin prisa, sin dejarse nada y con un ritmo preciso y que va adquiriendo toques de Hitchcock conforme avanza la trama, conforme se escribe la historia. Y una escena final impresionante, cómo es posible decir tanto, narrar tanto en una sola escena, recapitularlo todo en una sola imagen y darle esa puntilla tan perfecta. Ese final rotundo.
Genial, y creo que todavía está en cartelera.

domingo, 25 de noviembre de 2012

FIN


Es el riesgo de ver una película después de haber leído el libro y, además, esperar el estreno durante meses con muchas expectativas. El viernes, día del estreno, fui a ver FIN, la película de Jorge Torregrosa basada en la exitosa novela de David Monteagudo.
En su momento ya dije que no tenía muy claro si la novela me había gustado o no, la leí entera y con mucho interés hasta el final pero salí de ella como se sale de uno de esos restaurantes donde has comido más o menos bien pero te has quedado con una cierta incómoda sensacion de hambre. El tema del apocalipsis empieza a estar un poco trillado pero en la novela tiene un enfoque que le da un matiz interesante, en lugar de ataques aliénigenas o hordas de infectados simplemente se desaparece, uno a uno, hasta que no va quedando nadie.
Una novela tentadora de ser llevada al cine, una historia seguramente apetecible de rodar, pero con trampa. Porque más allá de narrar la historia de los amigos que se reencuentran después de veinte años en una casa en la montaña y donde pronto, y demasiado pronto como para ser bien digerido, empiezan a aflorar los malos rollos entre ellos, la primera de las desapariciones y el viaje hacia una supuesta civilización para encontrar ayudas y respuestas, la película tenía que haber conseguido reflejar otros aspectos más sutiles que le hubieran dado la consistencia necesaria para que atrapara.
Al margen de algunas muy dignas interpretaciones y una ambientación acertada, a la película le falta bastante. Le falta por ejemplo encontrar el ritmo que quizá se echa a perder por la precipitación de querer contar toda la historia en un metraje demasiado corto, le falta lograr la tensión que la historia pide, no es que la película aburra pero es que no nos da la sensación de estar a las puertas del FIN y, para mí lo más importante, le falta transmitir la amenaza y la fragilidad del ser humano, la amenaza de la naturaleza, la amenaza del mundo animal que en el libro sí se consigue (cambiar la jauría de galgos de la novela por unos cuantos pastores alemanes hace que se pierda ese sensación de terror emergente y explosivo). Tampoco he encontrado acertados lo pequeños cambios que la película hace respecto a la novela, no parece que consigan lo que pretenden, al menos para alguien que la ha leído. Aunque, como he dicho, el libro tiene trampa. Algunas aspectos ya son difusos en el libro: la historia del profeta, por ejemplo, o un final un punto decepcionante.
Creo que por la reacción del público al salir del cine, mi apreciación después de ver la película fue bastante compartida, caras de indiferencia, algún silbido y comentarios de cierta desilusión saliendo por la puerta de emergencia en dirección a la calle.
Al llegar a casa entro en internet y busco críticas para ver si es cosa mía o es de la película y, por lo que encuentro, tampoco me queda demasiado claro.

http://www.klownsasesinos.com/pelicula/fin-2012/

el director navega sin rumbo entre el thriller de misterio y el drama existencial sin encontrar nunca el tono adecuado a pesar de atisbarse ciertos detalles indiciarios del mismo; la poderosa fotografía y la apetecible banda sonora se ven seriamente afectadas por un ritmo lineal que lejos de mantener la tensión desubica constantemente al espectador, sucediéndose hechos que contradicen lo desvelado con anterioridad.

Aunque la intríngulis resida en un hecho conocido no deja de antojarse apasionante y absorbente, pero la narrativa empleada no convence lo más mínimo, obstaculizando las destacables interpretaciones de Maribel Verdú y Antonio Garrido; las diversas facetas positivas permanecen en la sombra mientras los errores brillan sin cesar, provocando el descontento y facilitando la elaboración de reproches.

http://www.culturamas.es/blog/2012/11/23/133555/

dosifica la tensión con gran maestría, esta acompaña al espectador durante casi toda la película sin darle apenas tregua. Acertados planos cortos transmiten a la perfección el miedo, el dolor e incluso la ansiedad que padecen con gran intensidad los protagonistas de esta película, mezclándose con la grandiosidad de impactantes imágenes panorámicas que en algunos momentos llegan a adquirir tintes pictóricos.

esta película nos permite bucear en lo que supone el olvido de las personas que un día fueron importantes, haciendo que el espectador pueda percibir la profundidad de una historia que a simple vista pudiera parecer una trama de misterio al más puro estilo Hitchcock.

http://www.notasdecine.es/91431/criticas/critica-fin/

Su inicio desprende interés pero las promesas acaban hundiéndose en un mar de irrelevancia. Falta nervio en la puesta en escena, sutileza en los diálogos y, en definitiva, algo distinto y emocionante. Los actores hacen lo que pueden teniendo que recitar frases lapidarias con más frecuencia de la deseable, mientras la historia se encamina a un desenlace que, sin estar mal facturado ni dejar de desprender cierto halo metafórico, deja, como todo lo demás, una sensación de indiferencia que es la puntilla para un largometraje del que será difícil recordar algo de aquí a pocos meses
"Pienso que es bueno que en un relato haya un leve aire de amenaza... Debe haber tensión, una sensación de que algo es inminente"

Raymond Carver

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