lunes, 26 de octubre de 2015

Díselo ahora



Muchas veces evitamos recordar para no llorar. No queremos recordar para que no afloren sentimientos que habíamos congelado. Porque la vida sigue y no queremos volver la vista atrás para contemplar lo que hemos perdido.

Cuántas frases dejamos en el aire. Cuántas palabras se quedaron sin pronunciar y ahora desearíamos decirlas cuando ya es demasiado tarde. Sientes el deseo de decirle “te quiero” cuando sus ojos no volverán a mirarte. Esos ojos que se cerraron en tu ausencia mientras estabas durmiendo, poco antes de que te despertara el teléfono porque te llamaron del hospital para decirte que ya se había ido. Y cuando le volviste a ver, lo que tenías ante ti ya no era él o ella sino algo más parecido a un muñeco de cera que ya no te volvería a contar aquellas historias, mil veces repetidas, a las que ya apenas prestabas atención por conocidas y porque su memoria le jugaba malas pasadas y trastocaba la realidad.

Y solo pensamos en ello cuando ya no están y quisiéramos que todavía estuvieran. Cuando les añoramos. Pero lo peor de todo es que si volviéramos al pasado, si tuviéramos una segunda oportunidad, posiblemente cometeríamos el mismo error. Quizá preferimos no pensar en ello, para no sentirnos más culpables todavía. Porque la vida sigue y no queremos volver la vista atrás para contemplar nuestros errores y nuestros vacíos.

¿Acaso solo somos capaces de sentir y dar amor a los que ya no están para recibirlo?

Digamos “te quiero” ahora que todavía no es demasiado tarde.

Díselo ahora, todavía estás a tiempo.