He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, sólo convertirme en
alguien a quien se puede amar; el resto depende de los otros.
He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos
no se preocuparán por mí.
He aprendido que puede requerir años para construir la confianza y
únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida, no son las cosas
que tengo alrededor sino las personas que tengo alrededor.
He aprendido que puedo encantar a la gente por unos 15 minutos, después de
eso necesito poder hacer más.
He aprendido que no debo compararme con lo mejor de lo que hacen los
demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo.
He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede sino lo que hago
al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan
dolor durante toda la vida.
He aprendido que es importante practicar permanentemente para convertirme
en la persona que yo quiero ser.
He aprendido que es muchísimo más fácil reaccionar que pensar… y más
satisfactorio pensar que reaccionar.
He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con
palabras amorosas; podría ser la última vez que las veo.
He aprendido que siempre puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé
posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el
sentimiento que tenga.
He aprendido que, o controlo mis actitudes o ellas me controlan a mí.
He aprendido que por más apasionada que sea la relación en un principio, la
pasión se desvanece y algo más debe tomar su lugar.
He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que
están convencidos, a pesar de las consecuencias.
He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.
He aprendido que el dinero es un pésimo indicador de valor de algo o
alguien.
He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa, o no hacer
nada, y tener el mejor de los momentos.
He aprendido que a veces las personas que creo que me van a patear cuando
estoy caído, son aquellas que me ayudan a levantar.
He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojado, mas
no el derecho de ser cruel.
He aprendido que la verdadera amistad y el verdadero amor, continúan
creciendo a pesar de la distancia.
He aprendido que simplemente porque alguien no me ama de la manera en que
yo quisiera no significa que no me ama a su manera.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he
tenido y aquello que he aprendido de ellas que con el número de años cumplidos.
He aprendido que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son tontos;
pocas cosas son más humillantes y qué tragedia sería si él lo creyera.
He aprendido que mi familia no siempre estará pendiente de mí, mientras
otras personas no relacionadas suelen preocuparse por mí, amarme y enseñarme a
confiar de nuevo.
He aprendido que por bueno que sea el buen amigo, tarde o temprano me voy a
sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; siempre
tengo que perdonarme a mí mismo.
He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene
por mi dolor.
He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias pueden haber
influenciado en lo que soy, yo soy responsable de lo que llego a ser.
He aprendido que a veces cuando mis amigos se pelean, estoy obligado a
tomar partido aun cuando no lo deseo.
He aprendido que simplemente porque dos personas pelean, no significa que
no se aman la una a la otra; y simplemente porque dos personas no discuten, no
significa que sí se aman.
He aprendido que no tengo que cambiar de amigos si comprendo que los amigos
cambian.
He aprendido que no debe afanarme averiguar un secreto; podría cambiar mi
vida para siempre.
He aprendido que dos personas pueden mirar a la misma cosa y ver algo
totalmente diferente.
He aprendido que por más que trato de proteger a mis hijos, ellos eventualmente
se lastiman y con eso me lastimo en el proceso.
He aprendido que hay muchas maneras de enamorarse y permanecer enamorado.
He aprendido que sin importar las consecuencias, cuando soy honesto conmigo
mismo llego más lejos en la vida.
He aprendido que muchas cosas pueden ser generadas por la mente; el truco
es el autodominio.
He aprendido que por muchos amigos que tenga, si me convierto en su
salvador, me sentiré solitario y perdido en los momentos en los que más
los necesite.
He aprendido que puedo cambiar mi vida en cuestión de horas ante la
influencia de personas que ni siquiera me conocen.
He aprendido que aún cuando pienso que no puedo dar más, cuando un amigo
pide ayuda, logro encontrar la fortaleza para ayudarlo.
He aprendido que tanto escribir como hablar puede aliviar los dolores
emocionales.
He aprendido que el paradigma en el que vivo no es la única opción que
tengo.
He aprendido que los títulos sobre la pared no nos convierten en seres
humanos decentes.
He aprendido que aunque la palabra «amor» pueda tener diferentes
significados, pierde su valor cuando se usa con ligereza.
He aprendido que es muy difícil determinar dónde fijar el límite entre no
herir los sentimientos de los demás y defender lo que creo.
He aprendido... que nunca dejaré de aprender.
Con amor, 4s