¿Cuantos vídeos e imágenes de cámaras sumergidas, congeladas o empapadas de agua podemos ver en internet? ¿Cuantas veces leemos que tal o cual lente o cuerpo de cámara que se lanza al mercado tiene las juntas selladas para hacerle resistente al paso del agua?
Pues desgraciadamente hace un par de semanas le hice un test de resistencia a la 7DMKII y al recién adquirido Tokina 12-28mm f4 los cuales se "tiraron de cabeza" a un precioso arroyo de aguas cristalinas en un lugar apartado en las estribaciones de Picos de Europa.
Fueron unos pocos segundos los que el equipo buceo pero los suficientes para percibir que había entrado agua en el equipo.
La 7D MkII empezó a mostrar comportamientos anómalos mostrando parámetros diferentes a los seleccionados en mi configuración personal, dejó de funcionar la limpieza de sensor y lo más preocupante; ponía el interruptor en OFF y la 7D seguía a su rollo....
Veo que al disparar ( si porque la 7D seguía disparando amigos) la cámara me daba el clásico error de comunicación con la lente y el diafragma mostrado en la pantalla era "00".
Aquello ya me alarmó de manera extrema (ver la cara de acojone que tengo en la foto) y decidí salir de aquel barranco entumecido por la lluvia, la niebla y el desazón con rumbo a la casa rural donce estaba alojado y rezando mientras porque hubiera un secador.
Siempre leerás en internet que lo mejor para secar cualquier dispositivo electrónico es el arroz o las bolitas de silice.
Pues bien, cuando no tienes arroz a mano, cuando estás en un lugar muy húmedo donde lleva lloviendo un día entero sin parar y estás de viaje y con ganas de reanimar tú equipo y ponerlo activo cuanto antes, no te queda otra que forzar el secado con un secador.
A mitad de su potencia y manteniendo una distancia prudencial, fui administrando aire seco y templado a cuerpo y objetivo en interválos de unos 5 minutos.
En menos de una hora, el conjunto cuerpo-lente empezó a responder satisfactoriamente aunque aún veía pequeñas gotas de agua en la pantallita superior de la 7D y decidí dejarlo todo desmontado sin ninguna tapa puesta pues aunque esto no era bueno para el tema polvo, si lo era para evitar condensaciones indeseadas.
Encendí la chimenea, coloqué a "los enfermos" en una silla a 1.5 metros de esta y me fuí con la vieja 7D y el 70-200 a seguir inspeccionando el magnífico entorno y disfrutar de mi viaje.
Pasadas 4 o 5 horas, volví a casa y todo parecía haber quedado resuelto al no percibir ya nada de agua, rastros de condensación ni comportamientos anómalos del equipo.
Hasta la fecha, este equipo me funciona perfectamente y diría que todo ha quedado en un susto y es por ello que hago esta entrada por si te ves en la misma tesitura y buscas información sobre como reanimar un equipo buceador, jeje.
Aquí os muestro un par fotos del arroyito donde un error mio al fijar la cámara a la rótula pudo terminar en tragedia fotográfica.
Aprovechando esta entrada, comentar que el Tokina ATX 12-28mm f4 da un contraste, saturación de colores y definición muy agradables y sin ser un objetivo pata negra, creo que para tratarse de una lente modesta para sensor APSc y costar 400 euros, es más que notable su compromiso de calidad y prestaciones, siendo por ello una lente muy a tener en cuenta.
Para mi es muy importante que siga manteniendo el diámetro de la lente a 77mm para poder seguir aprovechando mi filtro polarizador, el filtro variable de densidad neutra y el portafiltros de rosca para el juego de filtros de densidad neutra ND4, ND8 y ND16
(OJO AL DATO, Muchos zoom gama pro gran angular, tienen su lente externa sobresaliendo de tal manera que no pueden ser roscados filtros de ningún tipo.)
Mi viejo y querido Tokina 12.24mm (12 años de servicio) aún funciona pero empezó a dar problemas con el diafragma, y como ya ha pasado por quirófano un vez y los costos de reparación suponen casi el 50 % del valor de uno nuevo, pues no dude en adquirir esta versión que alarga el zoom en +4mm y da evidencias de mejoras en calidad de imagen y en el motor de enfoque (más suave y silencioso)
Espero y deseo que me de tantos años de servicio como el anterior aunque el comienzo no ha podido ser peor o quizás haya sido una prueba de fuego para poder enjuiciarlo mejor y respetarlo más conforme vaya acompañándome en mis pequeñas aventuras durante los próximos años.