OTRO AÑO, NUEVA TEMPORADA

Estamos ya en pleno mes de abril, y como quien dice la temporada turística justo acaba de comenzar. Mucha es la diversidad y cultura de los visitantes que pisarán nuestra geografía en la próxima temporada estival. Algunos buscan simplemente diversión, desenfreno.. aunque afortunadamente una pequeña parte vienen a descansar, a soñar contemplando nuestros parajes, a disfrutar de nuestras playas, nuestro sol, vienen a hacer deporte (Ciclismo, vela, running, jogging, trekking,..) otros vienen a conocer nuestra cultura o nuestra gastronomía. Otros, también amantes de la fotografía, vienen a inmortalizar esa atmósfera tan mágica que transmite nuestra isla.
Es ahora cuando hecho una mirada atrás, a este invierno pasado, para recordar esos paisajes tan fascinantes que nos proporciona esa mágica luz de invierno. Una luz que no tiene precio.









Imágenes de un atardecer del mes de Enero en Cala D'hort.

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Imágenes de la playa d'es Figueral, vacia, sin hamacas, sin yates fondeados, sin lanchas...Pura soledad.

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Amanecer en s'Illa den Calders, es Calò de s'Illa. Un lugar fascinante de rocas con formas extrañas. La principal me recuerda a un dragón dormido petrificado.

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Atardecer ventoso en Cala Benirràs. Un lugar que nunca defrauda. Pura magia.

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Cala Nova, el pasado mes de febrero durante el temporal de frío y nieve que azotó toda la península.

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Autoretrato en Pou d'es Lleó una tarde de fuerte viento del Norte.

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Amanecer en es Cap Roig (Cala Boix) una mañana del mes de enero.

ES CALÓ DE S'ILLA

Es Caló de s'Illa, uno de esos lugares mágicos que aún se pueden disfrutar en silencio en la isla de Ibiza. Imágenes del atardecer del 2 de Junio. Ultimos coletazos de la primavera aunque las temperaturas ya sean de pleno verano.
Foto superior, restos de lo que pudo ser un antiguo refugio de pastores para dar cobijo a las ovejas y cabras en días de mal tiempo.


Acantilado por el que hay que bajar al Caló de S'illa. Los colores ocres y rojizos del terreno son espectaculares.

Vista derecha de la zona rocosa. Una bella explanada del tamaño de medio campo de futbol. Toda de roca. En los días de fuerte viento norte está practicamente cubierta por las olas.















Las caprichosas formas rocosas en ese lugar son realmente preciosas. Con hendiduras que forman pequeñas piscinas en las que habitan pequeños crustáceas y peces.
También hay algunas charcas ya resecas, en la que quedan restos de salitre, una vez el agua ya evaporada y que le dan un aspecto lunar al lugar con esas formas blancas y redondeadas.






Al fondo de la imagen el islote que da nombre a este sitio.
















Vista panorámica d'es Caló de S'illa. Ensamblada a partir de 6 imágenes manuales horizontales.


Foto panorámica formada a partir de 8 imágenes horizontales.
Fuí sorprendido en el lugar por la presencia de un solitario guitarrista que tocaba melodias, sentado, mirando la puesta de sol. Que lujo. Música en vivo en un entorno tan bonito. Le vi absorto y muy inspirado.


El guitarrista y la puesta de sol. Quizá la imagen más idílica de todas las que saqué aquella tarde.









Un sitio que afortunadamente aún no está urbanizado (y que dure) y en el que se disfrutan de unas magníficas puestas de sol en verano. Que belleza.
Uno se regenera completamente y se abstrae de las rutinas diarias visitando emplazamientos como este. Es Caló de S'illa, un lugar de visita obligada para excursionistas y amantes de la naturaleza virgen que aún tenemos en la isla.

BENIRRÁS

Estrés, ansiedad, agobiado/a por el trabajo, y todo eso... te dan ganas de enviar a tu jefe/a a buscar esparrágos, pues nada, a Benirrás y a afotar. Que lugar, que paz, que tranquilidad, que soplo de oxígeno puro, que burbuja de bienestar. Ahora en el mes de abril lejos de las masificaciones del día de los tambores en pleno verano, donde miles de personas se apostan a la orilla de esta cala a presenciar la puesta de sol. Que paz poder estar practicamente solo comtemplando este bello espectáculo. Este atardecer conté solo 7 personas. Que maravilla. Que diferencia con el verano.
No hay mejor sitio para cargar las pilas. Uno vuelve renovado a casa después de pasar una tarde en este lugar para presenciar el ocaso. Uno de los sitios con más encanto que tenemos en la isla: Cala Benirrás.