La dualidad mente / cuerpo es realmente sabia. Al menos en mi caso, no sé por qué motivo, a finales de agosto ya empiezo a pensar de nuevo en el nuevo curso escolar, en ideas para llevar a la práctica (de las que al final sólo consigo realizar un 50%). Lo que sí tengo claro es que mi querido alumnado de Filosofía y Ciudadanía de 1º de bachillerato va a tener que leerse al menos un ensayo por trimestre y exponer oralmente una valoración del mismo ante la clase. Les pasaré un listado que estoy empezando a confeccionar ya. Tendrán que conseguir el libro de la manera que sea (al final siempre está internet como último remedio). Aviso: no soporto que me pregunten sobre la cantidad de páginas del libro, aunque prometo no colar ningún tomo de la Enciclopedia Británica. Ya sé que eso de las lecturas obligatorias tiene también sus detractores pero ojalá encontráramos otra fórmula. Recuerdo que en C.O.U. (el antiguo equivalente de 2º de bachillerato) algunas de las lecturas de la clase de Literatura Española las recuerdo con mucho cariño: sobre todo “La colmena” de Camilo José Cela, “Luces de Bohemia” de Valle Inclán y “Mararía” de Rafael Arozarena. No es tan traumático, vaya. Un Savater, un Punset o un Onfray (por poner algunos ejemplos) pueden ser igual de gratificantes.
Respecto a la Historia de la Filosofía de 2º de bachillerato, la maldita PAU es un hándicap a superar. A los que tenemos que apechugar con una programación diseñada para hacer desertar al personal de la Filosofía no nos queda otra opción que echarle imaginación al asunto para minimizar los estragos. A estos sufridos alumnos sólo quiero recordarles el consejo que siempre me daba mi padre: “eres joven, puedes con todo”.
Para la “Ética Cívica” de 4º ESO tengo pensado, por aquello de subirse al caballo de las competencias básicas, trabajar por proyectos también de carácter trimestral. El pasado curso ya puse en práctica una experiencia piloto, la creación de un partido político municipal y el diseño de una campaña electoral, cuyos resultados me convencieron de las posibilidades de esta metodología. La “Educación para la Ciudadanía” de 2º ESO es mi gran quebradero de cabeza. Sobre todo porque a ver qué se puede ser con la hora semanal que nuestra queridísima Consejería de Educación de Canarias ha tenido a bien concedernos. Voy a intentar enfocar la cosa quizás desde la perspectiva del “aprendizaje servicio” pero no sé… no sé…
Respecto a la Historia de la Filosofía de 2º de bachillerato, la maldita PAU es un hándicap a superar. A los que tenemos que apechugar con una programación diseñada para hacer desertar al personal de la Filosofía no nos queda otra opción que echarle imaginación al asunto para minimizar los estragos. A estos sufridos alumnos sólo quiero recordarles el consejo que siempre me daba mi padre: “eres joven, puedes con todo”.
Para la “Ética Cívica” de 4º ESO tengo pensado, por aquello de subirse al caballo de las competencias básicas, trabajar por proyectos también de carácter trimestral. El pasado curso ya puse en práctica una experiencia piloto, la creación de un partido político municipal y el diseño de una campaña electoral, cuyos resultados me convencieron de las posibilidades de esta metodología. La “Educación para la Ciudadanía” de 2º ESO es mi gran quebradero de cabeza. Sobre todo porque a ver qué se puede ser con la hora semanal que nuestra queridísima Consejería de Educación de Canarias ha tenido a bien concedernos. Voy a intentar enfocar la cosa quizás desde la perspectiva del “aprendizaje servicio” pero no sé… no sé…