Para los fatuos cuando no ridículos laureles literarios, esta lección del gran Lope de Vega (mejor decir Tomé de Burguillos), el único que los merece acaso en el español parnaso :
Sobre los laureles poéticos Llevome Febo a su Parnaso un día,
y vi por el cristal de unos canceles
a Homero y a Virgilio con doseles,
leyendo filosófica poesía.
Vi luego la importuna infantería
de poetas fantásticos noveles,
pidiendo por, principio más laureles
que anima Dafnes y que Apolo cría.
Pedile yo también por estudiante,
y díjome un bedel: «Burguillos, quedo:
que no sois digno de laurel triunfante.»
«¿Por qué?», le dije; y respondió sin miedo:
«Porque los lleva todos un tratante
para hacer escabeches en Laredo.»
De la buena cosecha de poetas, conforme al pronóstico de los almanaques Si de Poetas la abundancia apruebas,
Elisio, en nuestro Hispánico distrito,
a los panes y peces te remito,
sino sabes el número que llevas.
Año de brevas y de malas nuevas
nunca le veas, tiene el vulgo escrito,
mas cierto Matritense manuscrito,
dice Poetas, donde dijo brevas.
¿Piensas que alguno en tantos la campaña
podrá cantar de Marte en las ajenas,
con las banderas de la invicta España;
las naves contra Holanda de armas llenas?
pero de tal acción te desengaña
sobrar Poetas, y faltar Mecenas.
A una dama que le preguntó qué tiempo corre El mismo tiempo corre que solía,
que nunca de correr se vio cansado;
deciros que es menor el que ha pasado,
demás de necedad, vejez sería;
o mayor o menor, hay noche y día,
sube o declina, Filis, todo estado;
dichoso el rico, el pobre desdichado,
con que sabréis cual fue la estrella mía.
Hay pleitos, y de aquestos grandes sumas,
trampas, mohatras, hurtos, juegos, tretas,
flaquezas al quitar, naguas de espumas;
nuevas mentiras, cartas, estafetas,
lenguas, lisonjas, odios, varas, plumas,
y en cada calle cuatro mil poetas.
De las Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (1634)