No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

viernes, 29 de julio de 2011

LOREENA MCKENNITT: A MIDWINTER NIGHT´S DREAM

A finales de 2008, Loreena McKennitt publicó A Midwinter Night´s Dream, o lo que aquí vendría siendo “El Sueño de una Noche de Invierno”, tomando el nombre de la famosa obra de Shakespeare y versionándolo para adaptarlo al contenido del disco. En A Midwinter Night´s Dream Loreena vuelve a sus orígenes, es un disco que recuerda poderosamente el ya comentado To Drive the Cold Winter Away en su temática, y de hecho, cinco de los temas, son la reedición de un viejo trabajo de la cantante, A Winter Garden, que no he comentado en su momento ya que sólo tiene cinco canciones y todas ellas aparecían de nuevo, junto a otros temas en A Midwinter Night´s Dream. Como podéis imaginar, en este trabajo, Loreena vuelve a recoger diferentes villancicos y canciones de invierno, con diferentes orígenes y diferentes fuentes, y recurre a cierto sincretismo musical, aunque en su mayor parte los sonidos que nos vamos a encontrar son los clásicos, sonidos tradicionales, de origen medieval y trasfondo celta.

            Además, la publicación de A Midwinter Night´s Dream me permitió conocer personalmente a Loreena McKennitt, ya que vino a firmar discos al Corte Inglés de Goya, y creo que ha sido la segunda vez que he hecho cola para conocer a un cantante y que me firmara su trabajo (la primera fue con Naim Thomas, y hace muchos años… yo era joven…je, je ,je). Y fue una experiencia. Pero vamos a lo que vamos, y empezamos con…
The Holly and the Ivy.
            Loreena abre el disco con un tema que bien habría podido estar incluido en To Drive the Cold Winter Away, tanto por el sonido como por su procedencia, ya que se trata de una canción tradicional que Loreena adapta, versionando la música. A través de una letra tremendamente lírica, Loreena compara, con cierto estilo místico, el acebo con la vida de Jesucristo, y con los sacrificios que hicieron tanto él como María. Los sonidos son sutiles, apoyando a la voz de Loreena, que por supuesto, adquiere todo el protagonismo, con una cadencia lenta, hipnótica. La repetición del estribillo tras cada estrofa, ayuda a conseguir esta sensación de letanía, casi de mantra occidental, que da ganas de envolverse en una manta, prepararse un chocolate caliente (y no me gusta el chocolate caliente) y quedarse en casa mirando por la ventana como cae la nieve. Y esta sensación persiste en todo el disco.
Un Flambeu, Jeannette, Isabelle.
            Originalmente, este tema no era un villancico, sino una canción cortesana, que apareció en Provenza, a la que luego se le puso letra “navideña”. De hecho, Loreena adapta la versión primigenia, sólo música, por lo que la sensación que transmite esta canción es ciertamente cortesana, como de baile renacentista. Un Flambeau, Jeannette, Isabelle es el comienzo de la canción, en la que se pide una antorcha a dos muchachas para que iluminen el camino de aquellos que llegan a adorar al Mesías recién nacido, y luego, se pide silencio a estos, ya que el Niño duerme.
The Seven Rejoices of Mary.
            Y continuando con los sonidos tradicionales, llega The Seven Rejoices of Mary, una nueva adaptación de Loreena sobre una canción tradicional que nos habla de las Siete Alegrías de María, desde el momento del nacimiento del Niño Jesús hasta la ascensión a los Cielos de este para redimir al ser humano de todo pecado. No hay sorpresas en este tema, es una evolución natural de los dos anteriores, y mantiene ese sentimiento de evocación del frío invierno que ya hemos comentado.
Nöel Nouvelet.
            Y si hasta ahora, no había habido grandes sorpresas, esta es la primera. Nöel Nouvelet es una canción tradicional del siglo XVI, de origen francés, y que Loreena nos trae en el propio francés de la época en que fue compuesta, añadiendo cierto toque oriental en los sonidos de fondo, lo que da un tono exótico a la canción sin perder su sentido tradicional, hasta el punto de que evoca otras canciones de Loreena que hemos visto en discos anteriores (hay momentos en los que acude poderosamente a mi mente el recuerdo de ciertos temas de The Visit). En Nöel Nouvelet encontramos el villancico en su sentido más tradicional, ya que describe la escena del Portal de Belén en su aspecto más clásico, con Adoración de los Reyes Magos incluida. Sorprendente y clásica al tiempo, una vez más, Loreena no defrauda.
Good King Wenceslas.
            Una de las canciones de Loreena que ya apareciera en A Winter Garden, con letras del poeta decimonónico John Mason Neale. En ella, se nos cuenta la historia San Wenceslao, o Wenceslao I, duque de Bohemia (actual Chequia) en el siglo X. Según la canción, en la noche de San Esteban (26 de Diciembre), el rey Wenceslao acogió a un mendigo que vio por la ventana de su castillo, y a través de esa historia, el poema habla de cómo se debe ser amable y compartir con aquellos que no tienen nada. En la voz de Loreena McKennitt, esta canción es una auténtica delicia.
Coventry Carol.
            De nuevo, se trata de una de las canciones de A Winter Garden, que encaja perfectamente con el espíritu de este nuevo trabajo. El llamado Villancico de Coventry fue compuesto de forma anónima en esta localidad inglesa en el siglo XVI, y parece formar parte de un proyecto mayor que debería haber puesto música al Evangelio de San Mateo, pero que quedó inconcluso. Coventry Carol, a través de una música cercana el lamento, se centra en el terrible momento de la Matanza de los Inocentes ordenada por el Rey Herodes para acabar con la vida del que debería ser, según las profecías, el Rey de los Judíos. En Coventry Carol Loreena realiza el que sin duda es uno de sus mejores trabajos vocales, y probablemente sea la más triste de sus canciones, transmitiendo perfectamente el horror de lo que describe.
God Rest Ye Merry, Gentlemen (Abdelli Version).
            Y como no podía ser menos, después de lo que Loreena había hecho en sus trabajos anteriores, en este disco no podía faltar cierto mestizaje, y lo hace reversionando uno de los trabajos de A Winter Garden, uno de los más clásicos villancicos anglosajones. Procedente del siglo XVII, God Rest Ye Merry, Gentlemen tiene en esta versión una introducción de marcado carácter árabe, que se funde elegantemente con las notas propias de la canción, que tiene también cierto toque exótico. Ya Dickens, en Cuento de Navidad hace referencia a esta canción, que describe el momento previo a la Adoración de los Pastores, cuando el ángel aparece ante estos en la noche diciéndoles “No temáis”. Una mezcla perfecta de exotismo y tradición.
Snow.
            Poco nuevo tengo que decir de esta canción, ya que además de en A Winter Garden, Loreena ya la incluyó en To Drive the Cold Winter Away, así que, para más referencias, no tenéis más que bucear un poco en el blog para encontrar los comentarios de esta canción.
Breton Carol.
            La Loreena más clásica vuelve en este tema, un villancico tradicional bretón instrumental. De nuevo es un tema de corte celta, no hay que olvidar que Bretaña estuvo tan poblada de celtas como Inglaterra o Irlanda, y que el bosque de Broceliande, situado en esta península gala, forma parte de las leyendas artúricas, tanto como el propio Camelot o el bosque de Celyddon. Un tema para escuchar tranquilos, mientras fuera… el Invierno se acerca.
            Sí, sé que no tiene nada que ver… pero tenía que decirlo.
Seeds of Love.
            Otro de los temas recuperados de A Winter Garden, una poesía tradicional a la que Loreena puso música. Seeds of Love, más que un villancico, es una canción sobre las estaciones y el paso del tiempo, como ya queda claro desde el principio, pues comienza diciendo “Sembré las semillas del amor, las sembré en Primavera”, y continúa avanzando, describiendo el florecimiento de diferentes flores y árboles como símbolos del amor creciente. Quizá que de toda la discografía de Loreena, este sea el tema más flojito, aunque por supuesto, mantiene la calidad de cada trabajo de la artista.
Gloucestershire Wassail.
            Un tema tradicional, muy curioso, ya que en este caso, Loreena prescinde de la música, siendo un tema exclusivamente vocal, en el que la cantante está acompañada de varias voces masculinas. El wassail es una bebida típica de algunas zonas de Inglaterra, como el Gloucestershire, Sommerset o el Hertfordshire, que podría parecerse al ponche o la sangría, pero cuya base es la sidra y que se toma caliente. La canción, alegre y festiva, llama a la celebración y toma las Navidades desde su perspectiva más festiva y terrenal, pues lo que se reclama es, además de wassail para todo el pueblo, lo que debe ser un buen banquete de Navidad y una gran celebración. Todo un cambio en un disco tan calmado como es A Midwinter Night´s Dream.
Emmanuel.
            Y tras la libertina pista anterior, Emmanuel llega con toda la sobriedad, un villancico cantado directamente en latín, una llamada a Jesucristo, apelando a él como Emmanuel, que quiere decir “Dios con Nosotros”, llamándonos a la adoración del Mesías. “Gaude, gaude, Emmanuel”. Un ejercicio vocal extraordinario, donde Loreena juega con agudos imposibles y tonos suaves, y que comienza a cerrar ya este extraordinario trabajo, del que ya sólo queda…
In the Bleak Midwinter.
            Obra del compositor inglés Gustav Holst (1874-1934), conocido por su Sinfonía de los Planetas, In the Bleak Midwinter es un tema instrumental que pone el broche final a A Midwinter Night´s Dream. Y es un broche de oro, pues Holst, aunque no demasiado conocido en nuestras latitudes, es un compositor de primera línea, influido por fuentes musicales que van desde Wagner y Grieg a la música hindú, lo que llena sus canciones de cierto aire global, que In the Bleak Midwinter transmite de forma genial.
            Como no podía ser de otra manera.

jueves, 28 de julio de 2011

TRUE BLOOD

            Hoy realmente no voy a hablar de un libro… voy a hablar de nueve. Sí, sí, no es que me haya vuelto loco ni que esta semana me haya condenado a un monasterio cisterciense en una isla del Canal de la Mancha y haya decidido apartarme del mundanal ruido y dedicarme a la lectura compulsiva… lo que por cierto, no es un mal plan… Pero no. Es que me han dejado el décimo libro de True Blood, y bueno, antes de comentarlo, he decidido hacer un post para introduciros en los nueve libros anteriores, ya que los leí cuando el Iconocronos no era más que un proyecto en el aire, así que…


            Creo que ya he dicho en diversas ocasiones que soy un gran aficionado a los vampiros. Estoy muy lejos de querer tallarme los caninos como colmillos, vestir de negro y quererme ir a vivir a Nueva Orleáns, pero en fin, desde Drácula al juego de rol de Vampiro, pasando por las novelas de Anne Rice, he seguido y disfrutado del mito del vampiro una y otra vez. Hasta que llegó Crepúsculo y me hundió el mito. Pero si esas criaturas que Stephenie Meyer se empeña en decir que son vampiros y yo pienso que son gusiluces a mi me horrorizaron, sí que sirvieron para acercar los vampiros a toda una nueva generación, y a que se hayan producido decenas de libros sobre el tema, con diferentes fórmulas de aproximación, más o menos acertadas. Cuando vi la primera novela de True Blood en la FNAC, dije “Oh, mierda. Otra.”, y me juré a mi mismo no leerlas nunca.
            Y resulté ser un perjuro. Álex, mi jefe, es un auténtico fan de esta saga y sobre todo de su protagonista, la camarera y telépata Sookie Stackhouse, y comenzó a hablarme bastante bien de las novelas (y muy importante, me dijo que los vampiros de True Blood arden cuando les da el sol, como Dios manda), así que nada, en un momento de lecturas flojas, se los pedí. Y me leí como ocho libros en el plazo de un mes. Me enganché. De forma bestial. Vamos, que me leí los libros, he visto las primeras tres temporadas de la serie y estoy esperando a que traduzcan la cuarta. Y bueno, aunque la serie se dilató algo más en el tiempo, los libros los consumí como ya he dicho en poco más de un mes. Vicio, auténtico vicio. Y es que me encontré con que Charlaine Harris había escrito unos libros ágiles, divertidos, en los que las aventuras y los romances se mezclan de forma equilibrada y en las que Sookie es, realmente, un personaje fascinante, cercano y al mismo tiempo sorprendente. Pero además, se rodea de un elenco de personajes no menos fascinantes y sobre todo atractivos, y el mayor peso de los libros cae precisamente en las relaciones entre Sookie y las gentes que la rodean.
            No es que sean libros especialmente “buenos” en el carácter literal de la palabra, pero realmente, la forma en la que Harris plantea sus tramas, como las desarrolla y amplía… Engancha, mucho. De la premisa de un mundo en el que los Vampiros han salido a la luz y empiezan a ser aceptados por la sociedad gracias a un proyecto de sangre sintética (True Blood es una marca, como Coca-Cola) desarrollado por los japoneses, Charlaine Harris consigue desarrollar un mundo en el que poco a poco los vampiros demuestran ser sólo una parte de una gran familia sobrenatural. Cambiantes, magos, hadas, hombres lobo… todos se reúnen en torno a Sookie y sus familiares y amigos más cercanos, mientras la escritora avanza en una novela-río, a veces de forma sutil, y a veces como un martillo pilón… y con la suficiente fuerza y rudeza como para que cualquiera de los vampiros de True Blood pudiera darle a Edward Cullen la paliza que se merece. Es más, me encantaría sugerirle a la escritora una escena en la que Eric Northman le pegue una paliza a Edward Cullen…
            En fin, simplemente me queda dar el nombre de los libros, por si alguno se anima a lanzarse a la saga, que por cierto… continúa. Ya tengo en mis manos el décimo libro, y pronto tendréis su correspondiente post detallado. Y aquí los tenéis:
1.      Muerto hasta el anochecer.
2.      Vivir y morir en Dallas.
3.      El Club de los Muertos.
4.      Muerto para el mundo.
5.      Más muerto que nunca.
6.      Definitivamente muerta.
7.      Todos juntos y muertos.
8.      De muerto en peor.
9.      Muerto y enterrado.
Y a todo esto, hay que sumar una recopilación de relatos cortos, Una pizca de muerte, que aún tengo pendiente, y que en algún momento, entre batalla y batalla de Poniente, terminaré leyendo.
¡Ánimo! ¡Aquí hay Vampiros… de los de verdad!

miércoles, 27 de julio de 2011

EMINEM: SING FOR THE MOMENT

La canción que os traigo hoy no es precisamente nueva, pero me apetecía poner algo diferente de lo que suelo poner normalmente, y he recordado la que es, probablemente, mi canción favorita de Eminem: Sing For the Moment, cuyo estribillo está cogido de una canción de Aerosmith, Dream On. Y la verdad es que es un tema impactante.

Así que nada, aquí os lo dejo, y espero que lo disfrutéis.

martes, 26 de julio de 2011

CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO III: TORMENTA DE ESPADAS 1

            El Invierno se Acerca… y mientras llega y no llega, yo sigo adentrándome en las historias de Poniente y la guerra entre los reyes que se disputan el Trono de Hierro de Desembarco del Rey y en el retorno, poco a poco, de la magia, que parece llegar precediendo al que puede ser el Último Invierno.


            Si en Juego de Tronos se nos presentaba el mundo de Poniente y se lanzaba la historia y en Choque de Reyes veíamos el inicio de la batalla a varias bandas por el Trono de Hierro, ocupado por el disputado Joffrey Baratheon, en este tercer volumen (o al menos en su primera parte), nos adentramos aún más en la guerra y en los planes de Daenerys Targaryen para recuperar el trono que fuera de su familia hasta el alzamiento del Usurpador, Robert Baratheon y la muerte Aerys Targaryen el Loco en manos de Jaime Lannister, conocido desde entonces como “El Matarreyes”. Y es que, aquí en España, la cantidad de páginas que hubiera tenido Tormenta de Espadas llevó a sus editores a dividirlo en dos volúmenes, así que, aunque la historia ha avanzado, no lo ha hecho tanto como en los comentarios sobre los libros anteriores… ya que realmente aún me queda medio libro por leer.
            Y aún así, y mira que en los otros libros ha habido cosas sorprendentes, creo que en lo que llevo de Tormenta de Espadas me he llevado más sobresaltos que en los dos libros anteriores juntos. Y aquellos que no lo hayáis leído, saltaos este párrafo, porque incluye SPOILER, pero es que si no lo cuento, reviento. La escena en la que Daenerys ToTargaryen compra a los Inmaculados a cambio de uno de sus dragones y luego utiliza a los dragones, a su escaso khalasar y a los propios Inmaculados para acabar con los comerciantes de esclavos es… simplemente… wow.
            Tormenta de Espadas sigue con la misma estructura que ya habíamos visto en los libros anteriores, la historia se nos presenta desde los puntos de vista de diferentes personajes, saltando de uno a otro para que podamos tener una panorámica global de lo que ocurre en Poniente y en otros lugares. Algunas tramas se van cerrando o comienzan a definirse, hay otras nuevas que surgen, y algunos giros argumentales que realmente hacen que el libro se te caiga de las manos… (esa boda… ay, esa boda….). A los narradores habituales, se unen dos nuevas voces. Una de ellas es la de Samwell Tarly, el ayudante del Maestre de la Fortaleza Negra, y que se encuentra Más Allá del Muro; y otra, y más sorprendente, es la del propio Jaime Lannister, el Matarreyes. Y es que hasta ahora, Jaime se nos había presentado simplemente como poco más que un villano incestuoso, amoral y perjuro, aunque tremendamente hábil con la espada; pero en Tormenta de Espadas, el Matarreyes adquiere una voz propia, y George R.R Martin nos muestra un personaje diferente de ese al que habíamos aprendido a odiar, y ahora nos parece hasta comprender.
            En fin, ya está la primera parte terminada, así que en breve espero tener un nuevo post sobre la segunda, y seguir cayendo de sorpresa en sorpresa y sin parar…

lunes, 25 de julio de 2011

LA SANGRE DE LOS TIRANOS (III)

            Después de averiguar que Nefer-Ankh-Eset se encontraba en París y había conseguido runas de Zelios capaces de hundir la ciudad, los personajes decidieron volver a París. Tras conseguir atravesar las fronteras francesas que comenzaban a ser bloqueadas por los ejércitos galos para evitar una invasión por parte de los Austriacos, se dirigieron a la capital francesa, donde se refugiaron en un antiguo palacete que había ardido en parte. Vieron la Guillotina, en la Plaza de la Bastilla, y supieron que durante el tiempo que habían estado fuera, habían continuado las ejecuciones de los nobles y de todos aquellos acusados de ir en contra de la Revolución. Al parecer, el ciudadano Jean Paul Marat tenía especial habilidad para mandar a gente a la Guillotina, que mantenía bien surtida de víctimas.
            En su deambular por la ciudad, dieron con una manada del Sabbat, recién llegados de Rouen para apoyar el dominio de Gerard de Châtelle. Pier Francesco interrogó a la ductus de la manada, una Toreador Antitribu, mientras Luna y Paolo trataban de eliminar al resto del grupo para que nadie revelase su presencia en la ciudad a Gerard, pero midieron mal sus fuerzas, y hubieran sido destruidos de no haber vuelto Pier Francesco a tiempo de evitar que fueran diablerizados por los Cainitas franceses. Pero al tratar de despertar a Luna, esta fue víctima del Frenesí, e hirió de gravedad al Lasombra. Finalmente, la Brujah Antritibu consiguió controlarse, pero los tres se encontraban heridos.
            Mientras Pier Francesco se recuperaba, Paolo trató de encontrar por la ciudad a alguno de los Cainitas pertenecientes a la Corte de los Milagros, pero era como si los Nosferatu y los Ravnos hubieran sido borrados de la ciudad. Mientras, Luna acudía a la rivera del Sena, a la zona del mercado de pescado, donde al parecer, Georg se había reunido con la mujer que le había llevado hasta los subterráneos y Nefer-Ankh-Eset. Y no encontró a ninguna mujer, pero sí a un joven Malkavian, Aimery St.Claire, que caminaba por la rivera del Sena, medio chapoteando, y con una cabeza decapitada entre las manos. Sorprendida, Luna comprobó que se trataba de la cabeza de Luis XVI. Aimery había escapado del laberinto de la Corte de los Milagros siguiendo las voces de los muertos. Y en algunos momentos, los ojos de Aimery cambiaban por los de Anatole, y su voz cambiaba por la del otro vástago, que afirmaba que habían sido engañados y que debían detener a la Hija de la Sombra que se retorcía bajo las calles de París, antes de que construyera su Torre de Babel del Terror. Aimery no era capaz de recordar las ubicaciones de las entradas a la Corte de los Milagros, pero sabía que Memnach tenía un ghoul a su servicio en el mundo de la superficie que podría conocer las ubicaciones de las entradas a la Corte. Su nombre era, precisamente, Jean Paul Marat.
            Paolo acudió a la mansión de Marat, y trató de matar a la criada, que huyó de la casa, provocando un gran disturbio, mientras Paolo se infiltraba en la casa y escuchaba un grito procedente del baño. Una mujer salió corriendo de la casa hacia la calle, con un cuchillo sanguinolento en la mano, pero fue detenida por la turba que se había organizando en la calle. Paolo encontró el cuerpo de Marat en la bañera, acuchillado por la mujer, que resultó ser una girondina, Charlotte Corday. Pero cuando iba a huir de la casa, se dio cuenta de que había alguien que se alejaba de allí a toda prisa. La siguió, y descubrió que se trataba de Ruxandra, la Nosferatu aliada de Mnemach. Paolo fue derrotado por Ruxandra, que dejó su cuerpo para que se consumiera por el Sol.

            A la noche siguiente, Pier Francesco y Luna descubrieron la muerte de Marat y la ejecución de su asesina, Charlotte Corday. Buscaron a Paolo, pero no encontraron ningún resto del Nosferatu, así que rastrearon el cuerpo de Corday en un pudridero. La encontraron, y entre sus ropas, vieron que la mujer que había matado a Marat también había robado los mapas de la Corte de los Milagros. Y en ellos, uno de los signos de Zelios aparecía marcado en el emplazamiento de Nôtre-Dame. Tras recibir una visita sorpresa de Madame Guil, que parecía haber adoptado a Aimery como paje, y que esta les informara de que los grandes líderes de la Camarilla (Hardestadt, Mithras, el señor de la guerra Karsh, el príncipe François Villon que sólo había fingido su muerte…) se dirigían hacia París, Pier Francesco y Luna se dirigieron al Louvre, convertido en refugio de Gerard de Châtelle. Allí estaba el Arzobispo de París, con sus seguidores y la Templario Luz. Pier Francesco desafió a de Châtelle a Monomacia, y este trató de que Luz le defendiera, pero la Templario se negó. La Monomacia era un rito sagrado, y Luz no estaba dispuesta a enfrentarse a su propia Progenie, revelando  así que era Lisetta Iluminada, la Sire de Pier Francesco, antes de desaparecer entre las sombras. Gerard atacó a traición a Pier Francesco, pero este consiguió defenderse, y aunque el Brujah Antitribu incluso atacó a  Luna para utilizarla como rehén, había violado el rito de la Monomacia, y sus propios seguidores le empalaron. Pier Francesco, convertido por derecho de combate en Arzobispo de París, ordenó que le llevaran a la Guillotina, y allí fue ejecutado.
            Acto seguido, Pier Francesco y Luna, junto a varios miembros del Sabbat que se distribuyeron por las entradas de la Corte de los Milagros, entraron a los subterráneos a través del Cementerio de Les Innocents. Utilizando los mapas de Marat, consiguieron llegar al punto indicado, bajo Nôtre-Dame, donde encontraron a Mnemach llevando a cabo su ritual. La fe de la Catedral había sido pervertida por viejos signos setitas mezclados con los signos de Zelios, mientras una pirámide realizada con cabezas cortadas desde siglos atrás se convertía en eje del ritual. Tras Mnemach (o Nefer-Ankh-Eset, ya que finalmente se quitó la máscara, revelando que era una Setita, la primogénita de la Diosa de los Mil Rostros), se encontraba presa la antigua Condesa de París, la Matusalén Saviarre, esposa del Príncipe Alexander. Mnemach reveló que su sacrificio hundiría la Ciudad de la Luz y la sacrificaría al Dios de la Sombra, a Apofis, que permitiría el resurgir de Set. La Setita inició el ritual, y las cabezas comenzaron a cantar, bañadas por la sangre de Saviarre.
            El subsuelo de París comenzó a temblar, y mientras Pier Francesco trataba de liberar a Saviarre, Luna se enfrentaba a Mnemach. Finalmente, el Lasombra consiguió soltar a la Matusalén Ventrue, que en pleno frenesí, atacó a Mnemach, envuelta en llamas, ya que la Setita había tratado de hacerla arder. La tierra se abrió bajo ellas, y una ardiente Saviarre, arrojó a Mnemach a las entrañas de la tierra, saltando tras ella hacia la Muerte Definitiva. Pier Francesco y Luna consiguieron escapar de los subterráneos, para encontrarse con que en París, apenas habían notado un pequeño movimiento de tierras…
            Habían evitado que Nefer-Ankh-Eset llevara a cabo su ritual, habían salvado París, pero ahora, la Camarilla se acercaba para recuperar la ciudad que era su símbolo, pero Pier Francesco, a pesar de saber que no podían defenderla, no estaba dispuesto a dejarse derrotar tan fácilmente. Habían demostrado que podían golpear a la Camarilla en su mismo corazón, y sabían que finalmente, tendrían que abandonar París… Pero no iban a hacer que fuera fácil para la Torre de Marfil.

viernes, 22 de julio de 2011

LOREENA MCKENNITT: AN ANCIENT MUSE

            Oh, Musa, cuéntame de aquellos que viajan a lo largo y a lo ancho…”

            Así abría Loreena la introducción del que sería su séptimo disco de estudio, An Ancient Muse, y que llegaría la friolera de nueve años después de su anterior trabajo, Book of Secrets, aunque entre ambos, sus seguidores pudimos hacernos con esa joya que es la voz de Loreena en directo en su disco Live in Paris and Toronto. Según ella misma cuenta, podríamos decir que An Ancient Muse es la culminación de una trilogía musical formada por The Mask and the Mirror, Book of Secrets y el propio An Ancient Muse, una trilogía que recoge el resultado del trabajo de la cantante canadiense a la hora de explorar diferentes raíces musicales y conectarlas con su mundo celta original. An Ancient Muse, como aquellos protagonistas homéricos a los que hace alusión, recorre tierras lejanas, míticas y llenas de leyendas. Este disco es un canto a lo exótico, a lo místico… y a lo legendario.

            Ven, Musa, cuéntanos de aquello que llega de tierras y sueños lejanos…

Incantation.

            Y la Musa nos trae a una tierra mágica. Loreena comenzó a pergeñar este tema en dos sitios de inmenso poder a nivel simbólico, Delfos, el corazón del mito de la antigua Grecia, y la Capadocia turca, donde se concentró la mayor parte de los monjes eremíticos de la edad cristiana en lugares como Erciyes. Este es uno de esos temas instrumentales a los que Loreena ya nos ha acostumbrado, en el que la música sirve para apoyar su voz, y actúa aquí como una auténtica Musa. Incantation inspira, como su propio nombre indica, encanta al oyente, le prepara para que comience su viaje al mundo del Mithos en el que vamos a embarcarnos. Incantation abre la puerta de la magia y el camino de Oriente.

The Gates of Istambul.

            Supongo que todo el mundo, al igual que yo, tendrá una serie de lugares que sueña con visitar, un “mapa” de lo que quiere ver de este inmenso mundo que nos rodea. Uno de mis lugares soñados, que espero pisar algún día, es Estambul, la antigua Constantinopla, que inspiró en Loreena McKennitt este tema. En esta canción, Loreena canta a la que fue en un momento de la historia la Madre de las Ciudades, y es fácil imaginar las puestas del sol sobre el Bósforo, el cuerno de oro, la silueta en el ocaso de la magnífica Santa Sofía… Constantinopla, heredera del Imperio Romano, creadora de su propio imperio, el Bizantino, el dominio de los basileus que luego se convertiría en Estambul, la capital del Imperio Otomano, el corazón de Oriente en Occidente. Bazares, palacios, harenes, iglesias y mezquitas… Una canción de amor a la sombra de Estambul, un auténtico placer para los sentidos.

Caravanserai.

            Loreena compone la música y la letra de Caravanserai, un nuevo tema lleno de sonidos orientales, que recuerda los asentamientos caravaneros de los comerciantes que recorrían la Ruta de la Seda. Las grandes planicies de Turquía, de Mongolia llegan a nosotros, y casi podemos ver las estrellas brillando sobre nosotros en el cielo, grandes como puños. Y el viaje es el propio hogar. La voz de la canadiense nos llama, nos lleva, nos guía. Ahora que estoy viendo Juego de Tronos y leyendo los libros de Canción de Hielo y Fuego, me es fácil incluso ver a los jinetes dothraki viajando tras la khaleesi. A los mongoles tras el gran Genghis Khan.
            Pero el viaje, el propio viaje… es el objetivo.

The English Ladye and the Knight.

            Y después de un largo viaje por Oriente, Occidente nos recibe con los brazos abiertos. En The English Ladye and the Knight, Loreena recurre a algo ya tradicional en sus últimos discos. Toma uno de los más clásicos poemas de Sir Walter Scott y le pone música, consiguiendo una gran obra, ambientada en el norte de Inglaterra, prácticamente en la frontera con Escocia: Carlisle, la antigua Luguvallium romana, heredera de la población celta Caer Lial… The English Ladye and the Knight es una historia de amor y ambición, y de lo que algunos pueden estar dispuestos a sacrificar por uno o por otro. Una historia trágica, dramática y llena de pesar que se convierte en uno de los grandes temas de Loreena McKennitt, y que vincula incluso Oriente con Occidente, ya que aunque la historia comienza como hemos dicho bajo la influencia celta de Carlisle, acaba en Palestina en tiempos de las Cruzadas.
            Una gran obra de Walter Scott, hecha aún más grande por la creatividad y la magia de Loreena.

Kecharitomene.

            Un nuevo tema instrumental de influencias bizantinas, compuesto por la canadiense. Kecharitomene viene (obviamente) del griego, y quiere decir “Llena de Gracia”, un epíteto aplicado generalmente a la Virgen María, y además, es el nombre del convento en el que acabó sus días la princesa bizantina Ana Comnena, historiadora y protagonista de algunos de los grandes eventos de la Primera Cruzada y a la que Loreena quiere homenajear en este tema. De nuevo, Constantinopla/Estambul se convierte en el vínculo, el nudo que une Oriente y Occidente. Es el omphalos, el Centro del Mundo, y así nos sentimos cuando escuchamos la fabulosa Kecharitomene, dentro del corazón del mundo, rodeados de paz y serenidad, como el de los viejos monasterios bizantinos, que tan importantes fueron en su momento, rodeados de iconos y pan de oro, bajo la imagen de la Kecharitomene y el Cristo Pantocrator.

Penelope´s Song.

            La Canción de Penélope concentra todo el espíritu de An Ancient Muse. Ven, Musa, cuéntame de aquellos que viajaron a lo ancho y a lo largo… La Odisea de Homero es probablemente el mayor relato de viajes de la historia de la literatura, y la obra que inspiró a Loreena, si no toda la serie de viajes que realizó en sus últimos discos, sí al menos el que ella eligió para ser símbolo y enseña de An Ancient Muse. Pero esta vez, Loreena da un quiebro, y no nos habla del viajero, sino del que espera. Mientras Ulises (Odiseo) recorre los mares, su fiel esposa, la bella Penélope, le espera en la isla de Ítaca, tejiendo y destejiendo un tapiz (¿recordáis The Lady of Shalott?) y burlando a sus pretendientes, que tratan de convencerlo de que su esposo ha muerto para obtener su mano. Loreena pone música y voz a Penélope, y nos narra la prueba de amor definitiva, la espera de Penélope. Es fácil verla, imaginarla, sentada en uno de los miradores del palacio de Ítaca, vuelta hacia el mar, con una lira en las manos, y cantando una canción semejante a esta, esperando que su corazón pueda servir de faro, de guía a su amor, perdido en el mar. Una canción que es como un tapiz, miles de hilos entrecruzados que forman una imagen de gran belleza y que debe ser admirada, escuchada y entendida.
            Y sobre todo, disfrutada.

Sacred Shabbat.

            La historia de esta propia canción es casi mágica. Loreena la escuchó por primera vez en Grecia, aunque descubrió en ella raíces judías, hasta el punto de que después de grabarla para An Ancient Muse, descubrió que ya se encontraba en un disco que la propia cantante había comprado en la Alhambra, en Granada, y que se trataba, efectivamente, de una canción judía, del Sabbat, Yodujah ra´ayonay. De nuevo, el sonido oriental es lo que nos inunda, mientras recordamos a los judíos que vivían en el Imperio Otomano. Y la impresión que crea la música es casi ceremonial, sacra.

Beneath a Phrygian Sky.

            Frigia, hoy perteneciente a Turquía, es el lugar donde lo Real y el Mito se unen. Es el lugar donde reinó Midas, donde Alejandro Magno cortó el Nudo Gordiano. Y para Loreena, el lugar donde la propia humanidad puede definirse a sí misma. En esta canción, de ritmo pausado y calmado, son las propias piedras que han visto evolucionar a la humanidad las que parecen cantar, llenas de sabiduría sobre la naturaleza del hombre y de sus propios sentimientos. Nuestro amor nos hará fuertes, la verdad nos hará libres. Bajo el cielo de Frigia, parece que nos encontramos a nosotros mismos, esa parte nuestra inconmensurable, indescriptible, que nos define como lo que somos. Bajo el cielo de Frigia, descubrimos nuestras almas.

Amhrán Duit (Never-Ending Road)

            Loreena pone un cierre de lujo a An Ancient Muse con este tema, compuesto por ella. Para poner fin a su viaje, la canadiense parece regresar al mundo que conoce y al que pertenece, el mundo celta. Y sin embargo, esta Calle Interminable en la que la canadiense nos sitúa, forma parte de un camino que no pertenece a ningún credo, a ninguna cultura ni a ningún lugar en concreto. Es el camino del Amor, del Amor Humano, pero también del Amor Divino, el de la Mística, el de los poetas sufíes, el de San Juan y Santa Teresa. “Aquí está mi corazón y te lo entrego” es una frase que no tiene época, que no tiene lugar. Que pertenece a la Eternidad y al Infinito. Una frase que puede ser pronunciada por dos amantes, o por alguien arrastrado y guiado por su fe.
            Es el Camino que no Acaba, el Camino Infinito, Amhrán Duit. Es un camino que, sabemos, no acabará nunca.
            Pero el viaje con Loreena ha terminado aquí…
            Al menos de momento. Porque también su música es Amhrán Duit, el Camino que no Acaba.

jueves, 21 de julio de 2011

JUEGO DE TRONOS

Bueeeeeno, pues el otro día terminé de ver la primera temporada de la serie Juego de Tronos, que, por si alguien ha estado exiliado a una dimensión alternativa y se lo ha perdido, es la adaptación de la cadena televisiva HBO (True Blood, Los Soprano) del primer libro de la saga Canción de Hielo y Fuego, de George R. R. Martin, cuyos libros están siendo comentados en este mismo blog según los voy leyendo. Para mis lectores exiliados a otras dimensiones, les diré que si quieren conocer el argumento, acudan al post en el que se habla del primer tomo de esta grandiosa epopeya, ya que aquí, toca hacer comparativa y valoración de la serie.


            La verdad es que no sé ni por dónde empezar. Simplemente, me ha encantado. El ritmo de la serie, la caracterización de los personajes, su fidelidad al libro (dentro de lo posible, es obvio que mil y pico páginas no se convierten en imágenes así como así) y la gran elección de los finales de cada capítulo para dejarte enganchado y queriendo más y más y más y más, hacen de Juego de Tronos una serie digna de ver, seas o no ya fan de la obra de Martin. El reparto está encabezado por Sean Bean, que interpreta a Eddard (Ned) Stark; todos recordaremos a Bean como el Boromir de El Señor de los Anillos o el Ulises de Troya. Pero aunque Bean tiene un papel importante en la serie, al igual que ocurre en el libro, queda ensombrecido por el gran papel de su esposa, Catelyn Tully, que en la serie es interpretada por la actriz irlandesa Michelle Fairley, una actriz procedente del mundo de la escena inglés y a la que hemos visto también en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte interpretando a la madre de Hermione, y que tuvo un papel secundario también en Los Otros. Y bueno, mención aparte merece Peter Dinklage, que ha podido llevar a la pequeña pantalla al mejor personaje de los libros, Tyrion Lannister, un papel al que es difícil hacer justicia y por el que Dinklage ha sido nominado a los Emmy. Lo mismo ocurre con la Lady MacBeth de esta saga, Cersei Lannister, que es interpretada por Lena Headey, protagonista de otras series como Las Crónicas de Sarah Connors y que en la pantalla grande, hizo el papel de la esposa de Leónidas en 300. El tercero de los Lannister, Jaime, ha quedado en las manos del danés Nikolaj Coster-Waldau, menos conocido, aunque ha participado en películas como El Reino de los Cielos, además de, si algún día deciden hacer la versión de imagen real de Schreck, ser perfecto para hacer de Príncipe Encantador. Los exóticos Targaryen, Viserys y Daenereys, han sido interpretados respectivamente por Harry Lloyd (el Will Scarlett de Robin Hood) y Emilia Clarke, prácticamente recién llegada al mundo de la interpretación y que tiene en Daenerys Targaryen el que será su primer papel de referencia. Jason Momoa, el futuro Conan, es quien interpreta a Khal Drogo.


            Y bueno, no puedo dejar de hablar del reparto sin hacer una mención de cada uno de los actores y actrices que representan a los niños Stark: Richard Madden (Robb Stark), Sophie Turner (Sansa Stark), Maisie Williams (Arya Stark), Isaac Hempstead-Wrigth (Bran Stark), Art Parkinson (el pequeño Rickon Stark), y por supuesto, Kit Harington (el bastardo Jon Nieve) y Alfie Allen (el acogido, Theon Greyjoy), todos los cuales tienen de notable alto para arriba en sus respectivos papeles.

            Además de un gran reparto, Juego de Tronos ha disfrutado de grandes localizaciones y escenarios impactantes: el Muro, Desembarco del Rey, los Gemelos, Invernalia… son todos reseñables, aunque debo reconocer que me llevé una pequeña decepción con la versión de el Nido de las Águilas, la fortaleza del Valle, aunque las apariciones de Lysa Arryn y el pequeño Robert Arryn en su interior enseguida me quitaron el disgusto. Y otro gran activo de la serie es la banda sonora, obra del compositor Ramin Djawadi, que ha conseguido reflejar toda la épica y trasfondo mítico que tiene esta historia. Simplemente escuchando la música de la presentación, ya sabes que lo que viene es… grandioso.

            En fin, no sé si hay mucho más que decir, porque los que no la hayáis visto, deberíais estar ya buscándola para disfrutarla. ¡¡Pero antes leeros los libros!!
           

miércoles, 20 de julio de 2011

MÓNICA NARANJO: EUROPA

Con el tiempo que llevo en el blog... ¡y el otro día me di cuenta de que no había puesto nada de la diva entre las divas! Así que a eso había que ponerle solución rápido, por eso os dejo hoy aquí el pedazo de vídeo de ese pedazo de tema que es Europa, parte del último disco de estudio de la grandísima Mónica Naranjo, Tarántula.

Que lo disfrutéis.



martes, 19 de julio de 2011

EL ÁNGEL PERDIDO

            Creo que no descubro América para nadie si digo que El Código DaVinci fue una revolución para el mundo de la literatura, no ya sólo a nivel de ventas sino de temática. A raíz del éxito de la obra de Dan Brown, saltaron a la primera línea de todas las estanterías de cualquier librería o centro comercial decenas y decenas de libros de temática religiosa. Peligrosos complots urdidos en el seno de la Iglesia, conspiraciones obra de cardenales o sectas, antiguas o modernas, de los más peculiares estilos y creencias, secretos que tenían que ver con las más antiguas creencias religiosas (especialmente relacionadas con la imagen de Cristo) y que iban desde los sorprendente a lo ridículo (recuerdo un libro… bueno, el nombre era algo así como “El Secreto del Grial” en el que identificaban a Moisés con Akenatón y luego lo vinculaban con el mito artúrico a través de la imagen de Lanzarote del Lago, convertido por obra del autor en personaje histórico…). Gracias a Dios, dentro de la avalancha de libros que surgieron a raíz de El Código DaVinci, los ha habido de diferente calidad, e incluso se ha aprovechado para reeditar libros anteriores mucho mejores que el propio éxito de Brown (a Assasini me remito, por ejemplo).
            Aunque esa marea parece haber retrocedido, aún hay libros que surgen aquí y allá que continúan dentro de la estela de este tipo de literatura, y a este tipo de libros pertenece el que hoy comentamos, El Ángel Perdido, de Javier Sierra. El libro llegó a mis manos en mi cumpleaños, regalo de mi hermano y de mi cuñada. Para aquellos que seguimos con cierto interés el mundo de lo “paranormal”, el nombre de Javier Sierra nos es tan familiar como ahora el de Íker Jiménez. Sierra ha colaborado en diferentes programas televisivos, ha dirigido durante varios años la revista “Más Allá de la Ciencia”, y ha escrito libros tan famosos como La Dama Azul, sobre la vida de Sor María Jesús de Ágreda, una monja con supuestos poderes de bilocación; o La Cena Secreta, sobre la ya mencionada figura del omnímodo Leonardo.
            En El Ángel Perdido Javier Sierra recurre prácticamente a la misma estructura que tuvo El Código DaVinci o Ángeles y Demonios. La trama se desarrolla en prácticamente una noche, y aunque se centra en un personaje principal (en este caso, Julia Álvarez, restauradora de El Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela y vidente), aporta la perspectiva de otros narradores (un agente del gobierno de Estados Unidos, un policía gallego que recuerda sospechosamente al inspector de El Código DaVinci…) en capítulos intermedios. La trama que Sierra desarrolla en esta novela tiene como idea principal la existencia del Diluvio y de la figura de Noé, o sus equivalentes en diferentes culturas, además de la posibilidad de “comunicarse” con Dios a través de unas piedras de extraños poderes y composición, las adamantas. A través de las páginas de esta novela, Sierra vincula el propio misticismo de la catedral de Santiago con las leyendas del Arca de Noé encallada en el Monte Ararat, pasando por el mito de los Nephilim (los hijos de ángeles y humanos), la religión yezidí (un culto real que se practica en algunas zonas entre Armenia y Turquía, especialmente en Mosul), al vidente de Isabel I de Inglaterra, John Dee y un puñado más de mitos y creencias, siempre dirigidas hacia la existencia de una comunicación viable con Dios y una serie de destrucciones de la humanidad ocurridas en diversas eras.
            El argumento no es exactamente original, y como ya os he dicho antes, la estructura e incluso el ritmo narrativo son muy cercanos al best-seller de Dan Brown, pero sería injusto no reconocer el mérito de Javier Sierra en esta novela. Y es que ha conseguido una narración coherente, interesante, y que tiene momentos en los que realmente engancha. Eso sí, el final es algo… no sé, decepcionante. Como si se hubiera deshinchado en las últimas páginas, y algo que parece que va a ser fragoroso, se queda en… bueno, en casi nada.
            En fin, ahora que viene el verano, si alguno quiere echarse a la mochila un libro sencillo, sin pretensiones y le gustó El Código DaVinci, este libro puede ser una buena opción.
            Los demás… mejor seguid buscando.

lunes, 18 de julio de 2011

LA SANGRE DE LOS TIRANOS (II)

                Todos los caminos que salían de París estaban llenos de gente, bloqueados en muchos casos. Algunos querían salir de la ciudad, otros entrar, buscarse una nueva vida en la nueva sociedad que se estaba forjando. Todo era caos. Mientras dejaban París, Raquel, Mihail, Pier Francesco y Luna escucharon que los reyes habían impuesto de nuevo el orden y que Robespierre había sido ajusticiado. Actos seguido, escucharon todo lo contrario. Las dos noticias resultaron ser falsas.
            Y en Le Mans, descubrieron que las cosas podían ser aún más complicadas. Un amanecer, fueron atacados, con el sol ya en el cielo, por un grupo de gente que parecía completamente preparada para enfrentarse a Vampiros, armados con antorchas y agua bendita y dirigidos por un niño que parecía irradiar Fe Verdadera. Aunque hicieron todo lo posible para mantenerse a salvo, y Raquel incluso consiguió herir al niño que dirigía el ataque, la Tremere finalmente fue arrastrada al exterior del carro, cubierta con lonas embreadas, y llevada por aquellos secuestradores, que dejaron en paz al resto de los Cainitas, que no tuvieron más opción que sumergirse en el Sopor con el sol en el cielo.
            Cuando despertaron, se dirigieron a Le Mans, donde se alimentaron y buscaron pistas sobre aquellos que les habían atacado. Allí descubrieron que había un cercano chateau donde un grupo de hombres de ciencia se habían reunido alrededor de un joven señor llamado Armand. Dejando a Luna en Le Mans recuperándose de sus heridas, Mihail y Pier Francesco se dirigieron al chateau, descubriendo un lugar bastante descuidado. Mientras Mihail se infiltraba utilizando Vicisitud, Pier Francesco dominaba al guardia principal, enviándole a matar a al niño que dirigía aquel grupo. Mihail descubrió los archivos de aquella organización, Le Feu de la Verité, el Fuego de la Verdad, que hablaban de numerosos rumores sobre vampiros y su ubicación en diferentes lugares de París. Mientras el guardia acababa con la vida de un herido Armand sembrando el caos, Mihail llegaba ante Raquel, viviseccionada sobre una mesa de experimentos, y acababa con el sufrimiento de la Tremere, diablerizándola.
            Mihail, Luna y Pier Francesco llegaron finalmente a Toulouse, donde se presentaron ante el Príncipe Eon de L´Etoile, haciéndose pasar por miembros de la Camarilla que huían de París. El Príncipe Eon los recibía en compañía de una de sus invitadas, la Toreador Madame Guil. Eon les dio permiso de residencia y caza en su ciudad, pero cuando llegaron al lugar que se les había asignado como vivienda, encontraron una nota de Madame Guil, pidiéndoles que se reunieran con ella en las ruinas de un viejo castrum en las afueras de la ciudad.

                A la noche siguiente, Mihail, Pier Francesco y Luna se reunieron con Madame Guil en las ruinas de un viejo castrum en las estribaciones de los Pirineos, y allí la Toreador les explicó que aquel lugar había sido un dominio mucho tiempo atrás de la Herejía Cainita y de los cátaros a los que habían subvertido. Además les dijo que su uso del Auspex le había revelado que los personajes no eran lo que afirmaban ser. Extrañados por la sinceridad y el valor de la Toreador al reunirse con ellos, los personajes revelaron la verdad a Madame Guil, que se mostró de lo más interesada en el Sabbat y su filosofía. Una vez sus dudas estuvieron satisfechas, Guil les anunció que al día siguiente abandonaría Toulouse en dirección a París. Eon no tardaría en recibir la noticia de la muerte de François Villon, Príncipe de París, y la caída de la ciudad en manos del ahora Arzobispo Gerard de Châtelle. Guil afirmaba que aquel era el momento de los valientes, ¿Cuánto tiempo tardaría la Camarilla en volcarse entera sobre París? Fundadores, Justicar, Arcontes… Guil dejó a los personajes en el castrum mientras volvía a la ciudad, y un mosaico de las ruinosas paredes les llamó la atención: era una imagen especialmente sangrienta de la decapitación de San Juan Bautista, pero bajo ella, asomaba lo que parecía ser una figura más antigua. Eliminaron el mosaico, revelando la pintura que había bajo ella, y se encontraron con la misma imagen que había en la Corte de los Milagros, la silueta de la mujer egipcia con un sol negro por cabeza, y bajo ella, una leyenda en griego, “La Diosa de los Mil Rostros”.
            Los personajes regresaron a Toulouse, donde el Príncipe Eon daba una fiesta, y allí pudieron desarrollar sus habilidades sociales por un rato, al tiempo que averiguaban que el castrum había pertenecido a una rama de la Herejía conocida como “Los Hijos de la Magdalena”, dominada por los Setitas, aunque Eon de L´Etoile hablaba de que los Hijos eran Herejes dentro de la Herejía, y adoraban a una diosa anterior, a la que habían tratado de sincretizar con la Magdalena. A la noche siguiente, llegaron las noticias de París, traídas por un ghoul de Joachim von Neumann, uno de los consejeros de Villon. El Príncipe había muerto, pero no era lo peor: los Revolucionarios habían asaltado las Tullerías y habían aprisionado a Luis XVI y María Antonieta, que fueron ejecutados en el infame invento conocido como Guillotina. El resto de las naciones europeas se preparaban para la guerra con Francia. Tras dejar descansar al ghoul, los personajes se reunieron con él, y aunque desconocía la existencia de Georg von Neumann, sí que les pudo indicar que las tierras natales de Joachim von Neumann estaban en los Alpes Austriacos. Hacía allí decidieron dirigirse los personajes, sorprendidos por el hecho de que al parecer, Mnemach los había engañado. Además, a ellos se unió un Nosferatu portugués, Paolo Oliveira, Templario enviado por el Cardenal Rustovitch para apoyarles.
            Paolo consiguió guiarles sin demasiados contratiempos hasta los Alpes Austriacos, donde finalmente encontraron una vieja cabaña en la que Georg von Neumann se había refugiado. Allí estaba la tablilla que había robado a Zelios y que hablaba de la Gehena; así como un montón de cenizas que resultaron ser los restos del Arquitecto. Georg, aturdido, quemaba cartas ante una chimenea, pero no se resistió cuando los personajes se las arrebataron para revisarlas. En ellas, una mujer, Nefer-Ankh-Eset, Hija de la Sombra, reclamaba a Zelios el pago por lo que había aprendido de los Seguidores de Set sobre geomancia. Al parecer, Zelios se había negado, afirmando que lo que Nefer-Ankh-Eset reclamaba eran actos contra natura. Georg había acabado con la vida del Arquitecto, dominado por Nefer-Ankh-Eset, Primogénita de la Diosa de los Mil Rostros (llevaba un tatuaje con el sol negro en la espalda), y les indicó que, antes de ser encerrado en la Bastilla en París, había entregado a Nefer-Ankh-Eset los documentos que había reclamado a Zelios, rituales que le permitirían a la Hija de la Sombra hundir París.

viernes, 15 de julio de 2011

LOREENA MCKENNITT: BOOK OF SECRETS.

           

 El año 1997 sería el elegido por Loreena McKennitt para presentar el que probablemente sea el más conocido de sus trabajos. Para mí, personalmente, también es uno de sus discos más especiales, ya que con este trabajo fue con el que yo la conocí, gracias a Laura, una compañera de la facultad que me dejó el cassette para que lo oyera, enamorándome inmediatamente de la voz de la cantante canadiense. Fue The Book of Secrets el disco que me llevó a seguir la carrera de Loreena, a bucear en sus discos antiguos, a recopilar aquellos discos de los que ya he hablado y a seguir su trayectoria en los años que vendrían por delante. Book of Secrets es una nueva parada en el viaje que Loreena comenzó en The Visit y continuó en The Mask and the Mirror, un viaje desde el corazón de la música y la cultura celta a otras muchas culturas y conceptos musicales. ¿Os atrevéis a dar el primer paso conmigo?

Prologue.

            Pues precisamente esta canción es eso, el prólogo y un preludio de lo que nos viene por delante. Una composición instrumental de Loreena McKennitt, acompañada por su espléndida voz, rica en matices, aunque sin letra. Prologue abre el Libro de los Secretos y lo hace con tonos que al mismo tiempo evocan grandes bosques donde el sol baila en las hojas de los árboles y desiertos de inmensas dunas que bailan con el viento. Prologue va incluso más allá, hay en ella imágenes de playas mediterráneas de tiempos antiguos, ecos de Iglesias y Mezquitas, y más allá, de tiempos en los que dioses más antiguos que el Hijo del Carpintero observaban y recorrían el mundo.

The Mummer´s Dance.

            Este tema, incluido en la BSO de la película “Por Siempre Jamás”, y para componerlo, Loreena se inspiró en una canción típica del Oxfordshire. El “momero” es una figura que ya Frazier comentaba en su gran tratado sobre religiones comparadas, La Rama Dorada, hombres que se ataviaban con ramas y que participaban en danzas religiosas, rituales de fecundidad y de fertilidad. Y es precisamente esto lo que Loreena describe en este tema, la llegada de la Primavera y la danza de los Momeros, invocando la fertilidad y la fortuna para las cosechas que vendrían después. The Mummer´s Dance está cargada de sonidos celtas, como primer capítulo del libro, recuerda los primeros trabajos de Loreena, que jamás abandona sus orígenes.

Skellig.

            Una de las canciones más evocadoras de Loreena McKennitt. Skellig está ambientada en los viejos monasterios irlandeses que se fundaron en las islas de Skellig, en Irlanda. Skellig narra las palabras de despedida de un anciano monje a su pupilo, John, y es fácil verlos a la luz de las velas en un viejo scriptorium, rodeados de tintas, pergaminos y libros miniados. Imágenes del Libro de Kells vienen a nuestra mente, junto a las de las celdas de los monjes en los rocosos monasterios. Skellig es otra de esas canciones en las que Loreena juega de forma magistral con sus agudos, apoyándose en una música suave que da todo el protagonismo a esa prodigiosa voz de la canadiense, y una de esas canciones que transmiten paz y calma… la paz y la calma de la legendaria vida contemplativa, lejos del mundo.

Marco Polo.

            Después de dos canciones de marcado aire celta, Loreena nos sorprende con esta obra instrumental, compuesta por ella con la base de una melodía sufí. Marco Polo es la forma que tiene Loreena de homenajear la figura del famoso explorador que los tiempos de la Edad Media consiguió llegar a la China de Kublai Khan, uno de los más famosos herederos del mismísimo Genghis Khan. Marco Polo es una espléndida mezcla de sonidos orientales que de inmediato traen a nuestra mente imágenes de la Venecia de los dogos, de la ciudad comercial cuyos tentáculos se extendían por buena parte del mundo, y cuya voluntad hacía y deshacía poderes en todo el mundo conocido. Es la imagen musical del viaje a Oriente, de los caminos cercanos a la Ruta de la Seda, sonidos que traen a nuestra mente imágenes de seda y oro, nombres de leyenda, la casi mítica Samarcanda… Oriente nos llama, nos atrae, y lo hace como lo ha hecho siempre: con magia y encantamiento.

The Highwayman.

            Y antes de hablar de esta canción, no tengo más remedio que quitarme el sombrero (imaginario, no penséis que ando por casa con bombín… siempre me ha quedado mejor el sombrero de copa…) y detenerme de nuevo a escuchar. Porque con The Highwayman alcanzamos un terreno ignoto, un terreno sorprendente, el de la épica en la música. Sobre un poema del poeta inglés Alfres Noyes, Loreena compone un tema que nos recuerda a The Lady of Shalott por su duración y por su carga poética. En The Highwayman, Loreena pone música y voz al más famoso de los temas de Noyes, un poema en el que narra las desventuras de un salteador durante la Guerra de Independencia de las Colonias Británicas en la Costa Este Norteamericana. La historia, cargada de drama y tensión, nos cuenta como un grupo de Casacas Rojas que buscan al bandolero llegan a la posada en la que se encuentra Bess, la amada del bandolero innominado, planeando utilizarla para detenerle… hasta que ella se quita la vida con uno de los rifles de los Casacas Rojas para que el bandolero escuche el ruido y escape… aunque él vuelve más tarde para vengarse, y es ejecutado por los ingleses. Esta canción tiene momentos realmente impresionantes, como aquel en el que la música casi desaparece para que Loreena simule el acercamiento de los caballos a la posada, la tensión mientras los ingleses esperan y Bess se desespera pensando en como avisarle… Y unos versos míticos. “Búscame a la Luz de la Luna, Mírame a la Luz de la Luna, Yo Vendré a la Luz de la Luna…”
            Simplemente, inmensa.

La Serenissima.

            Después de la epopeya narrada en The Highwayman, Loreena, con ese perfecto equilibrio que ha sabido mantener en sus discos, nos trae un nuevo tema instrumental, compuesto por ella, magistralmente arrancado con el arpa y seguido por una serie de instrumentos, violín, flauta... Al igual que en Marco Polo, en La Serenissima, Loreena vuelve a Venecia, a la República Serenísima que dominó el Mediterráneo en los siglos XV y XVI, una canción de sonidos suaves, no tan exóticos como los de Marco Polo, pero sí con cierta carga oriental. Un tema para relajarte y disfrutar, para descansar tras la tensión vivida, un tema que trae góndolas decoradas con oro deslizándose sinuosas por los canales de la hermosa Venecia…

Night Ride Across the Caucassus.

            Y el viaje que hemos comenzado en Venecia, continúa. Continúa hacia oriente, hacia Turquía, el Imperio Otomano y las inmensas montañas del Cáucaso. Inspirada en la filosofía sufí y fascinada por algunos conceptos alquímicos, Loreena nos narra una cabalgada por las cumbres del Cáucaso, una cabalgada movida por determinadas visiones, un viaje místico en busca de respuestas… respuestas a preguntas que aún tenemos que encontrar. El enigma de la alquimia, la pregunta que el caballero perfecto debe hacer al Rey Pescador para descubrir el misterio del Grial… son conceptos que se encuentran en esta canción, en las imágenes de un cielo cuajado de estrellas, un cielo que sugiere preguntas sobre lo divino y lo humano.

Dante´s Prayer.

            Recorriendo Rusia en el legendario Transiberiano, Loreena McKennitt leyó La Divina Comedia, y se inspiró para componer la música y la letra de esta canción, de este último capítulo de nuestro Libro de los Secretos. Una letra de despedida, una oración. Volvemos a la Loreena McKennitt tocada por el misticismo que ya se presentó ante nosotros en The Mask and the Mirror. Dante´s Prayer es un canto a la esperanza, una canción íntima, sosegada, con cierto toque de religiosidad. Y con uno de esos versos que toca el corazón, que hace que te enamores de una canción, de una voz, de una situación, de una persona, un verso que expresa un deseo con el que todos nos identificamos, creamos o no, ya que puede dirigirse a un dios, a un amigo, al amor de una vida… Cuando la noche oscura parezca interminable, por favor, recuerdame…
            Por favor, recuerdame…