Justo antes de enterarme de que estaba embarazada, es decir, en la semana 4 recién cumplida, tuve un día de hambre tremenda, típico día premenstrual en el que tu cuerpo se prepara para la hecatombe y no puedes dejar de comer. A Mr. Sapo le pareció un tanto sospechoso, pero yo lo noté como un síntoma premenstrual normal. El problema fue que al día siguiente desapareció totalmente y la regla no hizo acto de presencia. Y al día siguiente, uy, qué cosas, la tripa muy revuelta. Seguí varios días así negándome a mí misma y a Mr. Sapo todo indicio real de embarazo, pero una semana después, mi intuición (esa que taaanto me ha fallado, a decir verdad!!) me indicaba que había llegado la hora de enfrentarme a mi testofobia.
Ya sabéis cómo salió aquello. Cinco segundos después, la segunda rayita era más que visible y ahí empezaba realmente mi sensación de estar embarazada por segunda vez. Ese malestar estomacal me duró tres o cuatro semanas, hasta año nuevo, más o menos por la semana 9 o así. No llegué a vomitar en ningún momento, pero tenía ratos de ascos y náuseas muy desagradables. Las digestiones empezaron a ser lentas y complicadas, con muchísimos gases y realmente, después de comer se acababa mi sensación de comodidad hasta la noche. Algunas noches no cené absolutamente nada de esta sensación de asco y digestión pesada. Pero como digo, a partir de la semana 9 o así, todo esto fue pasando.
Ahora mismo, en la semana 12, puedo decir que llevo semanas sin ascos a nada, sin náuseas, aunque mis digestiones son más pesadas que lo habitual. Intento hacer 5 comidas más pequeñas al día y obligarme a comer aunque no tenga ganas porque sé que a mi digestión le sienta bien. Y esto de obligarme a comer también tiene otro motivo: igual que en el embarazo del renacuajo, no hago más que perder peso!
Pues sí, cuando fui la primera vez a la matrona, pesaba 68.5 kg, en el límite entre un peso saludable y un poquito de sobrepeso, pero todo normal. Al mes, la báscula ya marcaba 67.5 en la doctora y hoy, otras 2 semanas después, peso 66 kg en la báscula de casa (desnuda y recién levantada, con lo que intuyo que en la del médico pesaré 67). Y todo esto, sin haber vomitado ni una vez y comiendo estupendamente. Como en el embarazo del renacuajo solo cogí kilo y medio en todo el embarazo y él nació pequeñito (2,480), mis doctores y matrona están OBSESIONADOS CON QUE COJA PESO. Y yo, por mucho que lo intento, no lo consigo!!!
Siempre he sido de buen comer y lo que en el pueblo de mi madre se conoce como "buena moza lustrosica". Pero parece que los embarazos me alteran el metabolismo y mi molla se transforma en tripa, así por arte de magia! Con el renacuajo, me importó menos, porque al estar más gordita, perder 7 kg después del parto no me vino nada mal, pero si ahora pierdo 7 kilos, me quedaría bastante huesuda, y no creo que sea sano. Por eso, mi doctora me ha dicho que si en 4 semanas no cojo peso, que me vaya para allá y tomaremos acciones más contundentes. No tengo ni idea de a qué se refiere, pero llevo ya 2 semanas y no es que no haya recuperado nada, es que sigo perdiendo. Estoy apuntando todo lo que como para enseñárselo y que vea que más me es imposible comer y que estoy comiendo sano y variado. Pero bueno, mientras Ranita/o esté bien, este es un tema menor.
Respecto a otros síntomas, el del cansancio no lo noto especialmente, como con el renacuajo. A ver, estoy cansada, claro que sí, pero estar muerta cuando te pasas el día detrás de un terremoto de casi dos años es lo más normal del mundo. Lo que sí que me molesta bastante es la pelvis al andar. He leído que después de un embarazo, la pelvis puede volver a su sitio descuadrada y que en el siguiente embarazo, al ir agrandándose el útero, provoca dolor, así que intuyo que es eso lo que me pasa.
A veces, tengo como dolorcillos de regla que me hacen entrar en pánico todavía, junto con bastante flujo, pero por ahora, ningún sustito ni manchado alguno. No noto ni más sed, ni insomnio, ni ardores ni nada de eso. En general, me encuentro muy bien, hormonal y emocionalmente me encuentro bastante estable y aún estoy ágil como para tirarme por el suelo con mi torbellino a jugar a los coches y para correr detrás de él en tacones cuando se me escapa por la calle! ;)
En lo único que estoy notando un síntoma que no me gusta en la libido, desaparecida en combate, oiga, con el renacuajo recuerdo bastante pasión en el segundo trimestre, así que o me pongo ya las pilas o no sé yo...Y eso que todavía estoy lozana y ágil! :p
Bueno, y por último, os dejo una foto con la