viernes, 24 de diciembre de 2021

Ignoro completamente quién tuvo la peregrina idea en la fábrica de caramelos, para darme esta ridícula forma humana.

Solo me acuerdo del dolor que me produjo la amputación de uno de mis brazos, mi nueva dueña, la compradora, me desnudó lentamente la envoltura de celofán y aprovechando que estaba completamente desnudo, me pasó la lengua distraidamente por todo el cuerpo, los brazos, la cabeza, las piernas, como era mi función, me concentraba y extraía de mis entrañas el sabor a fresa, con todas mis buenas intenciones, que son las que caracterizan a un caramelo de calidad.

De repente se hinchó un pequeño bulto entre mis pequeñas piernas, aquella lengua deliciosa lo notó, e inundó de saliva toda la boca de modo que ya flotaba a la deriva en aquel fluido azucarado, en la cueva sonrosada de su boca, pero esa protuberancia de caramelo se hinchaba más y más, aquella lengua se iba volviendo loca pasando por encima, zarandeándome de lado a lado, hasta que quedé atrapado entre los nacarados dientes, el mar de saliva azucarada y aquella monstruosa y acelerada lengua hizo palanca y se quebró un brazo ya debilitado por el chupeteo anterior.

El bracito se deshizo en pocos minutos, fundiéndose en aquel líquido de fresa intensa.

Luego me dejaron, encima de la mesa de mármol de una cafetería, desnudo sin mi celofán de colores, lleno de babas y esencia de fresa, con terribles escalofríos, hasta que la película viscosa que me envolvía, se transformó en caramelo pegajoso, de modo que quedé allí enganchado.

Un periódico encima de mi y las prisas de ir a no se donde, total que se olvidaron de mi, ahora estoy pegado a una mesa de mármol helado con un único brazo incapaz de despegarme de está desagradable situación.

Busco angustiosamente a mi dueña, solo se que ella mide 50 veces más que yo y su lengua sabe a fresa, pero por favor me gustaría que no comprase otro caramelo, que me fuese fiel, tampoco me seduce la idea de que me coma un niño, allá en la fábrica dicen que los niños y los hombres muerden a los caramelos, triturándolos, no tienen la paciencia necesaria, para deshacerse a lengüetazos, que como ustedes pueden comprender es la muerte mas dulce de un caramelo.

Si alguien la ve, por favor, que se ponga en contacto conmigo y me ponga un comentario con su localización. He sido perdido tontamente ..... me olvidaron, quizás no hice bien mi trabajo de caramelo, he sido lamido y olvidado y me siento muy triste.

Se ofrece una buena recompensa en azúcar y sabores, a quién me ofrezca pistas reales, más que nada es por el valor sentimental, no creo que pueda substituir a esa lengua, los hombres caramelo, también tenemos nuestras preferencias para ser comidos y nos gusta ser devorado siempre por la misma lengua.




miércoles, 3 de febrero de 2021




Se dieron varias y terribles coincidencias: 

Un misterioso informe del departamento de Inteligencia Artificial, inmerso entre varios diseños en el propio departamento de innovación de la fábrica de caramelos y que alguien decidiera darle esa forma humana, tampoco se sabe. 



El encargo era simple, realizar unos simpáticos caramelos para entregar en despedidas de solteras, consistían en unos redondeados hombrecillos de color fresa, con un pequeño pene al aire, de cara redonda como el icono 'sonriente'. 

Preguntado en la prensa mas adelante Luis el caramelo con forma humana afirmaba: 

"Solo me acuerdo del dolor que me producía el succionamiento de mi esencia carameril y posteriormente la amputación de uno de mis bracitos, pude ver los grandes ojos de mi propietaria, después de desenvolver el traje de celofán, como me contempló extasiada, antes de pasarme la punta de la lengua distraidamente por todo el cuerpo, los brazos, la cabeza, los pies, yo en mi función de caramelo me concentraba y extraía de mis entrañas el sabor a fresa, tal como me habían enseñado, con todas mis buenas intenciones, que son las que caracterizan a un buen caramelo. De repente se hinchó un pequeño bulto entre mis pequeñas piernas, aquella lengua deliciosa lo notó, solo puedo acordarme de su sonrisa de oreja a oreja y aquella inundación de saliva por toda la boca de modo que yo flotaba a la deriva en aquel fluido azucarado, que era yo mismo, pero esa protuberancia de caramelo se hinchaba más y más, aquella lengua se iba volviendo loca pasando por encima, pues mi materia y sabor pasaba extrañamente a esa parte de mi cuerpo, posiblemente debía ser el único caramelo que se hinchaba a medida que lo saboreaban, pero me zarandeában de lado a lado, como una nuez en el océano, hasta que me di un golpe fatídico contra los dientes, en aquel terremoto y contra aquella blanca porcelana se me quebró un bracito ya debilitado, el bracito se deshizo en pocos minutos, fundiéndose en aquel líquido de fresa intensa. 

Luego oi un teléfono, una conversación lejana y me dejaron encima de la mesa de mármol de una cafetería, desnudo sin mi celofán, lleno de babas y de mi propia fresa, sintiendo escalofríos hasta que al secarse la película viscosa que me envolvía, se transformó en caramelo pegajoso, de modo que quedé enganchado, un periódico encima de mi y las prisas de ir a no se donde, total que se olvidaron de mi, ahora estoy pegado a una mesa de mármol superfrío, y con mi único brazo no puedo despegarme, busco angustiosamente a mi dueña y su boca, solo se que ella mide 50 veces más que yo y que su lengua actualmente sabe a fresa, pero por favor me gustaría que no comprase otro caramelo, que me fuese fiel, tampoco me seduce la idea de que me coma el primer niño que me encuentre, allá en la fábrica hay el rumor de que los niños y los hombres muerden a los caramelos, triturándolos, no tienen la paciencia necesaria, para una suave y deliciosa disolución, deshacerse a lenguetazos dando nuestro sabor es la muerte digna de nuestra especie. 

Si alguien la ve, por favor, que se ponga en contacto conmigo y me ponga un comentario con su localización, sólo se que se llama Marta. He sido perdido tontamente ..... me olvidaron, quizás no hice bien mi trabajo de caramelo, he sido lamido, olvidado y actualmente me siento muy triste. 

Ofrezco una buena recompensa en azúcar y sabores, lo mejor de mi a quién me ofrezca pistas reales, más que nada es por el valor sentimental, no creo que pueda substituir a esa lengua, los hombres caramelo, también tenemos nuestras preferencias para ser comidos, nos gusta compartir el mismo PH de la saliva que ha empezado a disolvernos y nos gusta el ritmo y textura de la misma lengua.


jueves, 20 de octubre de 2011






-Ella disimulaba, en realidad sabía que era de caramelo.




-¿Me va a decir vd. que se puso a chupar a una mujer creyéndose que era de caramelo?




-Exactamente.



-Esto es inaudito. ¿No se fijó que se movía que protestaba como un humano?




-Pensé que se hacía pasar por humana para evitar que me la comiera, la razón de existencia de los caramelos es ser comidos. Además huele como un caramelo de fresa y sabe a azúcar y va envuelta en un papel de colores con corazones.



-El que a esta mujer le falte un brazo, vaya vestida con un modelo de Agatha Ruiz de la Prada huela y sepa como un caramelo no quiere decir que lo sea, son casualidades circunstanciales.



Además en el informe policial afirma que vd. la desnudaba lentamente a medida que la iba chupando y afirmando sin ningún rubor "Que rica estás".



-No la desnudaba, la desenvolvía ¿acaso vd. se come los chupachups con el envoltorio? y no la chupaba le estaba lamiendo lentamente.





La víctima subió al estrado. La verdad es que aquella mujer olía poderosamente a fresa.



-Nos puede explicar a la sala, porque razón le falta un brazo.


-Me dieron un mordisco por la calle mientras paseaba.



-¿Y le arrancaron el brazo?¿Dónde lo dejaron?



-Se lo comieron.



-¿Le importaría que un voluntario del jurado se acercase al estrado y comprobase que es vd. humana y que dista mucho de asemejarse a un caramelo?.



-¡Claro que no!.



Se acercó un hombre de mediana edad de complexión fuerte se inclinó ante su escote y pasó la lengua lentamente por su cuello intentando descifrar su sabor.



-¡Es de caramelo! y siguió chupando separándole un poco el cuello de la camisa y abriéndole la blusa para ver que el resto del cuerpo también lo era.



Se produjo un tumulto en la sala, los restantes miembros del jurado quisieron probar también y saltaron de una forma espontánea hacia aquella fémina tan gustosa y poco a poco aquella mujer/caramelo se fue deshaciendo entre aquellas lenguas curiosas hasta que solo quedó su ropa amontonada en la silla de los testigos.



El juez estaba atónito se habían comido las pruebas la víctima y la propia denunciante. Se decidió que aquella hermosa mujer era de caramelo y se borraron de común acuerdo todos los datos para que nunca saliera a la luz aquel acontecimiento.






Es la pequeña historia que explica porque algunos lamen a las mujeres:







No es lujuria ni obscenidad, simplemente es para comprobar que no sea de caramelo.

martes, 30 de septiembre de 2008



Ignoro completamente por que en la fábrica de caramelos, decidieron darme esa forma humana.

Solo me acuerdo del dolor que me produjo la amputación de uno de mis bracitos, mi dueña, la compradora, me pasaba la lengua distraidamente por todo el cuerpo, los brazos, la cabeza, los pies, yo me concentraba y extraía de mis entrañas el sabor a fresa, con todas mis buenas intenciones, que son las que caracterizan a un buen caramelo.

De repente se hinchó un pequeño bulto entre mis pequeñas piernas, aquella lengua deliciosa lo notó, e inundó de saliva toda la boca de modo que yo flotaba a la deriva en aquel fluido azucarado, pero esa protuberancia de caramelo se hinchaba más y más, aquella lengua se iba volviendo loca pasando por encima, zarandeándome de lado a lado, hasta que me di un golpe fatídico contra los dientes y se me quebró un bracito ya debilitado.

El bracito se deshizo en pocos minutos, fundiéndose en aquel líquido de fresa intensa.

Luego me dejaron encima de la mesa de mármol de una cafetería, desnudo, lleno de babas y fresa, sintiendo escalofríos hasta que al secarse la película viscosa que me envolvía, se transformó en caramelo pegajoso, de modo que quedé enganchado.

Un periódico encima de mi y las prisas de ir a no se donde, total que se olvidaron de mi, ahora estoy pegado a una mesa de mármol superfrío, y con mi único brazo no puedo despegarme.

Busco angustiosamente a mi dueña, solo se que ella mide 50 veces más que yo y su lengua sabe a fresa, pero por favor me gustaría que no comprase otro caramelo, que me fuese fiel, tampoco me seduce la idea de que me coma un niño, allá en la fábrica dicen que los niños y los hombres muerden a los caramelos, triturándolos, no tienen la paciencia necesaria, para deshacerse a lenguetazos.

Si alguien la ve, por favor, que se ponga en contacto conmigo y me ponga un comentario con su localización.

He sido perdido tontamente ..... me olvidaron, quizás no hice bien mi trabajo de caramelo, he sido lamido y olvidado y me siento muy triste.

Se ofrece una buena recompensa en azúcar y sabores, a quién me ofrezca pistas reales, más que nada es por el valor sentimental, no creo que pueda substituir a esa lengua, los hombres caramelo, también tenemos nuestras preferencias para ser comidos y nos gusta ser devorado siempre por la misma lengua.

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