..... 2 .....""" - Mariela Arzadun

los perros y sus aullidos incesantes repitiendo las cifras rojas de una muerte
durante el otoño saben refugiarse en las ventanas de los escritorios sepulcrales
que conviven con las corbatas y los archivos hormonales de seda oscura
saben perseguir la onda corta de la saliva de las hojas al caer sobre la piel
de las veredas de amapola
adentro de sus ojos se amontonan los soles de la tarde en que se cierran las puertas
de la realidad mental
allí se citan las mujeres de pechos elegantes grandes conversadoras de la noche
con sus labios de sangre alegre y sus párpados o manos de fibra vegetal
allí se convidan con la boca las frases más curiosas diluídas en el vino
azul de la montaña en que se unieron las imágenes abriendo un sendero de nostalgia
para morir mejor desnudos
todos los amantes visitan ese bosque
para percibir mejor el tiempo en ese otro lado del cuerpo en el que aún no existen los estímulos
arrojar símbolos signos de navegaciones subterráneas
los hombres de espada envenenada recorren sin miedo algunas fuentes sonoras
que germinan en aquel lugar de siesta y musgo poco manso
se detienen a escuchar
las cien cabezas que discrepan en la parte más lejana de los huesos
que muelen el contenido de los frascos rotos por el viento como una lluvia motora se interesan por la coexistencia de los frutos sospechosos
arrebatan las miradas
y despiden a las damas-fuego que retiran los bocados
cuando se endurecen las copas de los árboles

..... 1 .....""" - Mariela Arzadun

con un pie en una nube
aquella que alivia con su mirada las parras centelleantes
a lo largo de un pasillo dibujado con lentas maniobras de tocadisco
se dirige al monte en busca de lo oscuro
-la sangre en sus pezones de amapola hirviente-
lleva la belleza de los granos más picantes entre sus ojos
aquellos que se unen a los labios más intensos
son el signo de un trazo feroz en el espejo
suspira al pasar y el silencio la atrapa
los árboles la ocultan
su sombra es un disfraz de noche en el que se apagan los disparos de su fiel compañero
quien llega a su destino y es un fruto en el pico de la luna
sus rostros se disponen al sabor de un beso único
en el puente levadizo de los pétalos negros
un reptil de alas gigantes se comunica en la copa del sol con sus pasos de fantasma durmiente
se mezcla con la arena de los vagones de hiedra en la vertiente del camino
esa mujer y su demente amante saben divertirse
están hervidos en las palabras del amor de puertas de escaleras y de semillas de diamante
llevan consigo el estallido del color de la lejana bruma arrancada al estravío
abusan de los racimos de luz con sus cuerpos llenos de eclipses amarillos
perdieron la corona para conservar los tesoros de la tempestad lúcida en sus cabellos
en el presente instante
ella sueña mientras su amante se sumerge en el despertar de su salvaje insecto
comienza a revelar el talle del interior del vértigo
y desaparece

Ella sin ángeles y sin sombrero - Mariela Arzadun

Veo cómo tú reclamas la belleza del jardín como una mujer muerta sosteniendo con su mentón el musgo que corre con su látigo sobre el viento de hilos de dedos de elefantes que resucitan sin sus cabelleras de ángeles fatigados. Escucho con tu miedo sabroso el jugo resaltando la langosta que frenó con su hacha el zumbido negro de una ausencia. No existe ya tu rostro en las yemas de mis dedos. No busques más la inteperie de la aparición desnuda. Se ajustan los anillos de diversas maneras para que no me muera. -¡Y sin sombrero no puedo caer muy lejos de la lluvia que se esfuerza por memorizar el sendero de los aguijones! La noche como siempre me retuerce como un signo de aventura inconclusa que acaba de volver. Ella que sabe de semáforos de carne que ríen fuerte entre las tumbas de pájaros salados, derrite en mi cabeza los alambres de juguete. -¡Qué triste dormir solo en esta cama cubierto con dientes de semillas de sandía! Con vértebras aguadas al recordar el lugar donde se nace para seguir así viviendo.

Mancha de selva silábica - Mariela Arzadun

entre mis imágenes de cartón alucinante
me emociono al verte como ese beso que me diste
que se afirma en las paredes donde duermo
los bordes de la espera del silencio de esa uña filosa

me deshidrato en las rocas de tu fibra
en aquella playa negra que me diste entre tus manos sangrantes
como una perla en llamas
como el sentido de esa sílaba oblicua e incandescente por donde asoman las plumas
de tu voz como un puñado de navajas florecientes
respiras el sabor de mis lágrimas dulces

estoy hecha de almizcle prensado por tu cuerpo
dentro de tu copa soy la mujer infantil de párpados azules
soy el girasol vacilante atravesado por tu bala
ramo de azufre
silueta de mi iris roto
escalón descarrilado arrojado a consumirse mientras bebo de tu sangre
alrededor de los espejos
hallando las profundas resonancias de los cilindros de sueños
el encuentro entre tu edificio y mis escombros
será cuestión de tiempo

deja de ser mi enemigo
mis pétalos líquidos de humo brotan como una mancha de selva que busca extenderse hasta tocarte

Esto es todo por ahora - Mariela Arzadun

quiero volverme un rastro de la raíz más recóndita
aparecer en la sensación de una mirada punzante
devolverme a la lluvia sulfúrica que cae desviada
que se pierde entre las ramas
que corta con señales y sílbidos rugidores
quiero desaparecer en la tierra que se mueve
sumergir las lágrimas
desear
desear
siempre
lamer las pisadas que dejaron los rostros milenarios
en su fuerza hervidora
romper las láminas de herencia que colapsan las metáforas
salir por la curva como un relámpago de aire
quiero ser la flor más arrancada por el día


ESTO ES TODO POR AHORA

Retrato De Un Sireno - Juan Carlos Otaño

El Anti-miserabilista 2

Textos y manifiestos del Grupo Surrealista del Río de la Plata/1

Colectivo - Señales inconfundibles de miserabilismo en el grupo Derrame de Santiago de Chile.

Collective - Unmistakable miserabilism signs: Derrame group from Santiago de Chile.

Los Tres Magos Lumpen - Juan Carlos Otaño

El Anti-miserabilista 1

Textos y manifiestos del Grupo Surrealista de Madrid/1

La guerra de las ilusiones - José Manuel Rojo.
Regreso al subterráneo o el erotismo reconquistado - Antonio Ramírez.
Timor loci - Ignacio Castro.