Exigencias
Cuando haces las cosas lo mejor que sabes y puedes, cuando dedicas horas y horas de tu tiempo -quitándolo de tu ocio, de tu suenyo y más aún-, cuando estás (casi) todos los días al pie del canyón para lo que está planificado y para otras cosas que surjan sobre la marcha, cuando si hay un problema repentino intentas resolverlo cuanto antes y de forma que cause el menor mal posible, cuando en algo voluntario te implicas personalmente hasta la médula, te mojas, te empapas incluso...
...lo que no voy a aceptar es que, encima, me vengas con exigencias. Con malas caras porque no he hecho todo en el tiempo que tú querías que lo hiciera (tú que, por cierto, no sabes cuánto tiempo lleva cumplir bien con esa tarea), porque me he ido a dormir a medianoche en vez de quedarme de madrugada cumpliendo con tus deseos, o porque me ha dolido la cabeza por la tarde y no me he dedicado a tus caprichos.
Yo tengo un compromiso, lo sé, y es un compromiso que he adquirido voluntariamente y que mantengo, pero no es un cheque en blanco para que te sientas con potestad para manejar mi tiempo. Ya tengo jefes en otros ámbitos y, por suerte, no eres uno de ellos. Así que de exigencias, de malas caras, de quejas formales, nada.
Que lo que hace falta es más respeto, más cuidarnos, más valorar el trabajo que hacen los companyeros y confiar en ellos para seguir haciéndolo de forma eficaz. Más animarnos a hablar y menos censurar comportamientos ajenos. Más autocrítica y menos ombligos grandes, gigantes, todo ego devorador.
Y por suerte, esto es una gota en medio de un mar muy distinto. Pero una gota de chapapote, negra, pringosa, y mi mar -nuestro mar- es limpio y brillante. Así que... aquí no hay sitio para eso. Si quieres explotar a alguien y exigirle que esté a tu disposición, monta una multinacional, pero a mí, a nosotros, nos dejas tranquilos, gracias.
...lo que no voy a aceptar es que, encima, me vengas con exigencias. Con malas caras porque no he hecho todo en el tiempo que tú querías que lo hiciera (tú que, por cierto, no sabes cuánto tiempo lleva cumplir bien con esa tarea), porque me he ido a dormir a medianoche en vez de quedarme de madrugada cumpliendo con tus deseos, o porque me ha dolido la cabeza por la tarde y no me he dedicado a tus caprichos.
Yo tengo un compromiso, lo sé, y es un compromiso que he adquirido voluntariamente y que mantengo, pero no es un cheque en blanco para que te sientas con potestad para manejar mi tiempo. Ya tengo jefes en otros ámbitos y, por suerte, no eres uno de ellos. Así que de exigencias, de malas caras, de quejas formales, nada.
Que lo que hace falta es más respeto, más cuidarnos, más valorar el trabajo que hacen los companyeros y confiar en ellos para seguir haciéndolo de forma eficaz. Más animarnos a hablar y menos censurar comportamientos ajenos. Más autocrítica y menos ombligos grandes, gigantes, todo ego devorador.
Y por suerte, esto es una gota en medio de un mar muy distinto. Pero una gota de chapapote, negra, pringosa, y mi mar -nuestro mar- es limpio y brillante. Así que... aquí no hay sitio para eso. Si quieres explotar a alguien y exigirle que esté a tu disposición, monta una multinacional, pero a mí, a nosotros, nos dejas tranquilos, gracias.
Ardid susurró... O SuSo susurró... Banshee susurró... Awake at last susurró... Caballo navegante susurró... iralow susurró...