Por Graciana Petrone
Esa te la Debo, la murga de la resistencia, la que combate con música, poesía, sarcasmo y lagrimón. La que primero se subió a un escenario virtual y fue furor; la que después, y a pedido de una larga lista de seguidores en todas las redes sociales, apareció sobre tablas y la rompió. Porque sus voces no saben de odio sino de esperanza y justicia.
Como suele pasar en los proyectos colectivos, los integrantes, todos de Buenos Aires y un uruguayo, no quieren hablar desde la individualidad. Por eso, uno de ellos cuenta a El Ciudadano que “alguien” escribe las letras, “otros” le ponen música y después se juntan a ensayar, graban y la canción ya deja de ser de ellos. Se replica por Youtube, Facebook, Whatsapp, Instagram o Twitter como una enredadera que trepa una enorme pared, más rápido que la luz. Y quema con esos versos de los más combativos que llegan, en la era de internet, a través de los medios no convencionales.
Sobrevivir al cambio
“Esa te la debo, no estoy en el tema”, fue la respuesta del presidente Mauricio Macri a un periodista cuando, en 2016, le preguntó sobre la muerte de Yolanda, una auxiliar docente de 60 años que trabajaba en la escuela Nº 506 de Mar del Plata y sufrió una descompensación fatal cuando fue al cajero automático y se encontró que solamente tenía 40 pesos depositados. Le habían descontado 6 mil pesos de su sueldo por las medidas de protesta que llevó adelante el Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme) durante el mes anterior.
Desde el gremio denunciaron penalmente después del episodio a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, por presunto delito de homicidio culposo. Pero la causa no prosperó, aunque sí prosperó la remodelación de la casa de una de las caras bonitas más representativas de Cambiemos, que hizo arreglos por casi 670 mil pesos.
“En rigor, se trató de una clara represalia por el histórico plan de lucha en reclamo de un mínimo salarial de 10 mil pesos para los auxiliares, y el no cierre de las paritarias”, remarcaron desde el Sindicato luego de presentar la denuncia contra la gobernadora bonaerense.
Canto, llanto, poesía y reclamo
Fiel a los orígenes del género, Esa te la Debo sabe interpretar las demandas de los que sufren. Construye sus canciones de los relatos de la calle, de lo que le pasa a la gente, de los que no llegan a fin de mes, del malestar que en muchos provocan algunas decisiones de pocos, o las mismas respuestas presidenciales. Hasta dedicó un tema a Santiago Maldonado, a su búsqueda, al dolor de su familia y de todos los que salían a marchar para reclamar por su desaparición.
La murga se formó en mayo de 2016. Un amigo le propuso a otro que escribiera una canción. “Habíamos compartido anteriormente un proyecto de murga y él me veía que escribía en Facebook para sacarme la bronca aunque sea un poco de todo lo que pasaba. Pasaron un par de semanas, le mandé la canción en una maqueta, le gustó y me dijo que íbamos a grabarla en un estudio en un par de semanas. Pero no había muchas más expectativas que esa, la de poder subirla a Youtube y viralizarla”, cuenta uno de los integrantes.
El “gorilón” que explotó
“No pasó una semana de ese primer tema al que llamamos Canción del Gorilón, que explotó y ahí mismo le pusimos el nombre a la murga, que surgió de esa famosa frase de nuestro gran estadista. Un poco de una manera tragicómica le pusimos ese nombre y a partir de ahí empezamos a grabar casi todas las semanas o cada quince días, de temas de la coyuntura política de esos momentos”, agrega.
Esa te la Debo tiene 30 temas compuestos. El primer año no tocaban en vivo: es que, justamente, el formato era pensado para los canales de Youtube o Facebook: “Después lo que pasó es que tuvimos una base de gente tan grande que nos pedía que saliéramos a tocar en vivo y en 2017 creamos un plantel un poco más estable y empezamos a hacerlo”.
La austeridad del vestuario
La fuerza de las letras contrasta con el vestuario de Esa te la Debo que se aleja de la colorida escena murguera. “Cuando empezamos a tocar no teníamos traje, nos compramos overoles de pintor, descartables, nos pintábamos un poco la cara y así era como uno podía. Todo 2017 estuvimos metiendo y sacando canciones nuevas. Otro tema que explotó fue Nuestra querida oligarquía, tuvo una repercusión muy grande”, describe.
En 2018, ya que contaban con una buena cantidad de temas y miles de seguidores, montaron un espectáculo con maquillaje, gorros, vestuarios y todo lo que pudieron sumar. “También metimos la batería, dos guitarras y un bajo”.
“El proyecto para 2019 era agrandar el espiral, nos movíamos en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, alrededor de 50 kilómetros, que lo podíamos hacer en auto con los recursos que estaban a nuestro alcance, pero la gente nos pedía que saliéramos, que tocáramos en escenarios del interior. Fuimos a Chacabuco, a 200 kilómetros en provincia de Buenos Aires, Concordia y Concepción del Uruguay, Entre Ríos”. El tercer lugar que visitaron fuera de Buenos Aires fue Rosario.
La murga está en constante crecimiento. Ahora, en un proceso nuevo. El año pasado los trajes que usaban eran al estilo de “La Macrix Argentina”, en referencia a la película de culto de la ciencia ficción en la que todo era una realidad virtual, y el gobierno mismo: “Como el país de la posverdad, en donde se puede decir cualquier cosa y todo funciona de esa manera”, explican.
Sus integrantes
Luis Bertorelli, Lucas Russo, Guillermo Sierra, Leonardo Nachman, Ruben Aciar, Agustin Goldschmidt, Facundo Bazan, Hernan Granovsky, Alejandro Gomez Calcerrada
Nota publicada en diario El Ciudadano
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