La runa de la victoria. 1 (uno)
Sólo quedábamos en pie Erik y yo. Después de dos jornadas de conflicto con el pueblo de los pelirrojos oscuros nuestro pueblo había sido casi devastado, edificios, gentes, el bar, una destrucción casi completa. Sólo la empalizada y nuestra voluntad mantenían al margen de nuestro territorio al enemigo. Ulaf, jefe del pueblo de los pelirrojos oscuros, pensó en una solución rápida y casi aséptica para poner fin al conflicto. Su mejor hombre, Umaf “El grande”, se enfrentaría al mejor soldado de nuestro pueblo que permaneciese en pie. De ese soldado se decía que era tan grande que pidió la emancipación del término municipal donde vivía para establecerse como referencia geográfica propia, todo un coloso… Vaiki: No voy a pelear con ese tipo Erik, me gustaría llegar a viejo y tener una casa con porche donde poder sentarme con mi mujer, mi abogada, mi enfermera, mi quiropráctica y mis tres amantes. Erik: ¡Así no vamos a ganar la guerra!, ¿no ves qué el destino de nue...