Ya estamos aquí de nuevo. Sin casi tiempo de reponernos de la extrema delicadeza del diestro y maestro Bocini, llega a nuestras páginas otro tipo de maestría. Menos sutil, más fiera, corrompida por un único detalle: su carácter ganador a toda costa; el mejor búlgaro que pisó un terreno de juego, Hristo Stoitxkov (Plovdiv 8-2-66) emergió en el CSKA de Sofia. En el 94, junto a Lubo Penev, Kostadinov o Ivanov logró llegar a semifinales del Mundial, en EEUU. Con el Dream Team de Johan Cruyff, precursor del Pep Team que lo ha ganado todo, logró hacer realidad el sueño culé en Wembley. Su balón de Oro, cinco ligas, dos copas y dos supercopas con el Barça completan su extenso palmarés. Entre tanto acudió al Parma una temporada, donde no lució, como tantos y tantos cracks que prueban en el Calcio. En el 97 se fue al Al-Nassr de Arabia, pasó luego dos años en Japón (Kashima Antlers) y, finalmente, emigró a la MLS (Chicago y DC United) donde puso fin a su larga carrera en 2003. Luego entrenó a su selección, al Celta, a un modesto team surafricano y desde este año al Litev Lovech búlgaro.
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Genio y figura, en Bulgaria y Cataluña |
Pasado el tiempo nos alegra rememorar aquél futbol, dotado de más fuerza y empeño, menos rigor táctico y entorno viciado. Ese añorado fútbol de los 90... los jugadores no se depilaban las piernas, aún deleitaban tipos con bigote (el Tato Abadía) y un balón de oro pisó a un árbitro en un clásico. Ese era Hristo, el mismo que imprimía carácter, goles, clase y pundonor a los blaugrana.
Os dejamos un resúmen de sus goles. Disfruten!