Después de varias entradas en la que me he dedicado a la crítica pura y dura de las enajenaciones del fútbol nacional, creo que es momento de volver a la nauraleza friki de mi blog, que nació para eso.
Hoy escribo estas líneas en reconocimiento a un equipo del Calcio que en su día se hizo grande tras la llegada del Diego, que consiguió que una ciudad del sur, acostumbrada a vivir a rebufo futbolístico del norte, tuviera la oportunidad de superar al Milan, Juve e Inter. Hablamos de la Società Esportiva Calcio Nàpoli. Un club fundado en 1926, que es entrenado por el ex-centrocampista de clase exquisita que triunfó en el gran Milan de los 90, Roberto Donadoni y que hoy posee en sus filas a uno de los mejores delanteros sudamericanos del momento, el "Pocho" Lavezzi.
Durante los años 60 y principios de los 70, el club estuvo entre la Serie A y la Serie B. En el año 74, apostó por la implantación del sistema conocido como "futbol total" que hizo de Holanda una potencia mundial y en 1976 consiguió la Copa de Italia con Beppe Savoldi, un fichaje que costó dos mil millones de liras. Los mejores años, los 80-90. En 1984 compra a Maradona y en la temporada 86/87 gana la liga por primera vez en la historia. Y en la 89-90 consigue su memorable segundo escudetto y su título internacional más importante, la Copa de la UEFA frente al Stuttgart (2-1 en San Paolo y empate a tres en la vuelta).
Al año siuiente conquista la Supercopa de Italia con una manita a la Juve. Y esa temporada, en la jornada 25, en un partido que vence 1-0 al Bari con gol de Zola, Maradona es sometido a un control anti-dopaje en el que da positivo por cocaína. Acabó el sueño y empezó la pesadilla. En la 96-97 pierde la final de Copa frente al Vicenza y al año siguiente desciende. El Napoli acaba jugando en la Serie C-1 y desaparece por deudas en 2004, refundándose gracias al productor cinematográfico Aurelio de Laurentis y empezando desde la Serie c-1 como Napoli Soccer. En 2006, tras un fatídico último partido contra el Genova en San Paolo, ambos ascienden a la Serie A.
Al caso viene que los jugadores que han marcado las mejores épocas del equipo italiano sean sudamericanos. El Pocho Lavezzies el estandarte junto con el checo Hamsik, el uruguayo Zalayeta o el italiano Blasi. En la Europa Liga tiene la oportunidad de volver a hacer historia. San Paolo, el Diego, el Sur de Italia lo reclaman.