El año pasado me quedó la espinita clavada y este año era uno de los objetivos que me había propuesto. No hay muchas oportunidades para correr un 10.000 en pista, y menos mal que se organiza (organizamos) este.
25 vueltas a la pista, la distancia más larga (habitual) de las que se disputan en estadio. Pese a todo lo monótono que pueda parecer, es una prueba y una distancia que me gusta.
De mi primera participación, que fuera además mi debut en pista, me quedara un bonito recuerdo y una marca de 38:55 que ahora se revelaba como una referencia, o más bien, como un reto a batir.
Puede parecer contradictorio que una persona que varias veces ha mostrado su disgusto con la creciente marquitis que prolifera en carreras populares, que sitúa la experiencia en sí y las sensaciones, por encima de un baile de cifras, hable ahora de tiempos, marcas y registros. Aparte de que todos tenemos nuestras contradicciones, tampoco lo veo como algo que se aleje de mi visión del deporte. Son un medio y no un fin, pero no concibo saltar a una pista y no querer hacerlo lo mejor posible. En la ruta a veces puedo salir a 'entrenar', en la pista no. Saldrá mejor o peor, pero la pista es la quintaesencia del atletismo y como tal implica esfuerzo y superación (athlos, en griego αθλος, significa lucha, competición)
Esta prueba de fondo también tiene algo de hipnótico, al ser tan monótona, al eliminar todo lo externo, llega un momento en que te encuentras tú y tu ritmo. Siempre me vienen a la cabeza las imágenes de los aficionados africanos animando a golpe de tambor. Cuando vas bien entras con una especie de trance, golpeando rítmicamente con tus piernas el tartán. Una vuelta y otra, en nuestro samá' (سماع) particular, como si fuéramos uno de esos derviches turcos. Por el contrario cuando se va mal, la pista es muy cruel.
¿Que nos depararía el día? Ya se vería.
Nubes amenazadoras, algo de viento y ratos de sol. Una mañana autenticamente primaveral en el sentido de cambiante.
Antes de correr tocaba echar una mano en los últimos detalles de la organización y después a calentar ya.
Durante la mañana se organizaron 3 carreras: la primera la serie B del campeonato provincial masculino, la segunda campeonato gallego y provincial femenino y la última el campeonato gallego y provincial (para aquellos atletas ourensanos) masculino.
Mi sitio, por descontado, estaba en la primera carrera.
Línea de salida familiar, pues prácticamente nos conocíamos casi todos, y 25 vueltas por delante.
Go!
Táctica de carrera para el día de hoy: vueltas a 1'32" hasta donde pudiera. Objetivo principal bajar de 38'55", tiempo posible esperado 38'30", todo lo que sea bajar de ahí dependería de como fueran las circunstancias de carrera y de como respondiera el cuerpo.
La mayoría de la gente salió muy rápido porque en la primera vuelta cumplí con mi ritmo previsto (1'32") e iba hacia el final del grupo. Por suerte, gracias a los 2 cronos que pusieron en la pista y el que llevaba yo, controlar el ritmo resultaba sencillo y no tenía más que mantener la cabeza fría siguiendo el plan inicial.
Así sucedió que con el paso de las vueltas iba cambiando de compañías acercándome más hacia posiciones delanteras.
Digo posiciones y no acercándome a la cabeza porque Lalo, nuestro presi, iba como una moto y no había quien se le acercara. Al revés, era él el que se acercaba a mí, pero con una vuelta más. Me acabaría doblando.
Hasta el 5000 aún pude aprovechar alguna que otra compañía pero a partir de ahí me tocó dar la cara. Había que decidir si arriesgar o no, y hoy era el día de arriesgar. Sentía que a ese ritmo no iba ser capaz de llegar hasta el final pero prefería reventar antes, que llegar a meta pensando 'y si hubiera...'
Durante las siguientes vueltas sólo me preocupé de seguir corriendo a 1'32" el 400 sin que me importara demasiado a quien llevara detrás.
El momento crítico fue a falta de 4 o 5 vueltas, no sé si acababa de doblar o ser doblado pero sí recuerdo que sentí que la gasolina se me había acabado. Pajarón de los buenos. Me sobró el último kilómetro pero, llegados a este punto, había que sobrevivir como se pudiera.
Se hace duro ver como, aquellos a los que no hace mucho habías dado alcance y adelantado, ahora eras incapaz de seguirle su ritmo y se alejaban lenta pero irremediablemente.
Deseaba escuchar la campana que indicara que el fin del sufrimiento estaba cerca. En la última vuelta siempre se sacan fuerzas. No sé de donde, pero aparecen.
Por fin cruzo la línea de meta... no sé el tiempo, no sé si lo he conseguido.
Pero después lo veo: 38'37". Pudo ser mejor, pero es un bocado de 18" a mi tiempo de 2010. Misión cumplida!! 10ª posición además en esta serie B.
Muy satisfecho. Y para rematar la jornada, ¡podio por equipos!
No entré dentro de los corredores de mi club que puntuaron (Lalo, Eloy y Jacobo) porque fui 'el 5º hombre' pero como somos un gran equipo, el premio es bien compartido y celebrado por todos, como tiene que ser.
Clasificaciones (completas aquí)
Masculina cto gallego
1º Rubén Diz Gimnástica Pontevedra 31:34
2º Javier Paredes Gimnástica Pontevedra 33:00
3º Vícto Xosé González Comesaña S.C. 33:06
Femenina
1ª Soledad Castro Comesaña S.C. 38:53
2ª Iria Fernández Ourense Atl. 39:00
3ª Sonia Teijeiro Veteranos Ourense 40:30
Masculina serie B
1º Lalo Gómez C.D. Aurum 35:39
2º Eloy Campos C.D. Aurum 37:06
3º Fausto Hernández C.S.C.R. Beade 37:44
Fotos: Nachete Cid, Mías, Fol Farixa, C.D. Aurum,