Dos competiciones más al saco este fin de semana.
El sábado por la noche se disputaba la 2ª de las pruebas del circuito 'Correndo por Ourense'. En teoría venía ser la sustituta de la carrera nocturna del Corpus (que este año no se celebró), de hecho en algunos sitios aparece con esta denominación, pero con ese razonamiento también la podían haber llamado San Silvestre ¿no?
Bueno, dejando estas cuestiones aparte la cosa no estuvo mal, buen ambiente y participación aceptable, recorrido sencillo a 3 vueltas, prácticamente llano, ni muy feo ni muy bonito y bastante bien controlado.
Como siempre me encontré con muchos amigos y conocidos así que además de hacer deporte siempre se pasa un rato más agradable.
La distancia anunciada era de 6300 m que luego resultó quedarse bastante corta. La rueda usada para medir debe necesitar un buen calibrado jeje
A partir de las 21 empezaron las distintas carreras. La nuestra fue la última salida de todas, alrededor de las 21:50 cuando ya se había puesto el sol.
A pesar de que había alguno iluminación a lo largo del circuito algunos tramos estaban bastante oscuros, por lo que había que estar atento para no meter el pie en algún hoyo. En ese sentido me pareció un tanto peligrosa pero como calentando aproveché para hacer una vuelta entera y fijarme en las partes complicadas no tuve muchos problemas; por el contrario resultó un tanto especial y pude lucir la fosforescencia de las Noosa Tri :-)
Me situé en la línea de salida, esta vez bastante bien colocado, porque el sitio no era muy ancho y quería evitar problemas de tropezones. En principio la idea era salir tranquilo pero una vez que sonó el disparo se desató la estampida...
Ya pasó algo similar en la carrera da Ponte ¡impresionante!, y la verdad es que aunque quieras evitarlo (mi idea para esta carrera era tomarla como un entrenamiento rápido a 4'/Km) al final se ve uno arrastrado por la marea.
Con la sensación de ir reteniendo y todo, la 1ª vuelta la cubrí en un tiempo demasiado rápido: 9'01", pero que en ese momento me parecía muy lento ya que creía que las vueltas eran de 2,1 Km.
En la segunda vuelta el ritmo decayó, aún sin ser demasiado perceptible, porque de hecho adelantaba gente. Si tú vas a menos pero los que te rodean van aún peor que tú te queda la sensación de que vas a más jeje
No quise sufrir demasiado y me limité a ir por sensaciones. 9'21" este segundo parcial.
No quise sufrir demasiado y me limité a ir por sensaciones. 9'21" este segundo parcial.
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Quedaba una última vuelta en la que más o menos pude mantener el ritmo de la vuelta anterior. Es cierto que podía haberme exprimido un poco más hacia el final pero teniendo en cuenta que en 13 horas iba tener que cruzar a nado la Ría de Vigo tampoco quise derrochar muchas fuerzas.
Al final 27'46", puesto 51º. Mejor puesto que en la 1ª prueba del circuito pero eso no quita que haya corrido mal. De todas formas ya digo que era un entrenamiento y no tiene mucha importancia.
Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Pepe Márquez ADAS Barco 22:58
2º Óscar Ramos ADAS Barco 23:50
3º Alejandro Cid Ourense Atl. 23:56
Femenina
1ª Iria Fernández Ourense Atl. 29:52
2ª Isabel López 30:29
3ª Inma Rodríguez 31:43
Galerías de fotos: Tito,
El domingo le tocó el turno a la natación con la disputa de la ya tradicional Travesía a nado de la Ría de Vigo que organiza el Naútico. Para mí no es la travesía más bonita pero el hecho de cruzar la Ría siempre supone algo especial y como además fue la primera travesía de larga distancia en la que participé le tengo ganas.
El nivelazo entre los nadadores resultaba impresionante: Iván Brión, Laura Pimentel, Alba López... y triatletas: Diego Paz, Trillo, los hermanos Del Río... Por suerte también hay de todo y malos como yo jeje
Una vez más da gusto llegar a una prueba y encontrarse a un montón de conocidos, incluso gente que te habla y te dice que lee el blog y todo eso. De este modo, aunque llegué a Vigo temprano, hablando con unos y con otros, la espera se hizo amena.
Tras un breve viaje en bus nos desembarcaron en Moaña. El día la verdad es que estaba inmejorable, a diferencia del año pasado no había nada de niebla, una mañana muy soleada y con buena temperatura.
Una vez allí tocaba ajustarse el neopreno, probar el agua y dar unas brazadas. El primer año que nadé esta travesía no lo ajustée nada bien, no lo probé en el agua antes de salir y a la hora de nadar me entraba mucha agua por el cuello y por la espalda (lo que hizo que además llegara muerto de frío) De los errores se aprende.
Este año tampoco me quedó bien ajustado al principio pero al probarlo en el agua ya me pude dar cuenta del problema. De todas formas la temperatura del agua esta vez no iba ser ningún obstáculo, pocas veces he visto yo el agua tan caliente en la Ría (19-20º o incluso más), hubo momentos de pasar calor con el neopreno.
Se da la salida y lo que promete ser un relajante baño veraniego se empieza a convertir en otra cosa.
De inicio ya no voy cómodo. Algún pequeño contacto al principio que otras veces paso por alto en esta ocasión me molesta. No logro sentir el agua ni concentrarme en hacer una buena brazada aunque por otra parte no me veo mal de ritmo.
De inicio ya no voy cómodo. Algún pequeño contacto al principio que otras veces paso por alto en esta ocasión me molesta. No logro sentir el agua ni concentrarme en hacer una buena brazada aunque por otra parte no me veo mal de ritmo.
Continúo así con la esperanza de que en cualquier momento me empiece a encontrar cómodo y a disfrutar como en el resto de travesías que hice este año.
Paso por diferentes momentos y estados anímicos pero la cosa no acaba de arrancar. Nadando junto a la boya que marca que restan 1800 m me parece que ha transcurrido una eternidad. Coincide además el momento en que me adelanta otro nadador con muy mal estilo (si ese nada así y me adelanta como iré yo...)
¡Sobreviene la crisis en medio de la Rïa de Vigo!
Mal, muy mal, todo pensamientos negativos. Me agobio, me pesan los brazos, me siento cansado. Me siento frustrado por mogollón de cosas, por el eterno quiero y no puedo, que por mucho que intente hacer cosas no soy capaz de nada.
En esos momentos no soy capaz de valorar lo que tengo ni lo que estoy haciendo. Tengo ganas de dejarlo...
Pero no, no lo voy hacer. Claro que no, si ya he pasado por esto más veces y siempre he salido adelante.
No hay como darle la vuelta a las cosas y convertir lo negativo en positivo.
Hay una frase que decía Karen Blixen (Meryl Streep) en Memorias de África "Y cuando veo que no puedo seguir soportándolo, aguanto aún un momento más y entonces sé que puedo soportar cualquier cosa"
Pues eso, brazada, brazada, brazada y lo peor se queda atrás. He perdido compañía y referencias pero la costa de Vigo se acerca y me siento mejor.
En cambio, la orientación se complica, hay boyas, muchas (demasiadas) que hay que dejar siempre a la derecha pero a medida que se acerca uno al puerto hay demasiados estímulos visuales y como cada boya era de su padre y de su madre (distintas formas y colores) no resultaba sencillo verlas a pesar de que las condiciones del día ayudaban.
En esta travesía siempre solía orientarme por el edificio del hotel que hay tras el naútico y esta vez también lo hice aunque el plan no me fue muy bien. Sabía muy bien a donde tenía que llegar incluso veía bien la última boya que marcaba la entrada a la dársena pero a falta de unos 400 m para la entrada del puerto me viene una de las lanchas a pitar ¡la boya!¡la boya!
Me paro, miro alrededor y efectivamente estaba pasando por la izquierda una de las boyas ¡la madre que la parió! media vuelta para atrás y a pasarla por el lado correcto.
Una vez que llego a la boya decido volver a pararme y localizar bien la siguiente a la que tenía que ir para que no volviera a suceder lo mismo.
-No hay fallo, tiene que ser la amarilla del puerto.
Me pongo de nuevo en marcha y al cabo de unos minutos se repite la historia. De nuevo desde una de las barcas me pitan .
-¿Pero que c...? Vuelvo parar. Miro alrededor y veo que me volvía saltar una boya roja que era más pequeña que las demás. Otra vez a dar vuelta grrrr...
Muy enfadado vuelvo a desnadar lo nadado para pasar la boya por su lado correcto no vaya ser que me descalifiquen. Ahora que ya había pasado la crisis y me empezaba a encontrar bien...
Llego por fin a la boya amarilla que marcaba 'faltan 200 m', a continuación había que entrar en el laberinto del puerto. Coincido ahora con otros nadadores y decido dejarlos pasar para guiarme por ellos que ya he tenido bastante.
La última parte se hace larguísima (y una mierda los 200 m) pero bueno por lo menos en este punto ya sabes que llegas. Pongo el pie en la rampa tras 2 buenos amigos Jose Manuel y Nacho. Resultado: 1h23'55" puesto 147º, una vez más se me ha atragantado esta travesía. Un señor del Naútico que esperaba por todos los participantes me felicita por acabar a lo que respondo con un gracias pero lo cierto es que estaba bastante enfadado.
El enfado se fue disipando con el chocolate, acabó de pasar tras la ducha y el bocata y se convirtió en buen humor tras canajear el vale por el helado de 2 bolas que te regalaban con la travesía :-D ¡Que fácil es hacerme féliz!
Así que al final pues contento, como no, 4ª vez que atravieso la Ría y, pese a todos los contratiempos, a tener que dar vuelta 2 veces, y a que estoy convencido de que valgo mucho menos, hice mi mejor tiempo de siempre.
Resultados (completos aquí)
Masculina
1º Iván Brión 48:36
2º Diego Paz 48:37
3º Francisco Javier García 48:44
Femenina
1ª Laura Pimentel 49:27 (6ª absoluta)
2ª Alba López 54:01
3ª Yaiza Blanco 55:54
A destacar también la actuación de Mauro Rodríguez que se convirtió en el primer discapacitado intelectual en completar esta travesía con un tiempo muy bueno (mejor que el del menda por ejemplo), todo un ejemplo para un colectivo todavía afectado por muchos prejuicios.
Galerías de fotos: Atlantico Diario, Diego,