En el año 1999, previo a un amistoso de la Selección Agentina en Estados Unidos, los periodistas que fueron enviados a cubrir el partido le pidieron a Bielsa si les podía conceder algunos minutos para una charla informal. El Loco aceptó gustoso y se presentó a la hora indicada. La charla se prolongó por más de cuatro horas, pasando la medianoche. En ella, Bielsa reflexionó sobre la situación del fútbol argentino en aquella época, no muy diferente a la actual:
“Es difícil que los técnicos estén dispuestos a aportar a la Selección algo más que sus jugadores. Y es una pena que no lo hagan para enriquecer el fútbol argentino. Es como si no entendieran que hubo estratos superiores en las sociedades, que fueron capaces de producir cambios mucho más profundos. Y no se está hablando de fútbol, claro. ¿Por qué entonces no se puede juntar un puñado de técnicos? Quizá la soberbia pueda más e impida colaborar para dar este reclamado salto de calidad. Pero ellos no son los únicos responsables: ¿cuál es el soporte que brindan los dirigentes? Todo se vincula.”