Recuerdos del pasado, sueños del presente, olor, visión, emoción, respeto y dejar a la imaginación que haga su trabajo... y si hoy fuera Lunes Santo.
Pues dejando libre el paso a la imaginación, hoy sería Lunes Santo de los que los nazarenos agradecerían en demasía, donde los costaleros mitigarían el calor con menos suplicio e incluso hasta el respetable público no huiría del "Lorenzo".
Si hoy fuera Lunes Santo amaneceríamos en el Polígono San Pablo para presenciar como el milagro de una joven hermandad, avanza por las calles donde ilustres toreros y coplas de nuestro arraigo más profundo, hacen de nuevo que el Señor y su bendita Madre de los ojos verdes vuelvan a cumplir con el sueño que se fraguó en el año 1979.