Hola amigos, un pequeño regreso, sin pretenciones de nada. Solo como siempre el compartir.
Cuenta un lugareño, un hombre de pocas palabras. Uno de esos seres a los que uno se quedaría observando y observando, porque se percibe que es un hombre sabio, conocedor de los desiertos y de los hielos, que esa loba ya tenia sus años, pero que sin embargo el siempre podía verla caminar y caminar en búsqueda de "algo".
Cierto día, el viejo, vio a la loba regresar corriendo a su madriguera, de una forma inusitada, de una forma que jamas la había visto antes. Por alguna razón, este viejo amaba a esa loba y la siguió y se quedo observandola detenidamente. Y vio como su pelaje se había renovado, sus garras afilado, su mirada se había hecho mas profunda y su actitud ya no era mas cancina, era la de una verdadera loba, protegiendo a sus crías y aullandole a su amada luna.
Y claro, si uno quería saber algo mas de esa loba no tenia que hacer otra cosa que preguntarle al viejo y el en lugar de molestarse, esbozaba una sonrisa profunda y comenzaba a hablar de ella. Fue así, que contó, con una mueca llena de vida en su rostro, como una noche la había seguido hasta el lago y como la había visto mirarse en el. Viejo y zorro jaja, miro el reflejo que producía en la serenidad del agua y en lugar de ver el rostro de la loba, vio un hermoso ejemplar macho. No pudo determinar bien, si eso había sido producto de algún hechizo, pero sonrió aun mas al ver que ese lobo, salio sorpresivamente del agua, sacudió su pelaje y olfateo suavemente a la loba y casi inmediatamente corrió en sentido contrario.
Ahora, cuando alguien le pregunta sobre aquellos lobos, el solo sabe decir que luego de esa noche, la loba fue la mas hermosa loba que jamas había visto.
Hechizo, reflejo, realidad...la loba redescubrió su esencia esa noche frente a ese misterioso lobo.