domingo, 27 de enero de 2008

Optimización del voto progresista

Hace unos días, en el post sobre los límites del “voto útil”, dejé en el aire la pregunta de si se podría “optimizar” el voto de izquierdas. La idea me vino a partir de algunos comentarios leídos en escolar.net, que se preguntaban “¿Qué hubiera pasado si el voto a IU en aquellas circunscripciones donde no sacó nada hubiera ido al PSOE?”. Pues bien, como sigo teniendo tiempo libre y el tiempo está jodido, he aprovechado para recopilar los datos de voto de las últimas generales y jugar con ellos en una tabla de Excel.

Lo que he hecho ha sido recalcular el reparto de escaños en todas las provincias tras sumar al PSOE los votos obtenidos por IU, excepto en Madrid, Barcelona y Valencia, donde IU sí obtuvo escaños (los datos los saco de donde siempre, la base del Ministerio del Interior). Poner toda la tabla aquí es demasiado trabajoso, así que sólo expondré los resultados. Si a alguien le interesa contrastar los datos puedo pasarle la tabla de Excel por correo electrónico o subirla a algún alojamiento de archivos, para que el que quiera pueda repasar los números por si me he confundido (no os quejaréis, sólo con esto ya ofrezco más detalles sobre “de dónde lo saco” que la mayoría de periódicos cuando publican encuestas).

Pues bien, los resultados son los siguientes:

- En las circunscripciones de Castellón, Guadalajara, Toledo y Valladolid, el PSOE, sumándole los votos de IU, habría superado al PP como partido más votado y le hubiera arrebatado un escaño en cada una.

- En Murcia, PSOE + IU hubieran conseguido reducir la ventaja del PP, sacándole un escaño.

- En las circunscripciones de Badajoz, Córdoba, Huelva y Sevilla, el PSOE habría aumentado su ventaja sobre el PP arrebatándole también un escaño en cada una.

- En Girona, el PSOE, con los votos de IU, le habría quitado un escaño a ERC.

- En el resto de las circunscripciones no se hubiera producido ninguna variación.

Es especialmente interesante el primer punto: esas circunscripciones tienen 5 escaños cada una que se reparten entre PP y PSOE en proporción 3 – 2 (excepto Guadalajara, que tiene 3 escaños repartidos 2 – 1). La diferencia entre PP y PSOE fue lo bastante pequeña como para que un ligero aumento de votos del segundo diera la vuelta al reparto. En Valladolid, si de los 13.000 votos de IU unos 8.000 hubieran ido al PSOE, le hubieran arrebatado otro escaño al PP; en Guadalajara, si el PSOE recibiera algo más de 4.000 votos más de los 5.100 de IU, también; en Castellón, el PSOE habría necesitado poco más de 3.000 votos de los más de 10.000 de IU; y en Toledo, con sólo unos 2.500 votos prestados de los 12.700 de IU se habría dado la vuelta a la tortilla.

En resumen, con esos “trasvases de optimización de voto”, el reparto de escaños hubiera variado así:

PartidoEscaños obtenidosEscaños reales 2004Diferencia
PSOE174164+ 10
PP139148– 9
CiU1010=
ERC78– 1
PNV77=
IU55=
CC33=
BNG22=
EA11=
ChA11=
Na-Bai11=


He de decir que este resultado va más allá de mi previsión más optimista. “Optimizando” los votos de la izquierda, en 2004 el PSOE se habría quedado a sólo dos escaños de la mayoría absoluta y hubiera podido sumarla solamente con Izquierda Unida, con los mismos 5 escaños de ahora. “Optimizando” el voto de izquierdas, la izquierda hubiera ganado hasta 10 escaños, y hubiera sido posible la opción de gobierno que a mí me gustaría, un gobierno de Zapatero con Izquierda Unida (y con Llamazares en el gobierno). Un gobierno progresista y sin ese “chantaje nacionalista” del que tanto hablan en el PP (y al que con tanto gusto se someten cuando se trata de gobernar ellos).


Claro que esto del voto útil siempre despierta, y con razón, el recelo del “socio minoritario”, por aquello de que el pez gordo se coma al pequeño. La lucha contra el “voto útil” es desde hace tiempo una de las banderas de IU, y precisamente el “voto útil” fue lo que hizo que el PP se “comiera” al CDS. Por eso creo que, si pedimos a los seguidores de IU que voten PSOE para construir una mayoría suficiente de izquierdas, en justa compensación deberíamos trasvasar unos cuantos votos socialistas a las listas de Llamazares en aquellas circunscripciones donde sabemos con seguridad que se convertirán en escaños: Madrid, Barcelona y Valencia. Traspasando unos ciento y pico mil ó doscientos mil votos del PSOE a IU en cada una de esas circunscripciones, IU podría sacarle al PSOE unos 5 ó 6 escaños.


Así que también me he puesto a calcular cuál sería el resultado si IU recibiera del PSOE, en Madrid, Barcelona y Valencia, el mismo número de votos que IU prestaría al PSOE en el resto de España. De este modo sí que estaríamos ante una verdadera “optimización”: con los mismos votos para cada partido ¿cuántos escaños más podrían obtener PSOE e IU?


Según las cuentas anteriores, pasarían de IU al PSOE un total de 782.341 votos. Devolviéndoles el favor con otros tantos votos del PSOE a IU y repartiéndolos entre las tres circunscripciones más o menos en proporción a su tamaño, tendríamos que pasar unos 320 ó 330 millares de votos de PSOE a IU en Madrid, unos 300.000 en Barcelona y el resto, 150 ó 160.000 votos en Valencia. Con esos trasvases de votos, IU podría obtener (a costa del PSOE) hasta otros 3 escaños en Madrid, otros tantos en Barcelona y 2 en Valencia. En total, podría llegar a 13 escaños, 8 más de los que obtuvo. Incluso recibiendo la mitad, IU doblaría su representación. Además, aun pasándole 8 escaños a IU, el PSOE seguiría obteniendo 2 escaños más, por lo que con la “optimización de votos” ambos partidos saldrían ganando.


Ese sería el resultado en el Congreso con una “optimización”, manteniendo los mismos votos a PSOE y a IU pero repartiéndolos mejor: PSOE 166 escaños e IU 13, sumando 179 (tres por encima de la mayoría absoluta) y con la posibilidad de una coalición estable de izquierdas. El PP se quedaría en 139 (más adecuado a su verdadera fuerza electoral) y los nacionalistas se quedarían igual (a fin de cuentas no están sobrerrepresentados como se suele decir, sino que tienen lo que les corresponde), salvo ERC, con uno menos.


En fin, que si los progres de todo el país nos dejáramos de recelos entre nosotros y votáramos “estratégicamente” otro gallo nos cantaría (como dijo Elvis en los comentarios del post anterior, no sería mala la idea de una lista única de izquierdas en ciertos lugares). A la gente de IU que conozco, por desgracia, les da salpullido cada vez que se les sugiere votar PSOE, y no les culpo, pues incluso a mí las políticas del PSOE no me parecen todo lo izquierdistas que me gustaría. Pero optar por la abstención (como hacen muchos desde una posición de supuesta “superioridad moral” que no sé en qué coño basan) o dividir el voto izquierdista no es la mejor táctica para que un gobierno del PSOE haga políticas claramente izquierdistas, sino al contrario: si los rojeras preferimos quedarnos en casa, el PSOE tratará de buscar voto centrista y se hará más centrista. Si queremos que se gire a la izquierda, tenemos que demostrar nuestro peso, no quedarnos en casa o desperdiciar el voto.


Ya lo decía Nod en un comentario en la página de escolar.net que me dio la idea al principio: ¿En qué sitios puede votarse a IU? Habría que promover una campaña de voto responsable, e incluso un cierto mercado de votos: cambio voto a IU en Segovia por voto PSOE Madrid, y así. No sería mala idea. El ala más izquierdista del PSOE bien podría hacer un esfuerzo y entenderse con IU, mientras que los seguidores de IU podrían dejarse de remilgos, para practicar ese “intercambio de votos” que beneficiaría a ambos: que los de IU voten al PSOE en aquellas circunscripciones donde IU no tiene opciones y que los del PSOE (al menos el ala más izquierdista, que bien pueden reunir esos 700.000 votos que decía) pasen sus votos a IU en Madrid, Barcelona (Joan Herrera es uno de mis diputados favoritos) y Valencia. Y dando mayor peso a IU en el Congreso, al tiempo que haciendo bien visible que sus votos en muchas provincias han ido al PSOE, favoreceríamos el giro a la izquierda del gobierno de Zapatero.


Sé que esto ya se intentó en 2000 a nivel de direcciones de partidos y fracasó, porque se hizo a medias, con demasiados recelos y rigideces (aparte de otros factores, como la buena situación de Aznar entonces). Pero en 2008 la situación es muy distinta. Ya sé que es triste tener que votar así, haciendo cábalas sobre votos útiles y no útiles, y que a mucha gente no le gusta votar "tapándose la nariz"; pero el sistema está hecho de esa manera y con estos bueyes hay que arar (aparte de que más triste es chupar banquillo para siempre por no dar el brazo a torcer). Si queremos cambiar las cosas hay que empezar consiguiendo el poder para cambiarlas, y eso tiene que ser por las urnas. El colega pezón Fétido lo dijo muy bien: Desgraciadamente quitarle votos al PSOE en sitios donde IU no va a alcanzar ni de coña esos porcentajes significará que el PP pueda conseguir el tercer escaño sobre cuatro cuando no el pleno sobre dos. Vale, el voto útil es una mierda, pero eso podremos planteárnoslo cuando erradiquemos el espíritu aznarí del panorama político. O así me lo aprendí yo.


En resumen, si a alguien le interesa mi consejo para las próximas elecciones: si vives en las provincias de Madrid, Barcelona o Valencia, vota IU; y si vives en cualquier otro sitio, vota PSOE.

domingo, 20 de enero de 2008

Cuándo estamos atrapados por el "voto útil"

Hace algunas semanas publiqué un post donde contabilizaba el número de votos que se habían ido por el desagüe en las Elecciones Generales de 2004, gracias a nuestro magnífico sistema electoral. Allí contaba cómo 782.000 votos largos a Izquierda Unida o más de 181.000 al Partido Andalucista desaparecían “como lágrimas en la lluvia” por culpa del tamaño de las circunscripciones electorales. Como también conté, la principal causa de las injusticias de nuestro sistema electoral no es la Ley D’Hondt, como se suele decir, sino el gran número de circunscripciones con pocos escaños: las numerosas circunscripciones pequeñas favorecen a los dos grandes partidos, dificultando que el voto a terceros partidos (léase IU, CDS, nacionalistas o cualquiera que no sea PP o PSOE) se trasforme en escaños del Congreso, por numeroso que sea en el conjunto de España.

Pues bien: a partir de aquel estudio me puse a pensar sobre a partir de qué tamaño de circunscripción se puede huir del “voto útil” y cuántos votos necesita un “tercer partido”, respecto a los dos “grandes”, para obtener representación. Y aquí traigo las conclusiones.

Empieza todo en la Ley D’Hondt. La Ley Electoral y algunas explicaciones de algunos medios nos explican cómo funciona la asignación de escaños, así que no me voy a extender explicándola (para eso están los enlaces - por cierto, he encontrado un simulador cojonudo). Así que pongámonos en la situación en la que ya se ha elaborado la “tabla de cocientes”. Supongamos que A, B, C, D… son los partidos políticos en liza, que han recibido un número de votos a, b, c, d… respectivamente. En la tabla de cocientes están ordenados de mayor a menor, de tal manera que a > b > c > d… Así tenemos la tabla:

DivisorABCD...
1abcd...
2a/2b/2c/2d/2...
3a/3b/3c/3d/3...
..................


Si definimos n como el número de escaños a repartir, la asignación según la Ley D’Hondt consiste en escoger dentro de esos cocientes los n valores mayores. Lo que queremos saber son las posibilidades del partido C de lograr al menos 1 escaño (y nada más, estamos buscando el mínimo). Si definimos na como el número de escaños obtenido por el partido A y nb como el número de escaños de B, entonces, para la situación en que C consigue 1 escaño la tabla queda así:



DivisorABCD...
1abcd...
2a/2b/2c/2d/2...
..................
nba/nbb/nbc/nbd/nb...
nb+1a/(nb+1)b/(nb+1)c/(nb+1)d/(nb+1)...
..................
naa/nab/nac/nad/na...
na+1a/(na+1)b/(na+1)c/(na+1)d/(na+1)...
..................


Donde los cocientes marcados en amarillo son los “escogidos” como parte de los n mayores (la columna de D queda excluida, porque se supone que c > d y C ha sacado el escaño por los pelos, así que D se queda fuera).


Para que C haya obtenido su escaño ha tenido que cumplirse la condición de que el valor c sea mayor que los otros posibles cocientes que le habrían podido quitar el puesto de “último cociente”: éstos son a/(na+1) y b/(nb+1) (también está d, pero ya dijimos que c > d, por fuerza). También es posible que c fuera mayor que uno de ellos y menor que el otro, y que hubiera entrado en el reparto no por ser el “n” mayor cociente, sino por ser el “n-1”. Sin embargo aquí buscamos el caso más extremo, el minimum minimorum de votos que garantiza un escaño a un tercer partido. Por lo tanto, se plantean las dos siguientes inecuaciones:


c > a/(na+1) ; c > b/(nb+1)

Las operamos un poco para tener los mismos denominadores:

(na+1) > a/c ; (nb+1) > b/c

y ahora sumamos las dos expresiones. Si i>j y k>l, se cumple que i+k > j+l (este paso puede ser difícil de ver, pero es correcto). Así obtenemos:


(na+1) + (nb + 1) > a/c + b/c

na + nb + 2 > (a + b) / c

Ahora bien: si como hemos dicho na es el número de escaños de A, nb el de B y C ha obtenido 1 escaño (y nadie más ha sacado escaño), entonces na + nb + 1 = n; así


n + 1 > (a + b) / c

c > (a + b) / (n + 1)

Por lo tanto, podemos decir que el número mínimo de votos que necesita un tercer partido C para obtener al menos 1 escaño en una circunscripción de n escaños es igual a la suma de votos de los dos “grandes” dividida por n+1 (se puede considerar tanto en términos de número de votos como en porcentajes, es lo mismo; simplemente dividir por el total de votos los dos miembros de la expresión).


Ésta es una condición suficiente, es decir, que es la condición que garantiza el escaño si se cumple. No obstante, como señalé arriba, c puede no ser el “último cociente”, y así C podría obtener su escaño con menos votos dependiendo de la relación que guardaran los votos de A y B entre sí (la Ley D’Hondt es así de puñetera). Así que voy a hacer un segundo cálculo: el número de votos al partido C por debajo del cual de ninguna manera obtiene escaño. O sea, la condición necesaria, de tal manera que si no la cumplen no hay nada que hacer (los que sean de ciencias ya sabrán de qué va eso de “condición necesaria” y “condición suficiente”).


Volvamos a la tabla de cocientes, en una situación tal que C no ha logrado escaño:

DivisorABCD...
1abcd...
2a/2b/2c/2d/2...
..................
nba/nbb/nbc/nbd/nb...
nb+1a/(nb+1)b/(nb+1)c/(nb+1)d/(nb+1)...
..................
naa/nab/nac/nad/na...
na+1a/(na+1)b/(na+1)c/(na+1)d/(na+1)...
..................


En esta ocasión, C no ha sacado escaño porque los cocientes de A y B son mayores, es decir: se ha cumplido que a/na > c y que b/nb > c. Con estas inecuaciones repetimos el mismo proceso de antes:


c < a/na ; c < b/nb


na < a/c ; nb < b/c


y sumamos, como antes:
na + nb > a/c + b/c

na + nb > (a + b) / c

En este caso nc (los escaños de C) es cero, por tanto na + nb = n; y así


n > (a + b) / c

c > (a + b) / n

En conclusión, si los votos que recibe el tercer partido C son menos que la suma de los de los dos “grandes” dividida por n (el número de escaños a repartir), C no tiene nada que hacer (y sus votos no habrán servido para nada).


Resumiendo: un “tercer partido” necesita obtener un porcentaje de votos:


  • superior a ( % PSOE + % PP ) / ( nº escaños + 1 ) para tener posibilidades, y
  • superior a ( % PSOE + % PP ) / ( nº escaños ) para asegurarse el escaño.

A partir de un dato exacto como n (el número de escaños que elige nuestra circunscripción) y de otro que desconocemos pero podemos estimar a partir de datos históricos de elecciones anteriores (a + b, la suma de los porcentajes de votos de PP y PSOE), podemos calcular con estas fórmulas si merece la pena votar por un tercer partido o si, por el contrario, estamos atrapados en el bipartidismo, porque ese voto se perdería. Basta con acudir a la base de datos electorales del Ministerio del Interior para hacer nuestra cuenta de la lechera y decidir si nos podemos arriesgar a votar por una opción minoritaria como IU (o ChA, o BNG, o lo que toque en cada sitio) o si estamos abocados al “voto útil”.


Un poco de deporte nacional: las cábalas

Por ejemplo, mi circunscripción, Ourense. Se eligen 4 escaños y en las últimas elecciones celebradas (las municipales del año pasado) los porcentajes de PP y PSOE fueron respectivamente 47 y 27% (redondeando). Aquí la tercera opción es el BNG, pues IU es prácticamente testimonial; en esas elecciones el BNG sacó casi un 19%. Los porcentajes PP-PSOE-BNG en las elecciones anteriores hasta el 2000 han sido 51-31-16 (Autonómicas 2005), 56-32-10 (Europeas 2004), 55-31-11 (Generales 2004), 52-23-18 (Municipales 2003), 59-20-21 (Autonómicas 2001) y 57-23-17 (Generales 2000).


En las últimas Generales el BNG no logró bastantes votos para obtener escaño, pero sí le sacó al PSOE los suficientes como para hacerle perder el segundo, de tal manera que el PP obtuvo 3 escaños por 1 del PSOE. El BNG saca sus mejores resultados en las municipales, porque sus candidatos suelen ser gente muy dinámica y renovadora (para calentar poltronas ya están los alcaldes peperos), que cotiza al alza en los pueblos a medida que pasa el relevo generacional. En otro tipo de elecciones, tal vez la época de esplendor del BNG ya pasó: serían los años 2000-2001, en los que el PSOE atravesaba una fuerte crisis de liderazgo tanto a nivel estatal como autonómico. En cuanto al PP y el PSOE, podemos suponer, buscando el caso más favorable al BNG (o sea, tirando bajo), cerca del 50% a los peperos y 30% a los sociatas. Con estos números, el BNG necesitaría el 20% ((50+30)/4) para asegurar el escaño, que lo veo jodido, y en cualquier caso el 16% ((50+30)/(4+1)) para tener opciones. Sólo estuvieron cerca de eso, en unas Generales, en 2000, cuando el PSOE estaba hecho unos zorros. Así que por desgracia para nuestro vice autonómico, en Ourense toca voto útil, sobre todo si tenemos en cuenta que el PSOE se juega sacarle un escaño al PP y pasar del 3-1 al 2-2, que es posible. Más fácil lo tienen en Pontevedra o Coruña, donde espero que al menos se mantengan.



En un próximo post continuaré echando cuentas, aunque en principio cabe esperar que sólo sale a cuenta votar IU en lugares con muchos escaños (Madrid, Barcelona, Valencia…) o en circunscripciones medianas donde no haya un partido nacionalista “fuerte” que le quite el puesto (y creo que si pedimos a los de IU que voten PSOE, en justa compensación no estaría mal pasar algunos cientos de miles de votos del PSOE a Llamazares en Madrid o Barcelona - ¿podríamos "optimizar" el voto progresista? Hablaré de ello en el próximo post). Mientras, podéis hacer vuestras cuentas en vuestras circunscripciones.

miércoles, 16 de enero de 2008

15 de Enero de 2008, un día que Rajoy estuvo “sembrao”

Ayer fue un día especialmente fecundo para Mariano Rajoy, pues nos ofreció tres “perlas” para la posteridad con las que nos demuestra, una vez más, el gran líder político que es. De las tres me enteré por los medios de comunicación y casi sin tener que estar muy atento, porque Rajoy es de esas personas de cuyas burradas te enteras aunque trates de evitarlo.

La primera la pude ver a mediodía, en el telediario. Había comenzado la reunión del foro de la Alianza de Civilizaciones y Rajoy hizo una referencia a ello en su discursito mañanero. La Alianza de Civilizaciones es un invento del que echan pestes continuamente Rajoy y su partido y medios afines (y no por ese orden necesariamente). Y lo simpático es que el motivo de tanta inquina es uno sólo: que fue idea de Zapatero. En todos los ámbitos internacionales la idea ha sido bien acogida, e incluso George W. Bush está a favor. Todos los grandes amigos del PP en el mundo se han mostrado favorables a la Alianza de Civilizaciones, y la ONU ha hecho suya la idea. Pero ¡ay! es una idea de Zapatero. Si se le hubiera ocurrido a Tony Blair (por decir alguien - el amigo Tony Bleeeeeer de Aznar también está a favor) Marianico sería un entusiasta seguidor, pero como es obra del Anticristo ZP, debe ser denostada y maldecida. De esta manera, el PP y su jauría mediática cañí se quedan sólos en el mundo en contra de la Alianza. Bueno, sólos del todo no: creo que los fundamentalistas de Bin Laden tampoco son partidarios. En fin, que ésa es la forma de entender la política de Mariano Rajoy, que sigue sin dar ninguna explicación convincente de por qué la Alianza de Civilizaciones es tan mala idea.

Pero además de esto, lo mejor de ayer fue la forma que tuvo Rajoy de referirse al foro recién iniciado. Empezó diciendo: “Hoy hay en Madrid una reunión a la que asisten mandatarios importantes: los presidentes de Finlandia, de Eslovenia…”, todo dicho con un tono de desdén y desprecio, entre la risa jijiji y la mirada por encima del hombro, como dando a entender que ese es un foro de mindundis. No sé si Rajoy recuerda que tanto Eslovenia como Finlandia son miembros de la Unión Europea, y no sé qué tal les sentará a nuestros socios que un señor que aspira a gobernar España se refiera a ellos como ejemplo de insignificancia y menosprecio. Tampoco sé si sabe que ese proyecto cuenta con el apoyo de gran número de gobiernos, incluido el estadounidense (que parece que es el único que cuenta para el PP) y de la ONU, que envió a su Secretario General (aunque el respeto del PP por las Naciones Unidas ya es de sobra conocido). Muy bien, Mariano, haciendo amigos y demostrando tu altura de miras.

Pero después de esta primera perla llegó por la noche la segunda, filtrada a la prensa: Alberto Ruiz Gallardón NO irá en las listas al Congreso (tal vez haya pesado en la decisión el hecho de que Gallardón participe en la Alianza de Civilizaciones clausurando hoy el foro, quién sabe). Esto daría para un largo análisis y ya están trabajando en ello todos los medios, así que poco puedo añadir. Sólo una puntualización: esta decisión no significa, como dicen por ahí, que el sector más retrógrado del PP tenga dominado a Rajoy, porque Rajoy ES PARTE de ese sector más retrógrado. Esta decisión se une al superfichaje de Pizarro (un currela que de su último trabajo se llevó un finiquito de 2.000 millones) y al descarte de un regreso de Rato, en la carrera de Marianico por palmar las elecciones a toda costa.

Además, están vendiendo la decisión como un juicio salomónico entre Gallardón y Aguirre, pero el anuncio de Gallardón de “un periodo de reflexión personalsobre su futuro político y el disgusto de Fraga, al que no le ha gustado nada la decisión, anuncia una crisis interna gorda que puede mandar al garete el voto centrista y moderado (mira por dónde que alomojó Rosa d’EjjjPPaña saca escaño por ahí - aunque al PP le bien cambiar a Gallardón por Rosa Díez, pues es más fiel a su dirección y su discurso). A pesar de todo, Gallardón piensa mantenerse hasta las elecciones pidiendo el voto para Rajoy, aunque va a ser un poco raro ver al alcalde de Madrid pidiendo el voto para un proyecto político en el que ya no cree y que le ha excluido de la peor manera. Como que muy convincente no queda. Aunque imagino que los asesores de Rajoy saben lo que hacen (cada vez tengo más sospechas de que Pepe Blanco tiene agentes infiltrados en Génova 13). Ésa fue la segunda perla de Rajoy en el día 15 de Enero de 2008.

Pero para mí la mejor de todas fue la que vi, ya de madrugada, en “Noche Hache”. Marta Nebot acudió a entrevistar peperos en su último guateque (donde Rajoy soltó lo del Presidente de Eslovenia y lo demás). Y le hizo preguntas a Rajoy. Estos reporteros “graciosillos” como Marta Nebot de “Noche Hache”, los chicos de “Caiga Quien Caiga” o de “Sé lo que hicisteis” son mirados con cierto desdén por el mundo del periodismo, como eso, como “graciosetes” que van a tocar los cojones a las ruedas de prensa, que no deben ser considerados en serio y que pueden llegar a ser cargantes. Pues bien, lo digo claro: estos reporteros “graciosillos” les dan mil vueltas a los “serios”.

Los reporteros y periodistas “serios” están tan oxidados por la equidistancia y la corrección política que ya no tienen garra y son incapaces de meter a un político en aprietos: es desolador ver las dulces entrevistas aquiescentes que hacen los presuntos grandes gurús tipo Francino o Gemma Nierga (hablo de los que oigo, claro) a los dirigentes políticos, especialmente a los del otro bando. La obsesión por parecer neutrales, o por quedarse flotando por encima de las disputas de partido, les provoca una especie de Síndrome de Estocolmo que le quita todo interés a sus entrevistas (esas cosas por suerte no suceden con Gabilondo ni sucedían con Carlos Llamas, al que se echa de menos). En esta situación en la que ya casi no quedan periodistas con pelotas (al menos en el campo progresista), tienen que ser los “graciosillos” los que pongan los puntos sobre las íes y aprieten a tipos como Rajoy o Aguirre. Y ayer Marta Nebot les dio una lección a los Francinos y las Niergas.

Cito de memoria (no he encontrado el vídeo en el Youtube, no lo habrán subido). Primero Marta Nebot le dice a Rajoy algo así como: “Ha dicho usted que si pierde las elecciones no piensa dimitir. ¿Prefiere esperar a que sea su partido el que le dimita?” Rajoy se sale por la tangente, en su estilo: “Es que yo ni siquiera me planteo la posibilidad de perder las elecciones, es que yo NO voy a perder”. Y ahí entra a matar la Nebot: “Bueno, es que usted como político debería prever todas las posibilidades”: ¡¡ZAS, EN TOA LA BOCA!! Rajoy se escapó titubeando: “Bueno, esa es su opinión y tal…

Pues sí: ayer Marta Nebot nos mostró la diferencia entre un político que podría gobernar un país (que debe ser una persona capaz de prever variedad de situaciones y prepararse para todas) y un cantamañanas de la política como Mariano Rajoy Brey. Un buen candidato a presidente del gobierno debe tener escritos dos discursos para la noche de las elecciones, uno por si gana y otro por si pierde. Pero Rajoy no entiende de eso: en 2004 ya fue de “sobrao” y palmó, y como no había pensado en perder, se ha pasado cuatro años pataleando sin rumbo, predicando responsabilidad y consenso mientras practica la irresponsabilidad y la crispación,dando tumbos y bandazos según le iban indicando desde la COPE, titubeando entre Aguirres y Gallardones, profetizando disparates cada mañana, haciendo el indio a cuenta del 11-M y todas las gilipolleces con que nos ha obsequiado en esta legislatura.

Y este tío quiere ser presidente. Entre sus burlas a la Alianza de Civilizaciones, su decisión sobre Gallardón y la puntilla que le metió magistralmente Marta Nebot, ayer 15 de Enero de 2008 tuvimos tres nuevos botones de muestra sobre el personaje (a añadir a tantos otros, como lo del primo de Caraalsol). Busque, compare, y si encuentra un candidato mejor (no será difícil), vótelo.

jueves, 10 de enero de 2008

Un lapsus guerracivilista

Paseando por el Carrefour durante las recientes compras navideñas tuve ocasión de echar un ojo a un videojuego de estrategia en tiempo real que captó rápidamente mi atención: "Sombras de Guerra: la Guerra Civil Española". Aunque se ha hecho una gran promoción este año, no es nuevo, sino que ya fue lanzado hace más de un año, y ya me había interesado por él el año pasado, aunque no lo pude encontrar en ninguna tienda de mi ciudad (tampoco es que buscara mucho). Pero ahora que ya lo tiene gente y ya se habrá jugado de sobra, supuse que habría críticas y valoraciones de sobra circulando por las internetes y tal vez pudiera interesarme.

Así que me puse a googlear un poco en busca de esas valoraciones y críticas. Más allá de la web oficial, y pasando páginas, ví también las noticias de distintos medios sobre su lanzamiento en Septiembre de 2006, con la palabra inevitable: polémica. No hice caso, porque en este país las polémicas estúpidas se dan mejor que los níscalos, pero por el rabillo del ojo capté una de las webs que reseñaban el lanzamiento: Libelo Digital. Qué puedo decir de Libelo Digital, ese diario de internet dirigido / inspirado / guiado / acaudillado por Federico Jomeini Losantos, que al igual que él se define a sí mismo como "liberal", definición que no suscribe nadie más que ellos mismos y sus amiguetes, tan "liberales" como ellos. Conociendo el percal me entró la curiosidad morbosa por ver cómo sería tratada la noticia de un videojuego de la Guerra Civil por ésos que se hacen llamar "liberales" (asunto en el que ésos que se hacen llamar "liberales" apoyan, defienden y justifican con frecuencia, en columnas, libros y debates, al bando "liberal", cómo no). Y no me defraudaron.

Efectivamente: la entradilla de la noticia está de narices, porque es de esa clase de noticias que nos revelan más sobre el tío que las escribe que sobre el asunto que tratan:

"En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército faccioso, han alcanzado las tropas republicanas sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado", podrán leer y oír por fin los republicanos que perdieron la contienda con sólo ganar una partida.

¿"Los republicanos que perdieron la contienda"? Si no me fallan las cuentas, los combatientes republicanos de la Guerra Civil deben andar ahora todos bastante por encima de los ochenta y tantos años. Ya sé que se está haciendo mucho por promover el uso de las nuevas tecnologías entre la tercera edad; pero la idea de ver a los yayos de ochenta y muchos jugando en el ordenata, a un juego de estrategia en tiempo real de éstos complicadetes, y encima ganando, se me antoja bastante inverosímil, hoygan.

"Guerracivilista", por cierto, es una de las descalificaciones que Jomeini Losantos y sus discípulos "liberales" suelen lanzar a sus enemigos favoritos. Pero ese lapsus de identificar a los que perdieron la guerra en 1939 con izquierdistas actuales que jueguen al ordenador... o decir "podrán oir por fin" como si la guerra aún durara hoy... revela que éstos que se hacen llamar "liberales" están bastante más anclados en el 39 de lo que admiten. A ver si va a resultar que los guerracivilistas son ellos...

 
Dejen a nuestros ancianos tranquilos
19A-lomojó