Para Álvaro
Hay un alivio en mi garganta
la sed, detenida al borde de la copa
ahora el polen transita con el caluroso viento
no dejes de rondarme
de despertar aquí
he de bailar por el metro
que me lancen miradas en vez de monedas
que escuchen el canto
que dentro de mí
enciende cada una de las tardes
atrás
el agua tibia de la bahía de Cata
la sazón amorosa de mi madre
y tantas
tantas otras cosas
que no cabrán nunca
en ésta
ni en niguna otra página.
Madrid, 13 de marzo de 2006
Que calidez enseñan tus palabras. Y que tranquilidad respira tu alma. Soy uno de los que te lanzan miradas...
ResponderEliminarLigera, concentrada, bella poesía: para caminar por el mundo y que te miren, satisfecho pues. Me gusta , Claudia
ResponderEliminarAh, muchas gracias por vuestros comentarios...
ResponderEliminarTus versos me traen la sensación de unos versos que no recuerdo bien, pero que en algún momento decían... como verdad antigua. De una belleza y de una serenidad, como de un tiempo que siempre es, que siempre fue así.
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