jueves, 24 de noviembre de 2016

Repugnancia


Cuando el indigente le sale al paso solicitando ayuda, Javier se tapa la nariz, mira hacia otro lado y le insulta. En su vida solo cuenta esa oferta, que nunca llega, para ser un mandamás de la multinacional donde trabaja, acumular deportivos en su garaje y muchos ceros en su nómina. Ya en casa suelta la tableta y el iphone, se quita traje y corbata, e intenta eliminar la gomina y el rictus castigador. Después, al entrar en el salón, su mujer evita su mirada, mientras que sus hijos se tapan la nariz y le insultan en voz baja.


lunes, 17 de octubre de 2016

De todos y de nadie


Confidente, amante, consejera o esclava, se desdobla en múltiples personalidades a cambio de unas decenas de euros. Encima, debajo, delante o detrás, sin ser contorsionista se adapta a cualquier posición que ese día le propongan. Estefanía, Tania, Vanesa, Tamara o Verónica, su nombre no importa, porque la bautiza el que suelta los billetes. Moteles, coches, parques o callejones son los lugares donde ellos demuestran su poder mientras creen que ella gime de verdad. Desprecio, repugnancia, dolor es lo único, aparte de su cuerpo, que pone de su parte mientras, anestesiada a la humillación, intenta que terminen lo antes posible.


viernes, 7 de octubre de 2016

Dedos


Con ella no hace falta leer entre líneas, ni buscar doble sentido a las palabras. Cuando necesita sexo se tumba en la cama, arquea la espalda y entrecruza los dedos apoyándose en la cabeza: es la señal. Él duda, pero sale de la habitación diciendo que regresa enseguida. Tras escapar, se sienta en el sofá y va cambiando de canal: del derbi del siglo a la última de romanos. Así, mientras él observa al árbitro señalar el punto de penalti o al emperador bajar el pulgar, ella se desnuda y deja a sus dedos deslizarse amorosamente por su cuerpo.



domingo, 2 de octubre de 2016

martes, 20 de septiembre de 2016

Sanguijuelas


De madrugada se reparten al azar, muletas, cojeras, cabestrillos, cartones repletos de faltas de ortografía y cojines para las nuevas embarazadas. Durante el día hay quienes mendigan vagando por la calle, algunos limpian cristales de coche en los semáforos, otros los bolsillos de los más despistados. Por la noche se despojan de sus utensilios, los guardan con mimo y se acercan en fila hasta su compatriota, el trajeado. Entonces le entregan toda la calderilla recaudada y él les devuelve una mínima parte. Ellos, sin rechistar, se marchan a dormir hasta que unos manotazos les despierten para comenzar de nuevo.


martes, 13 de septiembre de 2016

Proyectos frustrados


Cada mañana, al levantarse, se dirige a su despacho y abre el cajón donde se acumulan decenas de pagarés que ya jamás cobrará. Junto a ellos se apolillan los planos de urbanizaciones, polideportivos y edificios, todos con su rúbrica, que o se quedaron a medias o nunca pudo comenzar. Regresa al dormitorio y la ve dormir. Entonces piensa en su relación, legalizada por papeles y firmas, ratificada por “en la salud y en la enfermedad”, “hasta que la muerte os separe” y un solemne “sí quiero”. Después sale al patio y teclea en el móvil el teléfono de Alicia.


Los otros caminos

Esta es mi segunda propuesta para el concurso de Zenda  #HistoriasdelCamino Los otros caminos Cuando reservé el autobús para ir hasta Vilalb...