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Hemos quedado en un restaurante a las 21.30.
Él me esperaba tomando una copa en la barra del bar.
Con su traje italiano, con la cortaba en el bolsillo.
Parecía algo cansado, y con el ritmo de trabajo que lleva es normal.
Pero esta guapo como siempre. Me sonríe y yo le sonrío de vuelta.
Le beso y me siento a su lado en la barra. Pido una copa.
Veo como me mira con deseo.
Nos sentamos en una mesa, bebemos un vino exquisito.
La verdad es que no tengo ni hambre.
Mientras cenamos hablamos de su trabajo, él empieza a hablar sin parar.
Yo le escucho y le miro en silencio. De pronto él calla, me mira y me dice:
"Vámonos al hotel ahora"
Se levanta, paga la cuenta y tomamos un taxi.
En el taxi mete la mano debajo de mi vestido.
Sabe que estoy mojada, sabe las ganas que le tengo.
Le miro a los ojos, le beso en la boca.
No quiero montar una escena en el taxi.
Sus dedos debajo de mi vestido siguen jugando,
se me escapa un pequeño gemido, él se ríe.
Llegamos al hotel y subimos a su habitación.
La ropa empieza a caer por el suelo...
Nuestras bocas se buscan como si el mundo se fuera a terminar.
Me besa en el cuello. Y ya sabe que eso me pierde.
Ya sabe todo lo que viene después.
Yo sé que le pico, que le provoco, me gusta provocarle.
Porque sé que él responde a mis provocaciones.
Me abandono...
Noto como tiemblo de placer...
Noto como tiene sed de mi...
Sus manos acariciando mi cuerpo, y la sensación de que cada mínimo movimiento de nuestros cuerpos vibra al unísono identificando
el placer el uno del otro sin pensar, como animales que se desean...
Besos, caricias, gemidos, jadeos, posturas, risas, pasión,
sexo dulce, salvaje, guarro...
Y vuelta a empezar...
Echamos media docena de polvos a lo largo de la noche.
Me despierto en una cama enorme y revuelta, A esta en la ducha,
me levanto y voy hacia allí.
Entro en la ducha y me pongo delante de él, dejo que el agua caiga sobre mi.
Él me agarra por detrás, noto su polla dura. Me sonrío a mi misma...
Sé que él tiene una reunión a media mañana. Pero yo soy insaciable.
Y él no se puede resistir. Me folla de espaldas.
Nos corremos.
Termino de ducharme, A lleva ya el traje puesto
y se esta haciendo el nudo de la corbata frente al espejo.
Compruebo, una vez más, lo bien que le sienta el traje.
Se acerca y me besa en los labios.
Sale de la habitación satisfecho.
Hasta la próxima A.