Meditaciones de baldío
I
Bebiendo
 |
J.Rux, Mi tigre tricéfalo
(2011, dibujo y pintura mural -intervención en pared, Cösmiko, La Pata.) |
y fumando
dulces noches
de verano
con mis amigos perros
en el baldío
adivino
por qué me siguen
como mi propia sombra.
Yo también soy
un lobo domesticado
con un fuerte instinto natural
de asesino
Don Vicente.
Armado hasta los dientes
vivía en el barrio de mi infancia don Vicente
era un anciano flaquísimo y chiquito
parecido al que aparecía en Benny Hill.
Con mis amigos
cascoteábamos su portón
y esperábamos que salga
para escondernos
en la oscuridad del pasillo
de los departamentos.
Desde el fondo
densamente negro
veíamos aparecer su silueta
recortada en la noche
con la escopeta
colgándole del brazo.
Conteníamos la respiración
en sólido silencio
hasta que don Vicente
 |
Eric White, Golden Moments (2001, oil on canvas, 36"x36") |
seguía de largo
luego de aguardar algunos minutos
como un cazador
en la entrada al pasadizo.
A falta de un Italpark cerca
esa era
nuestra montaña rusa.
Din Don Dan
Mi casa de la infancia
quedaba a metros de la penitenciaría nº 9
para fin de año
los presos siempre se amotinaban
subían al altísimo tanque de agua
y amenazaban con escaparse en noche buena
esas navidades eran casi perfectas
poco me importaban papá noel
y los renos del bosque
esperaba
la maratón de presidiarios
saliendo
a medianoche
en pleno brindis
por alguna alcantarilla.