¿Quien es "El Pesquín"...?

Hace muchos años empecé a acudir al pedrero con mi padre en busca de pulpos, andaricas y otros manjares que la mar nos ofrecía. Un día le dije a mi padre que eramos pescadores, y él me dijo que no, que eramos PESQUINES. "¿Y cúal es la diferencia?" pregunté desde mi inocencia de niño de 7 u 8 años. "Los pescadores trabajan en la mar, necesitan pescar para ganar dinero, y tienen que hacerlo aunque no tengan ganas, o esté malo el tiempo. En cambio, los pesquines, vamos a la mar simplemente por afición, y no necesitamos coger peces para disfrutar y pasar un buen día de pesca. Podemos ir o quedarnos en casa si no nos apetece, elegir el tipo de pesca que preferimos practicar cada día, podemos soltar los peces cuando queramos porque no necesitamos venderlos para sacar el sueldo... ser pescador es un trabajo muy duro, pero ser un Pesquín es una suerte que te permitirá disfrutar siempre de la mar". Sirva esta reflexión como presentación y para anunciar lo que te encontrarás en este espacio, las reflexiones, relatos y comentarios de un "pesquin", ni más, ni menos...














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martes, 30 de julio de 2013

La importancia del plomo en la pesca a boya

Hola amigos del blog, en esta entrada voy a tratar de explicar un detalle que mucha gente no tiene en cuenta en la pesca a boya, y que tiene una importancia fundamental, hasta el punto de que puede marcar la diferencia entre sentir picadas y clavar peces, o que nos lleven el cebo sin enterarnos o piquen y recelen, soltando el anzuelo antes de que nos de tiempo a clavar. Este detalle es la cantidad de plomo que tenemos que colocar en el aparejo para que la boya trabaje adecuadamente. Hay cientos de boyas en el mercado, las hay que aguantan muchos gramos de plomo, mientras que otras no soportarán más de dos o tres gramos, y normalmente esa indicacion del peso correcto para equilibrar la boya no viene indicada en ningún sitio. Os voy a explicar la manera de conocer ese peso, y para ello vamos a empezar con unas simples boyas, sin ningún tipo de lastre ni de indicacion por ningun sitio....
Le encargué a mi padre, que es un artista con la madera, que me tallase unas boyas en madera maciza, y esto fue lo que me preparó, ya pintadas y todo. Van en naranja por arriba, el color que proporciona más visibilidad entre las olas y la espuma, y en blanco por abajo. ¿Por qué blanco? si os fijais, casi todos los peces que nadan a medias aguas o cerca de la superficie tienen la barriga de color blanco, y es porque si un depredador los mira desde abajo (es decir, si les mira la barriga), además del pez, verá la claridad del sol y el cielo, o la espuma de las olas, y en cualquier caso, el color que pasa más inadvertido si se mira desde debajo del agua hacia arriba es el blanco, así que una boya blanca será más facil que pase inadvertida a los ojos de un pez que otra de cualquier color más oscuro... 

El siguiente paso es "compensar" las boyas, es decir, colocarles (o no) un plomo en su base para equilibrarlas y que no necesiten tanto lastre en el aparejo para trabajar correctamente. En teoría, cuanto menos plomo necesitemos colocar cerca del anzuelo, mucho mejor, ya que el cebo se moverá con más naturalidad y el pez notará menos su presencia, tanto visualmente como al picar. Sin embargo, cuanto más oleaje hay, más plomo tendremos que colocar en el aparejo para que se mantenga a la profundidad idónea para la pesca y que las olas no suban el cebo a la superficie. En este caso, quería unas boyas para pesca fina de verano, que no necesitan demasiado lastre en el aparejo, por lo que las boyas van bastante plomadas en relacion a su tamaño, de todas maneras, dejé una sin plomar, la que aparece abajo a la derecha, y con las que haremos las diferentes pruebas de lastre para adivinar el peso justo para que trabaje bien en el agua.
Necesitamos un recipiente con agua de la mar para ir probando como flota la boya a medida que le colocamos más o menos peso. Yo utilizo un anzuelo con un trozo de sedal para pinchar un poco el plomo, así es muy sencillo de cambiar y poner otro mayor o menor hasta que encontramos el peso que queremos para nuestra boya. Aquí veis la boya con un plomo de 3 gramos de peso, se puede ver que flota demasiado, incluso se ladea un poco, por lo que tenemos que probar con más peso.
Siguiente prueba, con un plomo de 5 gramos, la cosa mejora algo, pero aún queda demasiada boya por encima del agua, podría valer pescar así si hay mucho oleaje y necesitamos ver muy bien la boya entre la espuma, aunque en ese caso mejor ponemos una boya algo mayor que siempre es más sencilla de ver si hay mucha mar
Esta prueba es con un plomo de 10 gramos, y ya mejora mucho la posicion de la boya. Además de flotar completamente derecha (recordad que este modelo no llevaba plomo en la base), podeis ver que sobresale muy poco de la superficie del agua, lo que indica que se necesita muy poco esfuerzo para hundirla. De esta manera, el pez al coger el cebo, no nota apenas resistencia, ya que con uno o dos gramos más de peso, la boya ya se hunde. Imaginad que sois un pez y que estais pescando con la boya sin compensar, que necesita unos doce gramos para hundirse, cúal notaríais primero, en la que teneis que tirar sólo por dos gramos, o la que necesita doce para hundirse bajo el agua...??? Para nosotros es inapreciable, pero os aseguro que los peces notan estas diferencias, y mucho, y por esto mismo, cuanto más facilmente se hunda la boya en el agua, notaremos más picadas y éstas serán más claras.
Ahora que ya sabemos que esta boya nos aguanta un lastre de 10 gramos, sólo nos queda marcarla para recordarlo en cualquier momento. Podemos utilizar cualquier método que deseemos, escribir el peso, ponerle una marca de color, yo utilizo esos "puntos" que veis en la foto, hechos con un rotulador indeleble, que me indican de un vistazo rápido el lastre que tengo que poner a cada boya para que trabaje como debe en el agua.
Aqui vemos las tres boyas del mismo tamaño, pero que soportan cada una un lastre distinto en el aparejo, tengo la de 3 puntos, que quiere decir "10 gramos", la de 1 punto, que quiere decir "3 gramos", y la que tiene la raya, que quiere decir "sin lastre", éstas dos últimas van compensadas con plomo en la misma boya
Aqui podeis ver el distinto grado de flotabilidad de las dos boyas lastradas de arriba, como veis, la de la izquierda, del numero uno segun mis denominaciones, aún aguantaría un poco de plomo en la linea sin hundirse completamente, ya que flota un poco más al tener el plomo que lleva en la parte de abajo de la boya más rebajado.
Si vamos repitiendo el proceso con todas las boyas al final las tendremos todas marcadas, cada una con el lastre que aguanta como máximo, aquí estan todas con sus respectivas marcas y como ejemplo pongo delante de cada boya el lastre que podríamos colocar en la linea como máximo sin llegar a hundirlas.
Es muy interesante conocer el peso del plomo que podemos colocar a nuestras boyas, ya que simplemente mirando el tamaño puede existir mucha diferencia entre unas boyas y otras, debido a los materiales de construccion, forma, peso del plomo que llevan adosado, etc. Como ejemplo, mirad todas estas boyas de arriba, que son de formas, colores y tamaños muy variopintos, pues todas tienen algo en común... todas son del Número dos, es decir, aguantan sin hundirse un plomo de hasta 6 gramos.
Cuando conocemos el peso que aguanta una boya en el aparejo, también podemos jugar con el lastre que incorporamos a la boya, para tener boyas que en apariencia son idénticas, pero que necesitan más o menos plomada en el aparejo para trabajar bien... como ejemplo, las tres boyas de arriba, la de la izquierda aguanta 40 gramos de plomo en la linea, la del centro aguanta hasta 30 (lleva un pequeño plomo adosado en la parte de abajo, si os fijais...) y la de la derecha ya aguanta solamente 15 gramos, ya que es una boya mucho más plomada que sus compañeras. 
Espero que este artículo os ayude a conocer un poco mejor a nuestras compañeras las boyas, y os aseguro que merece la pena perder un par de horas en descubrir cómo se comportan según el peso que les coloquemos en el aparejo, para afinar la pesca al máximo, ya que muchas veces son estos pequeños detalles los que marcan la diferencia en el número de peces en el cesto al finalizar la jornada. Un saludo y buena pesca...!!!!!

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