La novedad, para mí, claro, es que en lugar de agua, usé cerveza. Si no le va bien, por lo menos no me la he bebido y así cuido la silueta porque no era light.
La mitad clarita no lleva ningún colorante y sí un poco de avena en polvo. De ahí, las motitas.
Un poco de azúcar, citronela y naranja dulce completan el invento.