Para los que no visitáis " EL TALLER" , os presento hoy el ultimo ejercicio que en él he presentado. Está basado en Lila.
Ella es un maravilloso personaje que Rayuela nos ha prestado para ésta ocasión y que nunca se lo agradeceré lo suficiente.
Si deseáis leer las sucesivas interpretaciones de Lila, por los distintos componentes del taller, podréis hacerlo con un click sobre el anagrama que encontraréis en la columna de la derecha de éste blog .
Cada tres días publica un nuevo integrante.
LILA...
...Sus manos aferraban la correa del bolso, como si ésta fuera la ultima rama del árbol que la sacaría del torbellino, en que de nuevo había caído. Lila se sentía fenecer entre los brazos espumosos, del río de los recuerdos perdidos: La casa , un patio, un magnolio...
Aceleró sus pasos en un intento por alejarse más y más de la casa , para poder dormir de nuevo el pensamiento , para no interpretar los signos ...
El jefe de estación rodeó el banco del andén, buscando el origen de aquel penetrante olor a canela y jazmín; nadie había estado allí desde hacía horas, se encogió de hombros en un gesto de extrañeza y regreso sobre sus pasos. El viento levantó del piso, pequeños papeles revolotearon a su paso, pero él no vio que se trataba de pájaros de papel... Alguno se elevó y voló hacia los lejanos árboles.
Lila caminaba en dirección al mar, seguía el rastro del olor a algas, de la arena húmeda, de la luna en su espejo de agua...
-¿Recuerdas?
Lila buscó, en vano, la procedencia de la voz, pero allí no había nadie.
-¡Tu ya no eres!... ¡Se gastó tu huella !
Un soplo cálido le acarició el pelo, y el borde del pañuelo turquesa rozó sus labios.
- ¡Vuelve a la casa, y recuerda!...
Lila apretó el paso, casi corría, el polvo del camino siguió quieto. Tras ella un pájaro de papel le traía palabras, mil palabras infantiles, para leer a la luz de la luna.
Un hombre se acercaba, un hombre de piel oscura , que le lanzó un palo al perro que le acompañaba, llegó éste hasta los pies de Lila, el perro lo recogió y se lo llevó al hombre... siguieron con el juego ambos, ninguno de los dos pudo ver a Lila, pero el perro olfateó el aire mientras el hombre se dijo que había olor a limones y jazmín...
Algo vibró dentro de Lila , la casa la llamaba, un patio la esperaba...
Entonces regresó, impregnando el camino con aromas de canela...