viernes, julio 21, 2006

"Quizás, Quizás, Quizás"

"Quizás, Quizás, Quizás"

Siempre que te pregunto
Que, cuándo, cómo y dónde
Tú siempre me respondes
Quizás, quizás, quizás
Y así pasan los días
Y yo, desesperando
Y tú, tú contestando
Quizás, quizás, quizás
Estás perdiendo el tiempo
Pensando, pensando
Por lo que más tú quieras
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo?
Y así pasan los días
Y yo, desesperando
Y tú, tú contestando
Quizás, quizás, quizás
Estás perdiendo el tiempo
Pensando, pensando
Por lo que más tú quieras
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo?
Y así pasan los días
Y yo, desesperando
Y tú, tú contestando
Quizás, quizás, quizás, quizás, quizás
written by Osvaldo Farrés, Cuba, 1947

domingo, julio 09, 2006

La princesa.

Hubo una vez un lindo mundo.
Un mundo lleno de soles y bellos amaneceres.
Un mundo con lindos cantos y grititos salvajes.
El sol se guardaba en petacas y en una gotita podía guardarse la esencia de miles de momentos.
Este mundo estaba lleno de princesas y príncipes que nunca llegaban a obtener su trono.
La princesa más querida y hermosa de este mundo se llamaba Ilusión, vivía feliz entre tanta belleza, saltaba y corría detrás de gorriones, saltaba entre piedras, troncos de árboles cualquier cosa le parecía pequeña para demostrar sus grandes dotes.
Pero un día, un suceso la metió un pequeño pensamiento en su cabeza e hizo tambalear su mundo.
El pintor de mundos pinto una cosa que nunca había visto, ella quedo maravillada, que colores tan bellos, que formas más curiosas. Corrió a preguntarle de donde había salido eso y el le dijo que lo había visto en un lugar muy lejano, que había atravesado una puerta y había ido a para a otro mundo.
La princesa ya no vio su mundo igual, y no dudo en hacerse una pequeña tortilla para el viaje y se fue a ver ese nuevo mundo. Así su antiguo mundo se quedo sin la princesa ilusión pero el otro mundo inexplorado se lleno de alegría con la recién llegada princesa Ilusión. De vez en cuando volvía la princesa a su antiguo mundo y los soles por momentos lucían como antaño, pero ya no era igual.

viernes, febrero 17, 2006

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Desde lo alto del faro.
Avanzamos y a veces mis manos vuelven a tener agujeros y el tiempo se me cuela... y las personas.
Lo bueno es que ahora las cosas grandes no caben por ellos.
Sigo adelante echaré de menos mi antiguo diario.
Me ha ayudado tantísimo. Recuerdo lo mal que estaba antes de escribir en él y lo relajado que me quedaba después, mi pasado tenia color verde, con toques morados.
Me recuerdo en la agencia de publicidad, antes de empezar a trabajar, escribiendo, desahogandome, tomando aire y empezando el día.
Deseando salir por la noche a tomar cañas.
Han pasado muchas cosas y pasaran también muchas en este otro diario.
Se que te cogeré a ti también cariño.