Saborea en estos momentos las mieles del éxito laboral junto a sus compañeros de la Casa de la Literatura Peruana (CASLIT). Celebra por todo lo alto y le asiste el derecho a hacerlo, pues inmersa como está en el mundo de la cultura, la poeta Alessandra Tenorio sabe bien que la literatura y el arte a veces no venden, y hay que batallar muy duro para atraer la atención de los consumidores. Sin embargo, un extraño fenómeno se observa en esta joven institución: lleva poco tiempo de vida, pero su nombre se menciona a cada rato; y lo mejor, ha logrado despertar el interés de la gente hasta el punto que sus actividades registran una masiva concurrencia.
Pero dejemos que la carismática escritora Alessandra Tenorio nos cuente más sobre “La Casa ”, como la suele llamar, y sobre su trayectoria profesional.
Es una poeta que se mueve como pez en el agua dentro de los cauces del periodismo y las relaciones públicas, y lo digo porque su gestión como Jefa de Promoción Literaria de la Casa de la Literatura Peruana (CASLIT) es todo un éxito. No se puede que su institución está en boca de todos, pese que lleva muy poquito tiempo de existencia. ¿Cuáles son sus impresiones al respecto?
Me siento muy contenta de que la labor de “La Casa ” haya sido reconocida rápidamente y contemos con un público cautivo de escolares, escritores y familias que nos visitan y participan de nuestras actividades. Esto se debe a que es una labor de equipo. La magnífica dirección de Karen Calderón, al mando de la CASLIT , y el apoyo de los demás miembros de los equipos, los orientadores literarios y los escritores, hace que las cosas funciones bien y podamos presentar productos de calidad que gustan al público. Además mucha gente pensaba que aquí se cobraba por las visitas o las actividades pero todo es gratis.
Díganos ¿con qué dificultades se encontró al comienzo de asumir su cargo y de qué manera las enfrentó?
El primer reto fue dar a conocer “La Casa ” y que el público se interese en visitarla. Primero para generar visitas coordinadas con los escolares, que son nuestro primer público objetivo, invitamos a los directores de las Unidades de Gestión Educativas Locales (UGELES) y al director de la Dirección Regional de Lima Metropolitana (DRELM) a una reunión y les hablamos de todos los servicios gratuitos que ofrece la Casa y elaboramos un calendario de visitas, y se volvieron nuestros aliados estratégicos. Luego, junto al Equipo de Investigación, se creó el programa de impartir literatura en otros formatos como el cine, el teatro y el proyecto “Leyendo con mi personaje favorito”, donde se invitaba a artistas de la televisión y el teatro o ídolos juveniles a hablar con los escolares de los libros que habían leído. Todo eso nos generó mayores visitas y mayor presencia en la comunidad.
El equipo de la CASALIT en pleno |
Hace poco alcanzaron mucha notoriedad, y por qué no, reconocerlo, otra gran victoria al conseguir que Google rindiera homenaje al gran poeta César Vallejo mediante uno de sus doodles. Cuéntenos detalles de la campaña emprendida para tal objetivo.
La campaña empezó en las redes sociales, y la CASLIT , como parte del Ministerio de Educación, escribió una carta a Google explicándole los motivos por los cuales Vallejo merecía ser homenajeado por los 120 años de su nacimiento. Hicimos flyers que colocamos en las redes sociales, en nuestros murales y también a través del mailing y de nuestros medios de difusión le pedimos a todos los peruanos que escribieran a Google y se sumaran a este pedido. Ese día celebramos con una “Maratón Vallejo”, donde todo el día giró en torno al poeta: hubo conferencias, performances, lectura de sus poetas.
Teniendo en cuenta que es usted es una escritora y realiza su trabajo literario a solas, ¿le fue complicado trabajar en equipo? Me animo a hacerle esta pregunta, pues se dice por ahí que los poetas son de carácter complicado y que no siempre están de buen humor, ¿mito o realidad?
Ja, ja, ja, ¿si le preguntas a la gente que trabaja conmigo que te diría? Trabajar en equipo es hermoso pero también a veces un poco difícil porque no todos tienen los mismos ritmos. Yo suelo ser muy personalista, y aunque no es la primera vez que trabajo con un grupo de personas que me apoya, creo que siempre hay que pasar por un período de adaptación donde se conoce mejor a la gente y se ponen los parámetros para realizar los trabajos asignados. Lo del carácter creo que no sólo le pasa a los poetas (que tienen fama de locos y “dispersos”) con el estrés de estos tiempos, el tráfico de Lima y una larga suma de etcéteras. El que no es un poco gruñoncito que tire la primera piedra.
¿Cuándo descubre la poesía y en qué momento se decide a escribir? ¿Sus padres vieron con buenos ojos su deseo de dedicarse a la literatura? Porque usted ha hecho una carrera de esto e incluso se licenció en Facultad de Literatura de la Universidad Federico Villarreal (Perú), ¿no es así?
Yo descubrí la poesía desde siempre, de hecho los primeros libros que leí fueron de poesía porque en mi casa había muchos poemarios, herencia de la biblioteca de mi abuelo, que era encuadernador. En el nido yo recitaba poemas en las actuaciones (luego en el colegio también), mi papá y mis tíos (que son mis vecinos) eran lectores de poesía. Así que prácticamente tenía un ambiente poético de por sí.
Empecé a escribir desde que estaba en el colegio, tipeaba mis poemas en una vieja máquina Olivetti y los guardaba en una carpeta azul. Me gustaba mucho hacerlo. Siempre fui muy buena para las letras (y más adelante en los cursos de Literatura), y cuando tuve que elegir una carrera, luego de pensarlo mucho, me decidí por la Literatura y nunca cambié de idea. A mis papás no les gustó mucho al principio, creo que ellos hubieran preferido que estudie una carrera de ciencias como ellos (¡estoy rodeada de médicos y enfermeras en toda mi familia!). Incluso dentro del campo de las letras mi mamá sigue soñando con que yo sea “doctora” y muy probablemente algún día Presidente de la Academia Peruana de la Lengua. Creo que les cuesta y siempre les costará que a mí me gusten otras cosas que están alejadas de la vida académica y más en el campo de la gestión, de las comunicaciones y que a veces puedan calzar en el molde de los poetas “locos y soñadores”. Igual ellos me apoyan mucho y me siguen en mis locuras literarias. Por cierto, yo soy Bachiller en Literatura de la Villarreal y estudié una maestría en San Marcos, pero no me he licenciado aún, justamente ahora mismo estoy “a por la diploma”.
El día que tuvo que ejercer de anfitriona del escritor Mario Vargas Llosa |
Estuvo involucrada en varios proyectos editoriales, fue promotora cultural, coeditora de una serie de plaquetas y hasta tuvo a su cargo la producción de un programa radial, una vida comprometida con lo que más le gusta y claro está muy agitada, ¿no ha cambiado mucho su ritmo de trabajo o quizá sí? Cuéntenos, ¿cómo reparte sus obligaciones para con su cargo y su labor de poeta?
¡Guau! Fue toda una locura, justamente eso comentaba el otro día con mis amigos poetas con los que hacíamos festivales, organizábamos cosas y siempre estábamos en movimiento. ¡Quién tuviera la energía de los 18 años! De poder estar en todos lados. Ahora en realidad mi trabajo en “La Casa ” ocupa casi todo mi tiempo. Ahora estoy estudiando un curso de actualización en mi universidad para poder concluir mi tesis (que ocupa todas mis noches de la semana) y justo estoy terminando un curso de marketing (que ocupaba toda la mañana de mis sábados); así que tengo el tiempo reducidísimo, lo cual me llevará al divorcio sin haberme casado antes (risas). De todos modos, siempre tengo un poco de tiempo para leer un buen libro y los lunes me reúno con un grupo de amigas para leer poesía de diversos autores y criticar nuestros propios textos. Es un espacio muy bonito que comparto desde hace más de un mes y que ha sido un oasis para mí en medio de tantas revoluciones.
Díganos ¿qué señal interna o externa debe percibir un escritor para decir ‘este es el momento de publicar?
Creo que es una cuestión de autocrítica. Puede venir de los dos lados: externamente cuando uno está escribiendo un libro muchas veces pide opiniones a los amigos, a los poetas mayores que respeta o a tu editor (si lo tienes) y ellos te van dando pautas que te ayudan a saber que el libro ya está terminado. Por otro lado, también esas señales (y creo que son las definitivas) pueden ser internas, cuando uno ve sus textos con objetividad después de haberlos corregido varias veces y se da cuenta que ya están redondos y listos para la publicación. Lo principal creo es no perder la objetividad y saber cuando “abandonar” un texto, pero para todo eso la autocrítica es fundamental.
Descubrimos su poema “Ocurre”, y nos impactaron algunos de sus versos:
Ocurre que tal vez el amor sea una elección diaria /meteorológica/calendarística /o estúpida. Ocurre que tal vez la palabra tenga algún valor/y no se pueda decir siempre /con igual desparpajo/como quien dice: hola/ adiós/ pan o agua. Ocurre que hoy, precisamente hoy, al levantarme/ decido que seas tú/ quien me tienda la cama/ me prepare el café/ me conciba un hijo/ ...y mañana tal vez sólo desee /que seas mi amigo, mi hermano o mi padre/ el que me enseñe a cruzar pistas/ el que me obligue a comer cebollas…
Ese poema lo escribí en un momento en que sentía que el relativismo estaba presente en todo, incluso hasta en el amor. Esa situación de no decidirse y decir una cosa un día, otra al día siguiente. Yo siempre me precio de tener las cosas claras y cuando no las tengo no hablo, porque creo que la palabra tiene demasiado valor y causa un efecto grande en la vida de las personas.
¿Cómo tiene que ser el alma de una creadora como usted para ponerse en el pellejo de una mujer que padece, pues en buena cuenta no siempre las poetas o los poetas plasman sus vivencias a la hora de escribir?
Yo creo que es una cuestión de empatía, de poder ponerte en los zapatos de los demás y así no puedas entender o comprender lo que piensan otros o sus razones sí puedes conectarte con sus emociones. Creo que todos los escritores tienen esa capacidad porque son personas bastante sensibles.
Su ópera prima fue declarada "revelación del año 2005" por el prestigioso programa televisivo "Vano oficio" |
En todos lados. En los escritores, en los libros, en los viajes en combi, en las noticias, en la televisión, en el cine… Está en todos lados sólo hace falta observar.
Sin duda alguna, su poemario “Porta/retrato” fue el hijo largamente esperado, ¿nos equivocamos?
No, realmente lo fue, y además de un hijo fue la materialización de un sueño que tenía desde niña y que me hace muy feliz haber podido cumplir. Ahora solo me falta tener un hijo de carne y hueso porque hace varios años ya planté varios árboles.
¿Cuál es la característica principal de la poesía de Alessandra Tenorio? ¿Qué le gustaría que hallase el lector en sus versos?
La principal característica de mi poesía es que es intimista y sencilla. Yo quisiera que los lectores puedan conectarse con las emociones que trato de plasmar en el poema. Mi lenguaje no es muy elaborado, mi poesía no intenta descubrir la pólvora, intenta “mover al lector”, y a través de las imágenes, el ritmo y las escenas que se plasman espero que los lectores se conecten con ella.
A propósito admite la existencia de una poética masculina y otra femenina, ¿cuál es su postura al respecto?
Sí, pero no identificada con el sexo de los autores; es decir, creo que hay textos que indudablemente tienen marcas de género palpables y que hablan de sujetos femeninos y masculinos con sus respectivas características pero que eso no tiene que ver necesariamente con que el autor que los ha escrito sea hombre o mujer y deba tratar específicamente determinados temas. Definitivamente cuando lees “Noches de adrenalina”, y encuentras un verso como “mi vagina se llena de hongos como consecuencia del primer parto”, sabes que se está hablando de una mujer y a continuación en el poemario se tocan temas que aluden a los sentires, pesares e inquietudes de una mujer. Coincidentemente Carmen Ollé, la autora, es mujer; este libro podría haber sido escrito por un hombre y en ese caso estaríamos frente a un libro escrito por un varón que usa un discurso poético femenino. En ese sentido, sí creo que existe una poesía con marcas de género, pero no creo que las mujeres escriban solo de cosas de mujeres y los hombres de temas de hombres, no creo en ese reduccionismo que dice que las mujeres sólo escriben de “sus orgasmos” (como se dijo alguna vez) y los hombres de los grandes temas de la humanidad. Eso no existe. Cualquier poeta independientemente de su sexo puede escribir de lo que le dé la gana.
¿Cuál es su mejor momento para escribir? ¿Tiene un horario, una rutina? ¿Tiene una libretita o va de frente al ordenador (computadora)?
Creo que el mejor momento es cuando has encontrado las palabras. Yo tengo muy buena memoria y los poemas siempre los escribo primero en mi cabeza. Es como si tuviera una libreta mental en la que anoto y voy borrando. A veces voy a recitándome a mi misma los poemas como trabalenguas hasta que finalmente encuentro las palabras y la imagen acústica que he estado buscando y allí por fin puedo ir al papel o a la computadora (depende del momento o lugar en que me encuentre). Escribo en cualquier lado, lo he hecho en el micro, en la oficina, en la banca de algún parque.
Junto a su jefa, la directora de la CASALIT, Karen Calderón Montoya y doña Luz Abad, la visitante un millón |
¿Pertenece a algún círculo de poetas o prefiere mantenerse al margen de grupo alguno?
Como te comentaba, me reúno con un grupo de amigas para leer poesía los días lunes desde hace poco tiempo. Yo no creo mucho en proyectos poéticos unitarios. Menos en estos tiempos en que reina la individualidad. Me parece que es muy difícil encontrar una situación en que todos tengan el mismo nivel poético, los mismos intereses y alcancen un mismo ritmo de lectura. Sin embargo participaba en un grupo que se llamaba “Colmena”, en la época de la universidad, y fue una linda experiencia.
Creo sí en los grupos de encuentro, de estudio, si se quiere, donde uno puede leer y comentar poesía; donde presentas tus textos y recibes las críticas de los demás y te recomiendan nuevos autores; en esos grupos tipo taller que ayudan a crecer a los participantes.
¿Hecha mano de las redes sociales para dar a conocer sus creaciones? Hay quienes aprovechan muy bien sus teléfonos móviles (celulares) como medio de promoción y difusión de sus trabajos literarios. ¿Cómo evalúa estas nuevas ventajas tecnológicas e informáticas en el quehacer de un creador?
Yo soy un poco negada a la tecnología (si vieras mi celular lo sabrías), pero sí aprovecho las ventajas de las redes sociales para difundir eventos culturales en los que participo o que me interesa dar a conocer. Mi poesía también, porque mi primer libro se encuentra en PDF en una página web donde se colocan libros que las personas pueden descargar gratuitamente. Creo que las nuevas tecnologías de la información son muy importantes y ayudan a los creadores no sólo a poder difundir sus obras sino a comunicarse con sus pares a nivel mundial.
¿Dará alguna vez el salto a la narrativa? ¿Tiene inquietudes al respecto?
Quizá. He escrito un par de cuentitos e incluso he llegado a publicar alguno en una antología Perú-Ecuador que publicó la Embajada Ecuatoriana , pero no lo tengo pensado a corto plazo. Lo que sí he llevado varios talleres de narrativa con Oswaldo Reynoso y Cronwell Jara de los que he aprendido mucho.
¿Cuál es su siguiente paso como poeta? ¿Sus lectores tendrán la oportunidad de leer otro libro suyo en breve?
Ahora me encuentro escribiendo algunas cosas, unos poemas de una temática un poco diferente y con otro tono, pero igual de carácter intimista. No sé si pronto, pero creo que ya empiezo a tener material para pensar en un libro en el futuro. Como poeta seguiré en busca de una voz, de lograr encontrar un estilo propio y de perfeccionarme siempre.
Y en cuanto a sus planes y proyectos en la Casa de la Literatura Peruana (CASLIT), ¿qué es lo que se viene?
Estamos organizando un Congreso Internacional sobre “Trilce” y César Vallejo para el mes de julio. Vendrán ponentes de Estados Unidos y Europa, y el congreso irá de la mano con una exposición en homenaje a este gran poeta.
¿Cómo debe responder un poeta cuando la vida le sonríe, como es su caso?
Gracias, Elga, es lindo eso que dices. Bueno, cuando la vida te sonríe debes disfrutarlo. A veces esas sonrisas no duran mucho tiempo y hay que sacarles el jugo.
Su libro "Casa de zurdos" (Lustra Editores/CEE) fue considerado por el diario El Comercio uno de los mejores poemarios del año 2008 Si desea saber más de la autora o su obra puede pinchar los siguientes enlaces: http://literaturaenpdf.blogspot.com.es/2011/04/portaretrato-alessandra-tenorio.html http://alessandratenoriop6.blogia.com/ http://www.elhablador.com/poesia8_5.htm http://agpaletenorio.blogspot.com.es/ |