Todo el mundo lo conoce como el técnico que fracasó con le selección, el técnico que no pasó la primera ronda y es verdad... Pero el fútbol ( y yo como hincha de river lo puedo decir) es un deporte injusto donde no siempre gana el mejor ni el que más lindo juega sino el más efectivo.
Este señor se caracteriza por ir para adelante como trompada de mogolico, como sopapo de loco sea en la cancha que sea. Obviamente que a veces perdes, como nos pasó con Brasil o incluso en el mundial pero a mi nadie me quita la diversión, la adrenalina, la vertiginosidad con la se vivían sus partidos.
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En ese mundial 2002 en el que todos catalogaron a la Argentina de hacer un papel desastroso, fue el equipo que más pateó al arco y menos le llegaron... pero eso bastó para que todos hablen mal y mal de este tipo. Este tipo nunca escondió las pelotas, nunca hizo que sus jugadores se queden tirados en el piso ni cambios ofensivos, campeón con Newells , con Velez, un tipo al que da gusto escuchar. Que arrojó frases como la siguiente:
"Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir éstas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro. Yo aprendí por el deporte que la generosidad era mejor que la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía. Son los tres o cuatro elementos con que yo después traté de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas, pero sí es indispensable que uno sepa cuáles son las virtudes alrededor de las cuáles quiere vivir."
“Yo no concibo el fútbol sin protagonismo. Tengo una atracción exagerada por la victoria. Y el protagonismo es el mejor camino para acercarse a ella. Mi intención siempre es ser protagonista. Creo en eso, me hace sentir seguro. Es más, me siento muy incómodo con la especulación. Desconfío porque la especulación siempre me defraudó, me golpeó. Jamás pensaría un partido especulatativo, no protagónico y que el equipo no tenga el objetivo de situarse en el campo contrario. En cualquier cancha y frente a cualquier rival. Hay un empalme más armónico entre la pretensión y la posibilidad. Creo en los líderes, son indispensables porque todos necesitamos ser conducidos. Los momentos difíciles exigen una figura referencial.”