Por T. Lozano Lubary - Redacción Canarias Semanal
Por la boca muere el pez. La procacidad incontenida del Consejero de Interior del gobierno derechista catalán, Felip Puig, le hizo manifestar cuáles son sus auténticos criterios en relación con la represión y el papel que la policía - en este caso los Mossos - deben jugar. Los metodos policiales "no son lo suficientemente disuasorios, no provocan suficiente miedo y son demasiado blandos para imponerse", dijo.
Por la boca muere el pez. La procacidad incontenida del Consejero de Interior del gobierno derechista catalán, Felip Puig, le hizo manifestar cuáles son sus auténticos criterios en relación con la represión y el papel que la policía - en este caso los Mossos - deben jugar. Puig considera que uno de los obstáculos con los que tropieza el sistema de seguridad en Cataluña y en el resto del Estado consiste en que "no es lo suficientemente disuasorio, no provoca suficiente miedo y es - dijo -demasiado blando para imponerse"."Todavía no damos suficiente miedo", se atrevió a decir el responsable de las brutales palizas de las que han sido escenario las calles de Barcelonaen el curso de los últimos meses.
Las declaraciones del Consejero de Interior catalán, no solo no tienen desperdicio, sino que sirven de pista, además, sobre cuáles serán las pautas que marcarán la política de orden público en todo el estado en los tiempos que se avecinan. El encargado del mantenimiento del"orden" en esa nacionalidad, que no tiene pelos en la lengua a la hora de ordenar el uso brutal de la violencia contra los manifestantes, estima que no se ha actuado a tiempo a la hora de acabar por lo sano con "actitudes que ponían en duda, por ejemplo, la propiedad privada".(¡Oh, el sacrosanto derechode la propiedad!).
A diferencia de lo que ocurre con determinados sectores de la "izquierda", el señor Felip Puig demostró saber recoger la memoria histórica de sus ancestros ideológicos cuando recordó que en Cataluña sucede lo que sucede porque Barcelona fue la capital del anarquismo a principios del siglo XX y "sigue manteniendo ese sustrato".
Pese a las dramáticas y reveladoras imágenes que hemos podido contemplar en centenares de videos de youtube, donde la policía a sus órdenes directas desencadenó una orgía indiscriminada y brutal de palizas sobre los manifestantes, el Consejero del Interior del gobierno derechista de Artur Mas no se ruborizó cuando precisó que " Quien lo hace mal son los violentos. La policía siempre está al lado de la democracia, de la gente normal".
Pero, pese a sus rotundos pronunciamientos, Puig no parece ver muy claro el futuro. Posiblemente porque sabe de primera mano que las medidas que prepara el gobierno al que pertenece, empujarán a que la gente se vea obligada a tomar nuevamente las calles. El consejero cree que "el mes de mayo también va a ser complicado porque el día tres hay una reunión del Banco Central europeo en la capital de Cataluña y, por otra parte, ya se están preparando actos conmemorativos del movimiento 15 M". Sin embargo, fiel a la confianza que en él han depositado sus jefes de la poderosa patronal catalana, Felip Puig expresó con firmeza tratará de abortar todo tipo de rebelión subversiva. "Lo intentaremos con todas nuestras fuerzas - recalcó con énfasis - y toda nuestra inteligencia. Las consecuencias de los actos violentos del 29 de marzo son un primer paso para intentar controlar estos eventos en mayo".
Según noticias proporcionadas por las agencias en las últimas horas, el Consejero catalan de Interior anunció que es su propósito reforzar la Unidad Central de Información en Orden Público de los Mossos d'Esquadra, destinando 100 efectivos más a los antidisturbios y articulando medidas coercitivas tales como identificaciones preventivas y órdenes de alejamiento. Utilizando un lenguaje que no es nuevo en el Estado español, el aguerrido consejero advirtió que pondrá en marcha todos aquellos dispositivos que le permitan luchar con eficacia contra lo que él denominó "guerrilla urbana".
El gabinete de Artur Mas está contando con la eficaz colaboración del ejecutivo ultraderechista de Mariano Rajoy en su tarea de domeñar la irritación popular. Ya el Ministro del Interior español ha anunciado su intención de reformar la ley de Enjuiciamiento Criminal, introduciendo variantes gravísimas en la tipificación de algunos delitos. Asimismo, ha manifestado su propósito de estudiar la multiplicación de cámaras de video-vigilancia que puedan ejercer el seguimiento e identificación de aquellos que han decidido expresar en las calles su hartazgo ante la presión insoportable que ejercen las clases económicamente hegemónicas sobre el pueblo trabajador.