lunes, 27 de julio de 2009

lunes, 20 de julio de 2009

El disturbio y la furia

Si alguna vez escribí "lo primero que quiero decir es que Alfredo Jaramillo me caía mal", ahora agrego, lo segundo que quiero decir es que Alfredo me cae muy bien.
Lo tercero es que Claudio Andrade le hizo una entrevista para su blog y para el diario Río Negro.
Lo cuarto que quiero decir es que la recomendaría aunque no fuera buena, por eso de que uno a los amigos los promociona.
Lo quinto es que, además, la entrevista está buena.
Lo sexto es que el problema de leerlo a Jaramillion es que te deja pensando, con lo cual sino tenés ganas de hacer flexionar las neuronas poné "Valientes" (yo a veces lo hago).

La poesía como introspección y disturbio (Río Negro)
"Grunge": la experiencia poeta (Río Negro)

Más sobre este muchacho:
El poeta de la Seattle argentina (El Conjuro)
Alfredo Jaramillo: Poesía-rocker y los bigotes de Caparrós (El Conjuro)

sábado, 18 de julio de 2009

Separados al nacer II

Me mandaron uno de esos mails pedorros, que la gente cree que pueden parecerte graciosos. En este caso se trata de uno que presenta a figuras políticas como si fuera floggers.
Lo único que me llamó la atención fue el fotoyopeo de la imagen de Menem que, para mí, quedó bastante parecido a Ron Wood.

miércoles, 8 de julio de 2009

martes, 7 de julio de 2009

Los onas y sus dioses

"Dicen que los dioses de los onas eran gordos, flojos y pacíficos. Una leyenda cuenta que, cuando los europeos les arrebataron los bosques, construyeron una gran barca, una suerte de arca para salvar a los dioses, pero como no tenían experiencia de constructores navales y sus divinidades eran gordas, la barca naufragó en medio del estrecho. Así, al empezar el exterminio de indios, los onas no tenían dioses protectores".

“Mundo del fin del mundo”, Luis Sepúlveda, págs. 95-96.

miércoles, 1 de julio de 2009

Cerdo, no me llames cerdo

Hoy a la mañana volvía de la radio y pasé frente a la fiambrería del barrio. Dueño y empleada estaban con barbijos. Obviamente, paré para reírme, pero antes de que hablara me dijeron “no es por nosotros, es por vos”, una especie de “no sos vos, soy yo” pero sanitario.
Me contaron que llegó un cliente y pidió aceitunas. El dueño tuvo la mala ocurrencia de toser mientras abría el frasco. El cliente se acomodó y preguntó “eehh, no tenés en sachet”. “No, pero tengo estas que son muy buenas”. “Mmmn, dejá, vuelvo más tarde”.

A la tarde me crucé con un amigo que trabaja en el gremio docente. Hablábamos sobre la paranoia por la gripe A y la falta de stock de alcohol en gel, entonces me contó que había pedido que le compraran alcohol. “Común”, pregunté. “Vodka, whisky, lo que sea”, me aclaró.

Estaría bueno armar un grupo comando que tome por asalto a la gente en el centro y la bese (con amor). Total, siempre hay que alarmarse por algo.