Entiendo que a los que no son cristianos todas estas "murgas" (dicho con todo cariño) les cansen, desesperen e incluso depriman un poco; entiendo que quienes suelen aprovechar la buenas oportunidades dondequiera que se presenten se apunten al carro de los regalos, las fiestas y los trineos con cascabeles, pero yo voy por otro lado.
Yo, que tengo el privilegio (inmerecido y por ello impagable) de vivir la esperanza continua y renovada del Nacimiento del Hijo de Dios entre nosotros, quiero desearos felicidad hoy como cualquier otro día y todos los días con la misma intensidad que hoy.
¿Por qué precísamente ahora? ¿Y por qué no precísamente ahora? Es tan buen momento como cualquier otro.
He estado trabajando para hacer algo bonito, no sé si lo he conseguido pero no es importante si es bonito o no, lo que importa es lo que quiero decir con él.
Bueno, si después de esto no eres más feliz, no te preocupes, puedes volver a intentarlo en otro momento, aunque no sea Navidad.