Primera derrota del Real Madrid en esta temporada. Siempre hay una primera vez, es cierto. Pero no es habitual ver al equipo blanco terminar un partido que no va ganando sin meter al rival en el área, sin acosar, sin atosigar. Claro que tampoco es precisamente normal verles marcharse del campo habiendo tirado tres veces entre los palos.
Si que era prevesible sin embargo el inicio del encuentro, el mismo Sevilla al galope de todas las temporadas, saliendo en tromba y por las alas, dispuesto a asestar el primer golpe cuanto antes, y a manejar los tiempos después. Aguantó esta vez la defensa blanca hasta bien avanzada la primera mitad. Hasta el error de Marcelo. 1-0 al descanso y gracias.
Casi con la reanudación, una parada de Iker desató dos energías: el fatalismo en los del Nervión y en el Madrid, la fe en lo imposible. Soso empate y después hasta en el público el pálpito de que podía llegar a darse la vuelta al marcador. Una ilusión. Porque toda la defensa, junto a Casillas, debió creer que, en el fondo, el equipo local merecía un gol más, y se lo dieron plácidamente, a balón parado, como mandan los cánones de este curso.
¿Conclusiones? El partido de hoy ha sido muy del estilo de los cuartos de final de la Champions. El equipo no está cuajado. Había ausencias importantes, todavía se echa más de menos a Lass que a Cristiano. Pero no es excusa, el Sevilla fue justo vencedor. Hay que merjorar.
Posteado mientras escuchaba "Teardrop" by Massive Attack