Nunca como hasta ahora se había debatido tanto sobre educación entre los no docentes, el tema ocupa la atención de los medios, los políticos proponen y legislan a pesar de no estar en campaña electoral, parece que por fin es algo que interesa a la sociedad. En Valencia se ha concentrado una de las mayores manifestaciones de los últimos años contra el despropósito de la ciudadanía en inglés y demás sandeces de la consejería popular; en Catalunya prosigue el debate y las convocatorias contra la nueva LEC; en Andalucía prosiguen las campañas que giran alrededor de la ley de mejoras e incentivos...
Esto es positivo, sin duda, porque conviene que todo el mundo opine sobre una cuestión clave para el futuro, pero el hecho de convertir a la educación en un tema de sobremesa también supone ciertos problemas:
- se crea un panorama absolutamente alarmista, en el que parece que nada funcione en los centros y la única solución sea dividir a los alumnos (por cierto, de nuevo la Comisión Europea ha altertado sobre los riesgos que supone, esta vez para el alumnado inmigrante)
- se empeora la visión de la profesión y de los alumnos: los profesores parecen ser unos inútiles que sólo quieren vacaciones y que apenas trabajan, mientras que los jóvenes van de mal en peor, sin esforzarse por nada y protagonizan sólo noticias sobre violencia y falta de valores
- se dejan en el tintero medidas concretas, ampliamente reclamadas, como la reducción de ratios urgente, la mejora de la formación del profesorado o los recursos para atender a la diversidad
- se mezclan temas que no tienen nada que ver y se baja el nivel general de la discusión
- se aprovecha para sugerir medidas como evaluaciones externas dudosas o nuevas materias que además de políticamente marcadas no solucionan los problemas de fondo
- se difunden rumores y miedos sobre el nuevo máster, el acceso a la profesión, sin un debate sereno que implique a todas las partes
- se opina aun sin tener ni idea, cualquier tertuliano es pedagogo (aunque este colectivo sea el blanco de todas las iras)
La educación tiene que ser el centro del debate social, pero no olvidemos que los temas de fondo no son necesariamente los que salen en los medios y que desde fuera, todo se ve muy distinto. Sigamos nuestro debate interno, mientras aportamos argumentos para esas charlas de café y crucemos los dedos para que de tanta movida salga algo concreto que mejore nuestro trabajo diario. Y mientras, nosotros empezamos a pensar en las notas de la primera evaluación...
Blog destinado a compartir ideas y recursos para las clases, reflexiones sobre educación y algunas cosillas más
sábado, 29 de noviembre de 2008
lunes, 24 de noviembre de 2008
Enganchados al WoW
Al leer esta triste historia (y curiosa) he pensado en un ex-alumno, lo acabó dejando todo por su adicción a World of Warcraft: ni salía de fiesta, ni rendía en clase ni nada, sólo esperaba que pasase el tiempo para volver a casa y seguir sus partidas. Sus amigos nos alertaron pero la verdad es que pudimos hacer poco por él, con la edad que tenía (y los padres) dejó el centro. Sé de él por conocidos, pero me quedó siempre un regusto agridulce. No sé si tenéis alumnos enganchados a los videojuegos, pero de verdad, una pena.
sábado, 22 de noviembre de 2008
Dudas sobre Bolonia
Creo que es obligado escribir sobre Bolonia, aunque no es exactamente algo que tenga clarísimo, supongo que porque no lo vivo día a día. Por eso simplemente planteo mis dudas, a ver si alguien tiene fuentes fiables que las solucionen:
Respecto a la división de estudios en grados - postgrados: ¿Por qué si el objetivo es unificarnos con Europa mantenemos una división 4+1 o 4+2 frente a la general 3+2? ¿Qué pasa cuando el máster es caro, como todo máster, pero necesario para ejercer? ¿Se devaluará el grado, es decir, la licenciatura? ¿Se alarga innecesariamente la edad de estar en la universidad en un país donde la tendencia es cada vez más acusada? ¿Cómo queda el calendario de títulos? ¿Se regirán sólo por la demanda, excluyendo grados de necesidad cultural, digamos? ¿Aumentará la movilidad entre universidades por la especialización?
Respecto a los créditos ECTS, que miden las horas de trabajo global y no sólo las de clase como hasta ahora: ¿Qué ocurre con los profesores jeta que sólo imparten su lección y no están horas extras? ¿Qué pasa cuando son los alumnos los que simplemente asisten? ¿Comportará un auténtico cambio de metodología? ¿Están preparados los profesores para ese cambio? ¿Qué ocurre con los alumnos que trabajan, con tantas prácticas y trabajos en grupo? ¿Se aprovechará la oportunidad para introducir más la educación a distancia?
Respecto a la gestión: ¿Aumentará el peso de la empresa privada en las decisiones? ¿Se impartirán sólo contenidos "útiles" para el mercado laboral?
Muchas dudas, pocas certezas, salvo una: el curso que viene tenemos que estar ya plenamente adaptados y aquí seguimos con debates, movilizaciones y apresuramientos, sin planes de estudio definidos, con la selectividad a medio hacer y sin propuestas concretas por parte de muchas carreras. Parece que Bolonia, de momento, no está cambiando las cosas...
Respecto a la división de estudios en grados - postgrados: ¿Por qué si el objetivo es unificarnos con Europa mantenemos una división 4+1 o 4+2 frente a la general 3+2? ¿Qué pasa cuando el máster es caro, como todo máster, pero necesario para ejercer? ¿Se devaluará el grado, es decir, la licenciatura? ¿Se alarga innecesariamente la edad de estar en la universidad en un país donde la tendencia es cada vez más acusada? ¿Cómo queda el calendario de títulos? ¿Se regirán sólo por la demanda, excluyendo grados de necesidad cultural, digamos? ¿Aumentará la movilidad entre universidades por la especialización?
Respecto a los créditos ECTS, que miden las horas de trabajo global y no sólo las de clase como hasta ahora: ¿Qué ocurre con los profesores jeta que sólo imparten su lección y no están horas extras? ¿Qué pasa cuando son los alumnos los que simplemente asisten? ¿Comportará un auténtico cambio de metodología? ¿Están preparados los profesores para ese cambio? ¿Qué ocurre con los alumnos que trabajan, con tantas prácticas y trabajos en grupo? ¿Se aprovechará la oportunidad para introducir más la educación a distancia?
Respecto a la gestión: ¿Aumentará el peso de la empresa privada en las decisiones? ¿Se impartirán sólo contenidos "útiles" para el mercado laboral?
Muchas dudas, pocas certezas, salvo una: el curso que viene tenemos que estar ya plenamente adaptados y aquí seguimos con debates, movilizaciones y apresuramientos, sin planes de estudio definidos, con la selectividad a medio hacer y sin propuestas concretas por parte de muchas carreras. Parece que Bolonia, de momento, no está cambiando las cosas...
martes, 18 de noviembre de 2008
Lu nos propone una actividad con los microrrelatos digna de copiarse, se trata de dar sentido a aspectos del currículum que no siempre lo tienen a través de ejercicios motivadores y nuevos. Habla de la sintaxis y de lengua pero se puede aplicar el principio a cualquier área y tema,
Muchas veces para motivar usamos las TIC, que son una herramienta muy poderosa. Ahora incluso hay asignaturas sobre investigación (como en 4ºESO) que se basan en su utilización como fuente de información. Y surge entonces el dilema sobre si fiabiliad. Wikipedia quizá sea un paradigma de las dudas que suscita en la red, aunque determinadas noticias matizan esas dudas.
¿Qué hace que un alumno considere fiable una web? ¿Cómo podemos enseñarles a tener un criterio propio, de forma que usen la red con sentido, especialmente si proponemos actividades nuevas donde la información que encuentren es la clave? En Articles, número 44 (lo he leído ahora), han investigado qué indicios usan para considerar fiable un contenido:
- que el discurso esté bien estructurado
- que no contenga términos demasiado coloquiales (señal para ellos de poco rigor) o demasiado técnicos (consideran entonces que la web no se entenderá)
-un diseño gráfico atractivo, porque lo ligan a una web profesional
-ausencia de anuncios, lo que denota una financiación regular y por tanto una institución "seria"
Curiosamente apenas se plantean cosas como la autoría o las referencias. Dan mucha importancia a lo visual, por encima de aspectos textuales que para nosotros serían claves.
Creo que hay que animarles a argumentar sus elecciones, tienen buenos hallazgos, y mostrarles otros parámetros que deberían considerar. Por encima de todo, han de aplicar el espíritu crítico a la web, no copiar todo lo que vean y aceptarlo "porque lo dice en Internet" en una vaguedad que da credibilidad a la letra escrita sólo por el hecho de estar escrita. Si en la wikipedia ellos mismos pueden experimentar que cualquiera puede escribir, en clase deben trabajar mecanismos para cuestionar o aceptar la información que encuentran.
Muchas veces para motivar usamos las TIC, que son una herramienta muy poderosa. Ahora incluso hay asignaturas sobre investigación (como en 4ºESO) que se basan en su utilización como fuente de información. Y surge entonces el dilema sobre si fiabiliad. Wikipedia quizá sea un paradigma de las dudas que suscita en la red, aunque determinadas noticias matizan esas dudas.
¿Qué hace que un alumno considere fiable una web? ¿Cómo podemos enseñarles a tener un criterio propio, de forma que usen la red con sentido, especialmente si proponemos actividades nuevas donde la información que encuentren es la clave? En Articles, número 44 (lo he leído ahora), han investigado qué indicios usan para considerar fiable un contenido:
- que el discurso esté bien estructurado
- que no contenga términos demasiado coloquiales (señal para ellos de poco rigor) o demasiado técnicos (consideran entonces que la web no se entenderá)
-un diseño gráfico atractivo, porque lo ligan a una web profesional
-ausencia de anuncios, lo que denota una financiación regular y por tanto una institución "seria"
Curiosamente apenas se plantean cosas como la autoría o las referencias. Dan mucha importancia a lo visual, por encima de aspectos textuales que para nosotros serían claves.
Creo que hay que animarles a argumentar sus elecciones, tienen buenos hallazgos, y mostrarles otros parámetros que deberían considerar. Por encima de todo, han de aplicar el espíritu crítico a la web, no copiar todo lo que vean y aceptarlo "porque lo dice en Internet" en una vaguedad que da credibilidad a la letra escrita sólo por el hecho de estar escrita. Si en la wikipedia ellos mismos pueden experimentar que cualquiera puede escribir, en clase deben trabajar mecanismos para cuestionar o aceptar la información que encuentran.
sábado, 15 de noviembre de 2008
Recomendaciones del Consejo Escolar
Vía profeblog (en una entrada que suscribo en su totalidad), leo el informe del Consejo Escolar. Quiero destacar sólo algunas de sus recomendaciones, que también comparto (remito a los posts respectivos para no repetir argumentos):
- No se debería instar a objetar a una asignatura legalmente aprobada, como ciudadanía
- Hay que dedicar más recursos y tiempo a la atención personalizada por parte de los profesores
- La evaluación de centros no debe usarse nunca para efectuar ránkings de centros, por eso no deben publicarse sus resultados desglosados
- No son recomendables las medidas que proponen separar a los inmigrantes en aulas o grupos aparte, para evitar la creación de guetos
- Hay que incrementar la colaboración con los servicios sociales y comunitarios, especialmente en primaria, donde además faltan orientadores - (en la línea de lo que se propuso en el CIO sobre "enredarse, que os recomiendo).
-El paso de los alumnos a los PCPI a los 15 años debe ser algo excepcional
-Es necesario potenciar esfuerzos para que los alumnos con discapacidad sigan estudiando tras la enseñanza obligatoria
Además quiero resaltar un dato objetivo: la tasa de idoneidad (los alumnos matriculados en el curso que les corresponde por edad) es del 66,4% a los 14 años y del 57,3% a los 15. Esto refuta cualquier argumentación peregrina sobre una presunta promoción automática, que usan con frecuencia ciertos sectores del debate educativo: se repite, y mucho (quizá demasiado).
Perdón por la endogamia de los enlaces, pero es un informe demasiado denso como para buscar referentes de cada punto que me gustaría comentar. Si tenéis alguno especialmente relevante que aportar, os pido que lo dejéis en los comentarios
- No se debería instar a objetar a una asignatura legalmente aprobada, como ciudadanía
- Hay que dedicar más recursos y tiempo a la atención personalizada por parte de los profesores
- La evaluación de centros no debe usarse nunca para efectuar ránkings de centros, por eso no deben publicarse sus resultados desglosados
- No son recomendables las medidas que proponen separar a los inmigrantes en aulas o grupos aparte, para evitar la creación de guetos
- Hay que incrementar la colaboración con los servicios sociales y comunitarios, especialmente en primaria, donde además faltan orientadores - (en la línea de lo que se propuso en el CIO sobre "enredarse, que os recomiendo).
-El paso de los alumnos a los PCPI a los 15 años debe ser algo excepcional
-Es necesario potenciar esfuerzos para que los alumnos con discapacidad sigan estudiando tras la enseñanza obligatoria
Además quiero resaltar un dato objetivo: la tasa de idoneidad (los alumnos matriculados en el curso que les corresponde por edad) es del 66,4% a los 14 años y del 57,3% a los 15. Esto refuta cualquier argumentación peregrina sobre una presunta promoción automática, que usan con frecuencia ciertos sectores del debate educativo: se repite, y mucho (quizá demasiado).
Perdón por la endogamia de los enlaces, pero es un informe demasiado denso como para buscar referentes de cada punto que me gustaría comentar. Si tenéis alguno especialmente relevante que aportar, os pido que lo dejéis en los comentarios
jueves, 13 de noviembre de 2008
Ayudémosles a estudiar III
Ya he hablado de este tema antes en otras entradas, es algo recurrente, se acercan las notas y vienen las angustias. Creo que hay muchas cosas que podemos hacer por ellos, pero muchas otras que NO hemos de hacer si queremos ayudarles a estudiar.
La primera es apurar. Todos sabemos cómo vamos de tiempo, siempre surgen imprevistos, los temarios son de locos, pero no tiene ningún sentido que les mandemos organizarse y llevar la materia al día si después justo antes de un examen vomitamos temas y más temas porque no hemos podido hacerlos en su día, o si ven que empezamos a cambiar los criterios de lo que entra y lo que no en los exámenes.
La segunda, que siempre me ha asombrado, lo de citar a los padres después de los suspensos. Está claro que el boletín aporta mucha información y que a veces hay sorpresas, pero los casos claros de alarma deberíamos tenerlos detectados mucho antes y empezar a trabajar con la familia desde el inicio, con pactos y un seguimiento regular. Evidentemente, no basta con una reunión después de la primera evaluación y listos, aunque todos sabemos que la segunda hora de tutoría no da ni para pipas. Además, con los alumnos que más lo necesitan, habría que hacer una planificación para pruebas y trabajos de fin de trimestre, pautarles el sprint final, especialmente en primaria y primer ciclo de la ESO.
La tercera es el tipo de examen, que tiene que estar acorde con lo dado en clase. Aunque hagamos evaluación continua, no tiene sentido preguntar y evaluar cosas que no se han enseñado: a veces los profesores suponen que los alumnos saben redactar por ciencia infusa, o que pueden aplicar una fórmula a un problema totalmente nuevo, o que pueden juntar las pautas dispersas dadas en clase. Deberían conocer con antelación cómo será la prueba, si es que la hay, porque no es lo mismo preparar un examen tipo test que uno de desarrollo, o unos ejercicios con apuntes o en grupo. Ayudarles a estudiar pasa por que tengan claro qué y cómo se les evaluará.
La primera es apurar. Todos sabemos cómo vamos de tiempo, siempre surgen imprevistos, los temarios son de locos, pero no tiene ningún sentido que les mandemos organizarse y llevar la materia al día si después justo antes de un examen vomitamos temas y más temas porque no hemos podido hacerlos en su día, o si ven que empezamos a cambiar los criterios de lo que entra y lo que no en los exámenes.
La segunda, que siempre me ha asombrado, lo de citar a los padres después de los suspensos. Está claro que el boletín aporta mucha información y que a veces hay sorpresas, pero los casos claros de alarma deberíamos tenerlos detectados mucho antes y empezar a trabajar con la familia desde el inicio, con pactos y un seguimiento regular. Evidentemente, no basta con una reunión después de la primera evaluación y listos, aunque todos sabemos que la segunda hora de tutoría no da ni para pipas. Además, con los alumnos que más lo necesitan, habría que hacer una planificación para pruebas y trabajos de fin de trimestre, pautarles el sprint final, especialmente en primaria y primer ciclo de la ESO.
La tercera es el tipo de examen, que tiene que estar acorde con lo dado en clase. Aunque hagamos evaluación continua, no tiene sentido preguntar y evaluar cosas que no se han enseñado: a veces los profesores suponen que los alumnos saben redactar por ciencia infusa, o que pueden aplicar una fórmula a un problema totalmente nuevo, o que pueden juntar las pautas dispersas dadas en clase. Deberían conocer con antelación cómo será la prueba, si es que la hay, porque no es lo mismo preparar un examen tipo test que uno de desarrollo, o unos ejercicios con apuntes o en grupo. Ayudarles a estudiar pasa por que tengan claro qué y cómo se les evaluará.
viernes, 7 de noviembre de 2008
Contra el embudo
A pesar de las proclamas a favor de las competencias y los proyectos en equipo, seguimos intentando meter los mismos conocimientos que antes a los alumnos, aunque se hayan reducido las horas de muchas asignaturas, a pesar de que los estudiantes sean diferentes, incluso sabiendo que debe cambiar lo que se aprende en la escuela.
Por eso he escogido un embudo para ilustrar esta entrada: los contenidos no se alteran, ellos deben tragarlos, hay que acabar el temario, sin importar si se puede digerir, si el tiempo es suficiente, si les interesa, si tiene conexión con sus vidas o con el resto del currículum. Si no damos una serie de lecciones parece que no hayamos hecho nada en clase, que hayamos perdido el tiempo. Nos invade la urgencia de saber que muchos no volverán a acercarse a la materia ni quizá tampoco a los libros una vez abandonen nuestras aulas, por ello pensamos que tenemos que introducir más y más ideas relacionadas con nuestra disciplina en sus mentes, aun siendo conscientes de que olvidarán la mayoría en cuanto acabe el examen o el trabajo de turno.
Si no cambiamos nuestra manera de pensar y abandonamos el modelo embudo de la asignatura para trabajar realmente de otro modo, seguiremos angustiados por la reducción de horas (sí, algunos cambios son una vergüenza), por esos manuales inacabables, por el presunto descenso de nivel. Tenemos personas delante, no patos que haya que engordar, la cultura puede ser indigesta mal administrada.
Por eso he escogido un embudo para ilustrar esta entrada: los contenidos no se alteran, ellos deben tragarlos, hay que acabar el temario, sin importar si se puede digerir, si el tiempo es suficiente, si les interesa, si tiene conexión con sus vidas o con el resto del currículum. Si no damos una serie de lecciones parece que no hayamos hecho nada en clase, que hayamos perdido el tiempo. Nos invade la urgencia de saber que muchos no volverán a acercarse a la materia ni quizá tampoco a los libros una vez abandonen nuestras aulas, por ello pensamos que tenemos que introducir más y más ideas relacionadas con nuestra disciplina en sus mentes, aun siendo conscientes de que olvidarán la mayoría en cuanto acabe el examen o el trabajo de turno.
Si no cambiamos nuestra manera de pensar y abandonamos el modelo embudo de la asignatura para trabajar realmente de otro modo, seguiremos angustiados por la reducción de horas (sí, algunos cambios son una vergüenza), por esos manuales inacabables, por el presunto descenso de nivel. Tenemos personas delante, no patos que haya que engordar, la cultura puede ser indigesta mal administrada.
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