23 enero 2006

Una rueda redonda

Una rueda de prensa es de todos conocido. Aunque hay muchos tipos de ruedas de prensa, en esencia son todas iguales, un tío o tíos se sientan y sueltan su rollo. Los fotógrafos hacemos fotos y los redactores preguntan… y básicamente eso es todo.
Hoy, ya que estamos con estatutos y demás historias, os voy a contar como es una rueda de prensa de un partido político, en este caso, del PP, que es la que he hecho esta mañana.
Según el personaje a hablar, una rueda de prensa política suele tener una mesa o un atril. Últimamente se esta poniendo mas de moda el atril que la mesa, y de hecho las ultimas intervenciones del PP y del PSOE han sido en atril, si no recuerdo mal, en Izquierda Unida siguen teniendo una mesa.Bien, en una rueda de este tipo los periodistas siempre llegamos pronto, para coger sitio, colocar el equipo si es necesario y hacer alguna prueba. En el PP tenemos una pequeña antesala y un baño mixto donde podemos esparcirnos y tomarnos algo, pero no es ninguna maravilla. Cuando el fulano de turno llega a dar su charla, se el cose a tiros en la entrada; estas fotos son mas dinámicas y el personaje suele aparecer aun distendido y poco pendiente de la cámara, y el fondo es un poco mas neutro que un fondo lleno de ‘pes’ y gaviotas.
En cuanto se acerca al atril se aprovecha para hacer fotos con el angular para conseguir algún ‘efecto’ y que no se limiten a un muñeco de palique… ahí se aprovecha para tener fotos donde directamente mire a cámara y, de paso, ahí quien le dice lo que quiera al político de turno, que no se entera nadie -yo mismo le comente a Llamazares que estrenaba la sala de prensa del Congreso y que la cuidara, que la habían pagado mis impuestos y me dijo que se podían haber gasto mi dinero en otra cosa…-.
En fin, automáticamente, unos veinte o treinta segundos después de entrar el personaje nos retiramos para que las cámaras de tele tengan tiro y puedan grabar algo que no sea nuestra nuca y nuestro culo… y a partir de ahí, a ver si hay suerte.
Los políticos, por lo general, saben que las fotos sin gesto, no son fotos, y se cuidan de gesticular de forma bastante exagerada -Gallardon y Bono lo hacen puta madre-. Aunque todo es cuestión de gustos y de el destino final de la foto, hay fotos típicas… señalando, con el puño cerrado de forma enérgica, con los brazos en alto… aunque cada político tiene sus manías; Rajoy siempre esta pinchando globos y ZP esta siempre levantando la mano como diciendo ‘yo no he sido’.
Y por ultimo, hay que tener en cuenta todo lo que gira alrededor del político y lo que puede interpretarse. Por ejemplo esta foto denota quien es el que manda de verdad, de esta se puede decir que la autoridad del político no es clara en el partidoy, y de esta que el partido se oculta tras el senado por tal o cual ley… y por supuesto los textos de fondo de los que ya hable en otro post.

21 enero 2006

Mis fotos, en video

Estoys dias ando basntate liado, y casi no tengo tiempode acutalizar el blog. Por ello, os subo aqui un video portfolio que he estado haciendo. No esta terminado, faltam los creditos, algun nombrecito y dar algunos retoques... pero vaya, asi teneis algo que ir viendo.
Son unos cinco megas y medio y no tiene mucha calidad, pero es lo que hay para que tire por internet.
Decidme si os gusta.

10 enero 2006

Esto es futbol

Una presentación futbolera es algo cuadriculado, aunque fotoear a los madridistas es una castaña, porque a poco que te pases se te va la exposicion. Antes- y hablo de hace tres o cuatro años- la cosa tenia mas miga. Ahora, con la llegada de cracks y supercracks, todo aquel que no sea Beckham que se despida. De hecho la que liaron con Beckham en la presentación fue tan bestia que hubo ostias por todas partes.
Ahora las cosas se hacen de forma mas tranquila y menos mediática, tal vez sea por los resultados, no lo se.
La semana pasada estuve en la presentación de un tal Cassano. Un guaperas -o eso me dijeron algunas compañeras- italiano que se va a llevar en un año lo que yo no ganare en toda mi vida.
En el Bernabeu, las presentaciones se hacen ahora en el palco de honor, que es donde se sienta el tito Floren a ver el partidillo. Después de estar allí uno se entera de porque la gente ‘normal’ va al campo en invierno con gorro, y tito Floren se va con su trajecito de 1200 euros como si tal cosa. Es el Real, que da calor.
Una vez se acera la hora, los comentaristas de Real Madrid TV se esfuerzan en terminar sus crónicas en directo para su audiencia mientras los empleados del club echan a las palomas que pastan libremente en el campo cual Zidanes aladas. Llegan los Vips y acto seguido, llega el nuevo galáctico.
No hay mucha historia, la verdad. Palabras de quien presenta: es superguay, lo va a dar todo, va a triunfar… y luego palabras del galáctico: es un deseo hecho realidad, voy a darlo todo, es el mejor club del mundo…y luego foto con la camiseta de marras en fin. Como los políticos, pero cobrando un poco mas. Otra foto mas con un monton de gente que debe ser importante y listo.
Después, corre que te corre, bajamos a pie de campo a ver al futbolero con mono de trabajo. allí, el publico asistente que no tiene nada mejor que hacer, pues se deleita con los primeros toques de su nuevo gran ídolo que, oh sorpresa, la mitad ni conocía. Pataditas, control de cabeza, cunclillas, de pie... Algo asi como Adriana Lima pero con las curvas cambiadas de sitio. Y luego, como el Madrid solo tienen unos pocos miles de millones de pelas de presupuesto, pues regala veinte balones al publico, para que al menos la espera se les haga productiva -un balón de estos en el rastro lo vendo yo por 30 euros fijo-. Claro que también hay auténticos fans como este chico, que literalmente se tiro por el balón y se abrió, también literalmente, la cabeza.
Y poco mas… foto de familia por parte del fotografo oficial, un poco de puteo por parte del personal de turno que quiere su segundo de gloria -porque mira que hay campo para pasar, eh-, recoger un poco de hierba del Bernabeu para mis amigos friki-fetichistas -no creo que se la fumen- y contemplar el panorama pensando en que, en efecto, nos hemos equivocado de trabajo.