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Un disco de la puta madre que lo parió, con letras increíbles y el vértigo al que nos tiene acostumbrados el Rey Diamante intacto, junto con una de las mejores formaciones que recuerdo de esta banda: el Rey en voces (lo que es como tener un coro con infinidades de voces); Hank Shermann y Michael Denner (guitarras); Sharlee D'Angelo (bajo) y Snowy Shaw (batería).
De las canciones, y luego de años de no escucharlas, en este momento rescato "Master of Light" (como me gustaba la letra de esta canción, por dios...jejeje) y la oscura "Witches' Dance", con intervenciones gloriosamente dramáticas de Diamond.
Ni hablar de ese clásico titulado "The Mad Arab", inspirado en supuestos textos apócrifos que fueran citados por ese torturado y gran escritor H.P. Lovecraft.
Y así, mientras voy escuchando me doy cuenta que no se puede dejar afuera a otras canciones, como por ejemplo "Time", con climas que meten cagazo de verdad. ¿Y "The Afterlife"? Tremendamente violenta y hermosa, y una gran historia.
Claro, lo que diferenció siempre a Mercyful Fate de otras bandas heavys pedorras (aparte de las gloriosas cuerdas vocales de su líder) fue la música y las letras, mucho más consistentes que sus contemporáneos.
Les dejo entonces a una de las más grandes influencias de la música extrema de los últimos 30 años, con uno de sus discos más representativos de la segunda etapa, después del retorno.
