Bueno ya llevaba tiempo yo queriendo hacer este pan. Lo vi en una entrada de los siempre estupendos Madrid tiene Miga (
http://madridtienemiga.wordpress.com/) y ahí estaba yo dándole vueltas.
La idea de un pan de centeno 100% ya me resulta tentadora de por sí, pero si encima es dulce....todo en uno!!.
Creo que a los que nos gusta hacer los panes con masa madre ya somos de por sí bastante incomprendidos por nuestros entornos más cercanos... pero si encima tu vas tan contenta a contarles que esta semana te ha dado por hacer pan de centeno y que verás que rico para cenar, ya de la incomprensión empezamos a pasar a las miradas intensas y las sonrisas forzadas.
En fin que una ya se ha hecho un poco de coraza, pero tampoco es de piedra, pensé.... igual dulce, igual cortadito en rebanaditas tipo molde para mermeladas o quesos fuertes... igual....
Así que me lancé a hacer mi propia versión, un poco más dulce y con bastantes más especias y haciéndolo con harina integral de centeno y no de centeno blanca como en la receta original..... y se obró el milagro!!!!!!!....LES GUSTÓ!!!!.
Ya voy a repetir y todo!.
Dejando a un lado (solo un poquito) las bromas, la verdad es que es un pan maravilloso. Nada, o casi nada, ácido, aromático y con el dulzor justo que te permite usarlo para hacer sandwichs o tostadas dulces y saladitas.
Tiene la ventaja de que no tendréis que amasarlo (la harina de centeno no va a desarrollar gluten) y que una vez bien mezclado se colocará en el molde que luego irá al horno y únicamentente hay que esperar al momento óptimo para ese horneado. Ahora sí también os digo que es un pan tranquilo... muy tranquilo, os puedo decir que a mí me tardó 6 horas bien holgaditas en doblar, así que bueno podéis aprovechar bien el día mientras el hace su fermentación.
Espero que os guste tanto como a nosotros.
INGREDIENTES:
Para el soaker (hacer la noche anterior):
Para la masa:
200gr de masa madre de centeno
160gr de miel
50gr de agua
300gr de harina de centeno integral
9gr de sal
1 cucharadita de : nuez moscada, canela, cardamomo
El procedimiento es bastante sencillo, basta con mezclar todos los ingredientes de la masa e incorporar el soaker.
Remover mezclando bien con la rasqueta hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.
Poner esta masa en un molde untado con aceite y luego cubierto con papel de hornear y cubrir con un film o con la tapa del propio molde.
Dejar que doble su volumen sin prisas, ya os he comentado que a mi me tardó 6 horas y aunque esto es solamente orientativo, no os pongáis a mirarlo a la hora o las dos horas porque probablemente esté igual.
Precalentar el horno a 200º y alcanzada la temperatura meter vuestro molde bien cubierto por su tapa y si no la tiene por papel de hornear. Dejarlo así una hora aproximadamente y luego descubrirlo y seguir horneando 30 minutos más (tiene que alcanzar entre los 96º a 100º en su interior). Si veis que después de estos tiempos necesitaría algo más de horno y la corteza ya está bien formada volver a cubrirlo.
Sacarlo y dejar enfriar en rejilla. Hay que esperar 24 horas antes de comerlo y es recomendable que esté bien tapado por papel sulfurizado y luego por su saquito de algodón.