domingo, 31 de octubre de 2010

PAIN DE GÊNES O BIZCOCHO ESPONJOSO DE ALMENDRAS



Se trata de todo un clásico y no es de extrañar. Es un bizcocho de sabor suave, esponjoso, un pelín húmedo ideal para acompañar a un café y que siempre deja con ganas de un poquito más.

Podríamos decir que es hermano liviano de la siempre genial Tarta de Santiago porque tiene ese sabor a almendra a medio camino entre el dulzor y lo amargo, pero su masa es muy abierta y ligera.

Como las almendras suelen convinar con casi todo es un postre con el que podéis jugar a saborizar con lo que más os guste y así tendréis un bizcocho bastante distinto cada vez que lo elaboreís. Yo lo he hecho esta vez con ralladura de limón y un poquito de canela pero la naranja, la vainilla, los licores e incluso el cacao funcionan muy bien.

Es sencillo de hacer aunque lo único que hay que asegurarse es de hacer un buen merengue "a punto de pico" (es decir que cuando levantéis las varillas se queden bien formados los picos y que al batir se queden marcados los surcos). Tarda un ratito en conseguirse pero de él depende que el bizcocho se levante porque no lleva ningún tipo de impulsor.

Por lo demás se hace en un periquete y se come más rápido aún.




INGREDIENTES


  • 250 gr de harina de almendra (la mejor la almendra marcona)

  • 250 gr de azúcar intregral

  • 5 huevos grandes

  • 130 gr de fécula de maíz (Maizena)

  • 150 gr de mantequilla a punto de pomada

  • ralladura de un limón y canela al gusto

Lo primero que ha de hacerse es dividir el azúcar en dos ( 125 gramos servirán para el merengue y los otros 125 para la masa) y separar las yemas de las claras de 3 huevos.

Una vez tenemos esto preparado, emulsionar dos huevos enteros con las yemas de los tres que tenemos divididos junto con 125 gr de azúcar. Hemos de conseguir que blanquee.

Logrado este punto se incorporará la mantequilla y batiremos bien. Añadir entonces los sólidos con movimientos envolventes.

Hacer el merengue a punto de pico con las claras y los 125 gr de azúcar restante.

Cuandolo tenemos listo se agregan a la masa con mucho cuidado y una vez más movimientos envolventes para que no perdamos el volumen. No tener prisa en hacerlo porque es importante conseguir una masa correctamente emulsionada y hueca.

Verterla en un molde y meter al horno precalentado a 180º unos 30 minutos aproximadamente.

Cuando esté bien frío podéis espolvorearle azúcar glacé.

domingo, 24 de octubre de 2010

PUDDING DE CALABAZA

Es una tontería resistirse...¿para qué?. Probablemente caiga en todos los tópicos al utilizar la calabaza en estas fechas, pero sinceramente.... me encanta!. Me lo paso pipa con estas fiestas, y no os quiero ni contar con las de Navidad.
No puedo negar que me encantan los disfraces, las pelis de miedo, todas esas caramelos y chocolates con formas terroríficas y las calabazas.... vaciadas y con caras labradas, con velas....
Me puedo "defender" hablándoos de todas sus propiedades. Ricas en vitaminas A, E, C, B1, B2, B3 y B6, resulta muy beneficiosa para la vista y como antioxidante. Es baja en hidratos de carbono y alta en contenido en fibra por lo que es baja en calorías y facilita las digestiones. También contiene minerales como el fósforo, potasio, magnesio y calcio que nos ayudará en mantener y mejorar nuestros huesos y conexiones nerviosas.
Bueno, que además de tener un aspecto fabuloso, y un color impactante es sana a rabiar.
Aquí os dejo con mi contribución a Halloween (y un chiste malillo), ¡están de muerte!.
INGREDIENTES:
  • 900gr de puré de calabaza (hervirla y triturarla con el tendor)
  • 3 huevos
  • 250 gr de queso mascarpone
  • 80 gr de queso parmesano rallado
  • 60 gr de pan de ajo duro machacado hasta que sea migas
  • 2 cucharadas de harina
  • sal
  • 1 cucharadita de garam masala
La elaboración es lo más secillo del mundo.
Una vez tenemos el puré frío mezclar todos los ingredientes menos las migas de pan y batirlos bien para que no quede ningún grumo.
Incorporar entonces el pan y mezclarlo para que quede repartido por toda la crema.
Verterlo en un molde individual o en varios individuales grandecitos (tipo muffin).
Meterlo al horno precalentado a 180º unos 35 minutos si son moldes pequeños o entre 50 a 55 si se trata de uno grande.

lunes, 18 de octubre de 2010

PAN DE ESPECIAS DE CENTENO 100%


Bueno ya llevaba tiempo yo queriendo hacer este pan. Lo vi en una entrada de los siempre estupendos Madrid tiene Miga (http://madridtienemiga.wordpress.com/) y ahí estaba yo dándole vueltas.
La idea de un pan de centeno 100% ya me resulta tentadora de por sí, pero si encima es dulce....todo en uno!!.
Creo que a los que nos gusta hacer los panes con masa madre ya somos de por sí bastante incomprendidos por nuestros entornos más cercanos... pero si encima tu vas tan contenta a contarles que esta semana te ha dado por hacer pan de centeno y que verás que rico para cenar, ya de la incomprensión empezamos a pasar a las miradas intensas y las sonrisas forzadas.
En fin que una ya se ha hecho un poco de coraza, pero tampoco es de piedra, pensé.... igual dulce, igual cortadito en rebanaditas tipo molde para mermeladas o quesos fuertes... igual....
Así que me lancé a hacer mi propia versión, un poco más dulce y con bastantes más especias y haciéndolo con harina integral de centeno y no de centeno blanca como en la receta original..... y se obró el milagro!!!!!!!....LES GUSTÓ!!!!.
Ya voy a repetir y todo!.
Dejando a un lado (solo un poquito) las bromas, la verdad es que es un pan maravilloso. Nada, o casi nada, ácido, aromático y con el dulzor justo que te permite usarlo para hacer sandwichs o tostadas dulces y saladitas.
Tiene la ventaja de que no tendréis que amasarlo (la harina de centeno no va a desarrollar gluten) y que una vez bien mezclado se colocará en el molde que luego irá al horno y únicamentente hay que esperar al momento óptimo para ese horneado. Ahora sí también os digo que es un pan tranquilo... muy tranquilo, os puedo decir que a mí me tardó 6 horas bien holgaditas en doblar, así que bueno podéis aprovechar bien el día mientras el hace su fermentación.
Espero que os guste tanto como a nosotros.
INGREDIENTES:
Para el soaker (hacer la noche anterior):
  • 240gr de agua hirviendo
  • 50 gr de harina de centeno integral

Para la masa:

  • 200gr de masa madre de centeno
  • 160gr de miel
  • 50gr de agua
  • 300gr de harina de centeno integral
  • 9gr de sal
  • 1 cucharadita de : nuez moscada, canela, cardamomo

El procedimiento es bastante sencillo, basta con mezclar todos los ingredientes de la masa e incorporar el soaker.

Remover mezclando bien con la rasqueta hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.

Poner esta masa en un molde untado con aceite y luego cubierto con papel de hornear y cubrir con un film o con la tapa del propio molde.

Dejar que doble su volumen sin prisas, ya os he comentado que a mi me tardó 6 horas y aunque esto es solamente orientativo, no os pongáis a mirarlo a la hora o las dos horas porque probablemente esté igual.

Precalentar el horno a 200º y alcanzada la temperatura meter vuestro molde bien cubierto por su tapa y si no la tiene por papel de hornear. Dejarlo así una hora aproximadamente y luego descubrirlo y seguir horneando 30 minutos más (tiene que alcanzar entre los 96º a 100º en su interior). Si veis que después de estos tiempos necesitaría algo más de horno y la corteza ya está bien formada volver a cubrirlo.

Sacarlo y dejar enfriar en rejilla. Hay que esperar 24 horas antes de comerlo y es recomendable que esté bien tapado por papel sulfurizado y luego por su saquito de algodón.

domingo, 10 de octubre de 2010

BIZCOCHO DE NARANJA Y ALMENDRAS






Este bizcocho a parte de ser sorprendente por su sabor y por tener una textura muy cremosa, pertenece a esos dulces con mucha historia detrás.


Es un postre de origen judío, más concretamente sefardita. Como sabéis, los sefarditas fue la comunidad judía que habitó en España y la Península Ibérica desde el siglo VIII hasta 1492 en el que se decretó su expulsión o la obligación de convertirse al Cristianismo.


Durante mucho tiempo formó, junto con la comunidad musulmana y cristiana, el denominado crisol de culturas que situó a España en una posición muy privilegiada respecto a conocimientos y símbolo de convivencia.


Los judíos sefarditas vivieron y participaron muy de lleno en la "cultura mediterránea" y esto se plasmó en su gastronomía. Si tenemos la oportunidad de ver su recetario es cuando nos damos cuenta de qué poso tan grande nos dejaron y cuantas cosas hemos perpetuado casi idénticas desde aquellos tiempos.


Su repostería y la "nuestra" van muy de la mano: rosquillas, buñuelos, monas, tartas de almendra, hojuelas, bizcochos de frutos secos y miel, torrijas.... Y no sólo en las elaboraciones, sino también en el significado porque gran parte de ellos están pensados para celebraciones, ofrendas a familiares o miembros de la comunidad y vehículo para expresar los deseos de alcanzar y vivir momentos muy dulces.


Antes de hablar ya de los ingredientes os dejo con un provervio suyo que me encanta: "Lo que comiste o no comiste no importa. Lo que importa es que te sentaste a la mesa".





INGREDIENTES



  • 2 naranjas medianas de zumo

  • 4 huevos


  • 250 gr de azúcar integral


  • 250 gr de harina de almendra


  • 1 cucharadita de levadura


  • un chorrito de agua de azahar

Poner a hervir las naranjas bien lavadas (es preferible que sean ecológicas porque se va a usar la piel) y enteras en la olla express durante 18 minutos (tienen que quedar blanditas). Sacarlas, abrirlas y quitarles las pepitas si las tienen. Triturarlas, piel y pulpa, y reservar.


Batir los huevos con el azúcar hasta que esponjen. Se les añade entonces el agua de azahar, la harina de almendras y la levadura. Batir muy bien.


Por último incorporar el puré de naranjas y volver a mezclar.


Colocarlo en un molde de forma que la masa no alcance más de dos o tres dedos de alto.


Meter a horno precalentado a 180 grados durante unos 40 minutos. Probar a pincharlo antes de sacar. El interior ha de quedar un poco húmedo pero la aguja tiene que salir limpia.


No desmoldar hasta que esté completamente frío y con cuidado.





martes, 5 de octubre de 2010

CLAFOUTIS DE HIGOS

Aunque parezca mentira, esta tarta tan sencilla se ha convertido en todo un homenaje para mi familia.
Partiendo de la receta básica que conserva mi madre, y la cual me sirvió para poder hacer esta versión, hasta los ingredientes y quienes más la disfrutaron.
La hice con los primeros higos que nos dió una higuera, situada en el centro de una viña, que plantó y se encargó de mantener mi abuelo. Es un arbol con muchos años, que ha pasado por momentos mejores y peores pero que al final de todos lo veranos nos regala sus frutos dulces y carnosos.
Ahora que mi abuelo no puede cuidarla es mi padre quien lo hace y quien se encarga de traernos sus presentes. Aunque ya no da tanto fruto, todavía nos sigue ocurriendo que por mucho que nos gusten y por mucho que comamos parece imposible terminarlos antes de que se puedan estropear.
Esta vez, en un "alarde" de creatividad se me ocurrió, según vi llegar la cesta de los higos, probar a hacer esta tarta.
Es increible que con una receta tan sencilla, tan rápida de preparar y con ingredientes tan "normales" se logre un resultado tan maravilloso al paladar.
De verdad espero que la probéis y os guste
INGREDIENTES
  • 125 gr de harina
  • 220 gr de azúcar (puede admitir un poquito menos si eres poco goloso)
  • 230 gr de leche
  • 3 huevos
  • 30 higos maduros partidos por la mitad (los necesarios para cubrir apretaditos la base del molde)
  • azúcar y canela para espolvorear
Pintar el molde con aceite y forrarlo con papel de hornear (el aceite os ayuda a que el papel se pegue bien a las paredes y al fondo).
Colocar los higos partidos a la mitad y sin pelar cubriendo la base del molde (la parte de la carne del higo hacia arriba, la piel hacia abajo) de modo que queden muy bien apretados.
Batir el resto de los ingredientes y dejar caer suavemente esta crema sobre los higos (hacerlo con cuidado para que no se muevan) . Han de quedar tapados pero sin necesidad de estar totalmente sumergidos.
Espolvorear azúcar y canela al gusto.
Hornear a 180 grados entre 35 a 45 minutos.
Desmoldar con cuidado y cuando esté totalmente fría.
Este tipo de tartas ganan mucho cuando se toman de un día para otro. Si podéis darla un tiempo de reposo para que los sabores se asienten.
Ah! se me olvidaba, la última gran homenageada fue mi abuela que se pirria por los higos y sus postres!