Una
mosca contra el cristal
una vez
y otra
vez y otra.
¡No se
abrirá la cabeza, no,
la muy
puñetera
obcecada,
impenitente, terca, obstinada
mosca
que solo mira
más
allá del cristal y no
entiende
la
dificultad que la frena!
Hay
otras
moscas
-moscas amables, tolerables-
que vuelan en grupo
-moscas amables, tolerables-
que vuelan en grupo
en el
centro del comedor
trazando
triángulos misteriosos,
formas
cabalísticas en el aire
en
acrobática formación.
Ninguna
se desmarca.
Nunca
tropiezan entre sí ni
contra
las paredes.
Hay
una
especie de belleza etérea
en sus
mágicas evoluciones
:
Incomprensibles
señales que solo ellas entienden
,
que limitan
su
vuelo e indican
hasta
dónde
deben
llegar.
Y yo
soy
esa
mosca solitaria
que se
da de cabezazos sin comprender.
Reíros
si queréis,
moscas
que frenan en el aire, pero soy
la mosca
tenaz que persigue su meta y a la que no le importan esos límites absurdos
de
puro
invisibles
Nunca
me gustaron
esas
señoritingas que obedecen
leyes
oscurantistas y que frenan
ante un
obstáculo irreal.
Mosca y Clases de Moscas
Ágatha de la Sierra