Para leer este artículo os recomiendo ver el video.
https://vimeo.com/41488484
"Se trataba de juntar en espacio y tiempo a dos seres maravillosos, como son Javi y Niebla y esperar a ver que ocurría. La sorpresa no demoró y pronto pudimos ver esa sutil comunicación entre los dos. Hay un tercero en el video (David) que no estoy muy seguro, pero me dá, que pudo ser el que más disfrutó. Juzgarlo vosotros. Dedicado a todos los que os ha salido una espinilla en el alma". Pedro Muriel Rodríguez, padre de Javi.
Sus actuaciones y reacciones nos llegaron a lo más profundo, por eso Pedro, cuando editó este video que muchos hemos visto, lo tituló “Para la cosa del alma”. Transformación, porque Javi y Niebla no actúan así normalmente. Intentaré explicarlo con pocas palabras. Cuando nos planteamos que Javi fuera a montar a caballo solamente podía montar en Niebla. A Niebla la conozco desde que tenía tres años, ahora tiene diecinueve, muy valiente y noble desde el principio. Unos años, su antiguo dueño, se la dejó a un hombre, cuando volvió retrotaba y no respondía al bocado. Le habían puesto mucho hierro en su boca y al ser tan buena, durante otros años la montaban muchos del pueblo pegando tirones fuertes, ¡un desastre!. Cuando empezó a estar más tiempo conmigo tuve que comenzar a enseñarla a ir del ramal, porque arrastraba al que la llevaba. Comencé a montarla con cabezada de cuadra y hackamore a la vez, con cuatro riendas utilizando las de cabezada de cuadra y las del hackamore por si acaso. El retrote es muy perjudicial para sus manos, al golpear fuerte el suelo puede dañar sus tendones y al ir muy tensa e invertida. Intentaba que fuera al paso, pero no respondía a las riendas cuando quería frenarla, había que hacerla girar. Si salía con otros caballos iba mejor, pero si lo hacía sola, tenía una gran querencia a la cuadra y siempre deseaba volver. Con mucho esfuerzo, conseguí quitarle el retrote. En el campamento con Lucy conseguimos mucho. María la conoce bien, había que ponerla detrás del culo de otro caballo para que fuera tranquila. Ahora está mejor, pero es difícil de llevar, sale acelerada, es muy impetuosa, ¿Qué será lo que le pasa por su cabeza? Hay que tratarla con mucho cariño y calmarle su mente. Yo sé que con los niños cambia, se porta de maravilla, sabe bien que ellos no le van a hacer daño. Es una yegua con mucha sangre árabe, tiene un dorso buenísimo para montar a pelo, una tremenda fuerza en sus cuartos traseros y unas manchas negras en su cuello que la distinguen. Alguien me comentó que eso era la vena de Alá, muy difícil de encontrar.
Javi es un cielo de niño, a mi me dice tanto.... mucho más que otros niños y eso que él no puede hablar. Se comunica con tanta claridad y limpieza conmigo. Mi amigo Javi como es él, le hace “único”. De pequeño era más introvertido pero va aprendiendo a relacionarse, a veces tan alegre, a veces tan alterado, otras tan calmado. El necesita movimientos rítmicos para estar relajado. Viajar en coche viendo pasar las cosas por la ventanilla le encanta; si camina va bien, pero si para se intranquiliza. El autismo es así.
Empezamos en el picadero redondo, creo que desde aquí sobran las palabras. Le dije a su padre, que aunque era un día de mucho viento, podíamos ir un rato a los caballos para que Javi estuviera con ellos y montara un poco. Hacia un día muy desapacible y Javi estaba muy alterado. Al principio no hacía caso a la yegua, pero poco a poco la tocaba, la golpeaba suavemente con sus dedos. Al montarlo estaba muy tenso, pero pronto relajó sus piernas. Le había puesto una manta y una cuerda al cuello de la yegua, para que estuviera más cómodo y se pudiera agarrar. A partir de aquí todo era alegría. Niebla me miraba para tratar de ver en mi una explicación de lo que ocurría, pero estaba a gusto, me decía que este chico es estupendo, que le dejaba que pellizcara su cuello y la golpeara suavemente porque no le hacía daño. Se notaba que estaba muy contenta con la situación y yo pasando un día inolvidable. Del ímpetu de Niebla quedo poco, se había transformado para dar lo mejor de ella misma. Javi también había dejado a parte sus inquietudes y se centró en sentir el calor, los movimientos y aceptación como amigo de una buena yegua. ¡Todos a disfrutar!.
La Equitación Terapéutica, también llamada Equinoterapia o Hipoterapia, están destinadas a hacer la vida más fácil a personas con algún tipo de trastorno o enfermedad, obteniéndose buenos resultados desde el principio. Esta intervención requiere de muchos profesionales para valorar y poner el tratamiento que cada paciente necesita. También existen terapias con delfines, que al igual que los caballos, hay algo especial en ambos animales, que hace que sean muy indicados para estimular y ayudar a muchas personas con problemas .
En el caso de Javi, para montar a caballo se hubieran necesitado tres personas, uno llevaría a la yegua del ramal y otras dos a cada lado sujetando al niño. También debería haber llevado un casco y un chaleco para amortiguar alguna posible caída. Muy necesaria sería una montura con asas, para poder agarrase y unos estribos para sujetar sus pies con comodidad. Yo, en este caso reduje lo necesario al mínimo, porque parto de la ventaja de conocer a Javi y a Niebla. Por aquí hay profesionales y asociaciones que realizan equinoterapia, dejemos que ellos nos asesoren.
David Muriel Holgado