Todavía recuerdo las ganas que tenía de que llegara la actual generación de consolas. Sony y Microsoft mostraban la gran potencia de sus futuras máquinas mientras Nintendo se sacaba de la manga una nueva forma de disfrutar los videojuegos... Cada dato que se desvelaba me llenaba de más ganas por ver que llegaría.
Ahora que Wii cede su podio a su hermanita HD y los prototipos de Sony y Microsoft esperan debajo de la manta es cuando me doy cuenta de la cantidad de cosas negativas que nos han dejado estas máquinas.
Luces rojas y amarillas han alumbrado esta generación, discos que para disfrutar de todo lo que guardan necesitas pasar por caja una segunda (y tercera y cuarta...) vez, compra de juegos de forma digital cuyo importe es similar a comprarlo físico, libros de instrucciones digitales para "ser más respetuosos con el medio ambiente" (casi cuela), juegos hechos básicamente para jugar online (olvidándose casi por completo del modo un jugador)...
A todo lo anterior hay que sumarle el enorme número de desarrolladoras que hemos perdido durante estos años, los grandes costes necesarios para crear un juego sumado a la crisis por la que pasa el mundo a producido que compañías tan clásicas como Hudson o THQ. Es comprensible que algunas empresas se estén dedicando a sacar juegos para móviles en lugar de seguir trabajando para consolas.
No niego que he disfrutado mucho jugando con esta generación, pero el balance de cosas positivas y negativas sigue siendo muy desfavorable.
Quizá es el momento de tomarse una pausa, plantearse el mundillo y evitar más cierres de empresas por no sacar un superventas. ¿De verdad necesitamos ver los poros de la piel de los personajes que manejamos?, ¿es tan imperdonable que se muestre algún diente de sierra?, yo creo que no, y más si el precio a pagar es un mercado de juegos clónicos y secuelas carentes de sentido publicadas únicamente por no correr riesgos.
Y después de esta absurda reflexión aquí llega el ecchi navideño XD:
Esta última es regalo de la casa XD