Pues, aquí, que todos somos ateos menos mi madre y vamos de antisistema, la celebramos como todo hijo de vecino. Siempre la he celebrado a desgana, ya que me parecía una gilipollez. Hasta el año pasado, que algo cambió en mi ser. De repente cenar con mis hermanos y con la familia, comer muy bien y después salir con tus amigos ha empezado a tener encanto. Creo que enfocaba mal estas fiestas. Pensaba en quién no está, en el consumismo, en la falsedad.... ¿Por qué hay que ser tan deprimente? ¡Lo peor que tienen estas fechas es hacer el balance de todo el año! Y si es malo, al menos vamos a intentar aprender de nuestros errores. Aquí voy a dejar razones por las que ser feliz en estas fechas, que oye, si no te gustan, yo lo respeto.
- Poner el árbol. Es el primer año que lo hago, pero no pude dejar de sonreír. Cada una de las figuritas, me daban un recuerdo de mi vida, de mi pasado. De algo que había vivido con mi madre o mis hermanos. El adorno que hizo de pequeña mi hermana o las mini figuras que nos gustan tanto a mi madre y a mí. Las perras alucinando con el espumillón. Muy especial.
-Dejar de pensar en que falta alguien muy importante y agradecer los que están. Tus amigos mandando whatsapp chorras, tu familia, tu gente que se ríe y brinda contigo... (En mi casa somos especialmente fans de pelearnos, pero hasta eso tiene su encanto).
-El debate anual navideño de si las luces de tu pueblo son una mierda o no, eso nos gusta a todos... ¿O no?
-La comida, el turrón, aspectos muy positivos y muy a tener en cuenta.
-Para los "provincianos" los reencuentros después de mucho tiempo. Familia que tienen el curro fuera, amigos que vuelven y gente con la que no quedas, pero te encuentras, te pones al día y te aporta un toque de frescura.
-Los brindis.
En fin, debemos intentar disfrutar de las oportunidades que tenemos para ser un poco más felices, que a veces nos limitamos porque sí!
P.D: Yo no caigo en el consumismo histérico, que conste.
