Mi mujer y yo estábamos sentados en la mesa de un restaurante, yo me estaba fijando en una chica borracha que estaba sola en una mesa próxima, y que balanceaba su copa.
Mi mujer se dio cuenta y me preguntó: "¿La conoces?"
"Sí" -dije yo- "Es una antigua novia mía. Empezó a beber después de separarnos, hace ya bastantes años y, por lo que sé, nunca más ha vuelto a estar sobria"
"¡Dios mío!" -exclamó mi mujer- "Nunca pensé que alguien pudiese celebrar algo durante tanto tiempo!"
Y, entonces, la pelea comenzó...
Después de volverme pensionista, fuí hasta la Seguridad Social para poder recibir mi credencial de jubilación. La mujer que me atendió solicitó mi DNI para verificar mi edad. Busqué por todos lo bolsillos y me di cuenta que no lo llevaba encima. Lo había dejado olvidado en casa. La funcionaria dijo que lo lamentaba pero que tendría que ir a buscarlo y volver más tarde. En esto, me dijo: "Un momento, desabotone su camisa"
Algo extrañado lo hice, dejando expuesto mi vello crespo y plateado.
Ella me dijo: "El pelo blanco en su pecho es prueba suficiente para mi".
Y sin demora tramitó mi jubilación.
Cuando llegué a casa, le conté la anécdota a mi mujer.
"¡Vaya!, ¿y por qué no te bajaste los pantalones? -me dijo ella- Podrías haber conseguido también una invalidez permanente"
Y, entonces, la pelea comenzó...
La mujer está desnuda, mirándose en el espejo de la habitación. Sin estar feliz con lo que ve, le dice al marido: "Me siento horrible; parezco vieja, gorda y fea; realmente necesito un elogio tuyo.”
El marido responde: "De la vista estás perfecta".
Y, entonces, la pelea comenzó...
Llevé a mi mujer a comer a un restaurante. El camarero anotó primero mi pedido: "Quiero un churrasco bien jugoso, por favor. Espero que sea de buena calidad"
Entonces el camarero me preguntó: "¿El Señor está preocupado por la vaca loca?"
"No, ella misma puede hacer su pedido." -respondí.
Y, entonces, la pelea comenzó...
El marido vuelve del doctor y la mujer, toda preocupada, le pregunta: "¿Qué te ha dicho el médico?".
El responde: "Lo siento, cariño, a partir de hoy no haremos más el amor; tengo prohibido comer cosas grasas."
Y, entonces, la pelea comenzó...
La mujer de 47 años mira desnuda a su marido desde la puerta del baño y le pregunta: "¿Crees que realmente represento la edad que tengo?"
El marido le contesta: "Si miro tu cabello, te doy 29; si miro tu busto te doy 32; si miro tus caderas, te doy 36; si miro tus piernas, te doy 30..."
Ella le pregunta con una tierna sonrisa: "Oh, gracias mi amor, ¿realmente piensas eso?"
El marido le contesta: "Espera un poquito que todavía estoy sumando..."
Y, entonces, la pelea comenzó...